_
_
_
_

El Prado reúne por primera vez ocho obras del Greco repartidas por el mundo

‘La Asunción’, del Instituto de Arte de Chicago, no volvía al museo madrileño desde hace más de un siglo

From left to right: Saint John the Baptist, The Assumption of the Virgin and Saint John the Evangelist, by El Greco. The three pieces can be seen at the Prado Museum.
De izquierda a derecha: 'San Juan Bautista', 'La Asunción' y 'San Juan Evangelista', del Greco, piezas que se pueden ver en el Museo del Prado.MUSEO DEL PRADO
Ana Marcos

Al entrar en la galería central del Museo del Prado aparece La Asunción del Greco. Un cuadro monumental ante el que hay que ponerse en frente y confiar en tener a punto las cervicales para recorrer metros de pintura —de apariencia fresca, con imaginación hasta se huele la pincelada— que representan la asunción de María a los cielos sin referencias evangélicas. Con un poco más de ingenio, se puede hasta ver al gran pintor cretense, recién llegado a España, en una iglesia de Toledo, ante el que sería uno de sus primeros grandes encargos: tres retablos del monasterio de Santo Domingo el Antiguo. Ocho de las nueve piezas que el artista realizó para este espacio se pueden ver hasta el 15 de junio reunidas por primera vez en la pinacoteca madrileña en la muestra El Greco. Santo Domingo el Antiguo.

El viaje hasta el Prado comienza en junio de 1577, cuando hay constancia documental por primera vez de que el Greco ha llegado a España y ya forma parte de la Corte. Fue en ese año cuando el artista recibió el encargo de Diego de Castilla, el deán de la catedral. Su hijo le había avisado de que ese pintor cretense llevaba un tiempo formándose en Italia y podía traer a la ciudad lo mejor del Renacimiento de ese país. Esta fue la única referencia que tuvo don Diego, porque hasta ese momento el currículo del Greco no se había rellenado con una sola línea de trabajos en España.

The Resurrection, by El Greco. Oil on canvas, 210 x 128 cm. Painted between 1577 and 1579 for the Monastery of Santo Domingo el Antiguo in Toledo, Spain.
’La Resurrección’, El Greco. Óleo sobre lienzo, 210 x 128 cm. 1577-79, Toledo. Comunidad Religiosa de Santo Domingo El Antiguo.MUSEO DEL PRADO

Lo que hizo el pintor en dos años fue sacudir el concepto de retablo que se había extendido por las iglesias y recurrir a sus conocimientos sobre artistas como Tiziano y Durero para enriquecer el patrimonio español. “Tuvo la ambición de cambiar la idea reticular que mandaba en Castilla y plantear uno a la veneciana”, explica Leticia Ruiz, comisaria de la muestra y jefa de la colección de pintura española del Renacimiento. “Puso en el centro La Asunción y el resto de las piezas están pendientes del lienzo central”; se refiere a los cuatro santos de las calles laterales —san Juan Bautista, san Juan Evangelista, san Bernardo y san Benito— y, en el cuerpo superior, La Trinidad.

El Prado, además, vuelve a dinamitar esa idea clásica de retablo con una distribución de las obras que permite observarlas de manera independiente. Así, se puede ver con detalle cómo el Greco llevó su brocha hasta el final de sus lienzos, algunos de ellos sin marco porque se han sacado directamente de los espacios que ocupan en la parte central de la iglesia de Santo Domingo. Solo mantienen, como dice Ruiz, “los tableros originales de protección”.

The Trinity, by El Greco. Oil on canvas, 300 x 179 cm. Painted between 1577 and 1579. On display at the Prado Museum in Madrid.
'La Trinidad', el Greco. Óleo sobre lienzo, 300 x 179 cm. 1577-79. Madrid, Museo Nacional del Prado.Baztan Lacasa, Jose (MUSEO DEL PRADO)

Una vez colgados en el retablo en 1579, las piezas comenzaron distintos viajes por el mundo a partir de 1830. En aquel momento, como ha recordado Ruiz, “se sustanció una parte importante de lo que se reconoció en el XVIII y XIX como el gran Greco”; por tanto, sus piezas comenzaron a tener gran valor. En agosto de aquel año, el infante Sebastián Gabriel de Borbón adquirió La Asunción por 14.000 reales de vellón. En 1868, la pintura fue trasladada junto con su colección a Pau (Francia). Tras su muerte, su legado artístico fue dividido entre sus herederos. Y se pudo ver en el Prado en 1902 en su primera exposición dedicada al Greco.

En 1904, La Asunción fue vendida en la galería Durand-Ruel en París. Hasta que dos años después la compró Nancy Atwood Sprague, quien la donó en 1906 al Art Institute de Chicago, donde sigue. De allí ha salido temporalmente gracias a un pacto de caballeros entre Miguel Falomir, director del Prado, y el responsable de esta institución estadounidense. Fue en 2020, cuando el museo español prestó obras para una gran exposición del Greco a cambio de volver a tener algún día en sus salas La Asunción. Han tenido que pasar más de 120 años para que la pieza haya viajado en avión hasta Madrid. Por cierto, debido a su tamaño, ha hecho el viaje separada de su marco, que ha llegado con otro correo.

Tanto La Trinidad como San Benito, tras varios periplos y confiscaciones, volvieron al Prado. San Bernardo acabó en el Museo Ermitage de Moscú, desde donde no ha podido viajar. La Santa Faz fue desmontada de su retablo y vendida en 1964 a una colección privada. La Adoración de los Pastores se encuentra en la Colección Fundación Botín. Y las otras obras estaban en la iglesia de Santo Domingo, hasta donde se trasladó una delegación del Prado para convencer, con argucia y paciencia, a las monjas para que las prestaran. “Ha sido difícil”, confiesa Ruiz, “ellas también viven de las visitas y de unos deliciosos mazapanes que recomienda”. A cambio, además de comprar los dulces e invitar al resto a hacerlo, el museo se ha comprometido a restaurar una de sus piezas del pintor Eugenio Cajés.

The Adoration of the Shepherds, by El Greco. Oil on canvas, 210 x 128 cm. Painted between 1577 and 1579. Botín Foundation Collection.
'La adoración de los pastores', el Greco. Óleo sobre lienzo, 210 x 128 cm. 1577-79. Colección Fundación Botín.MUSEO DEL PRADO

Esta pequeña muestra compuesta por nueve grandes obras, termina con otra pieza de la colección del Prado que sirve de cierre y además de invitación a pasar a la sala adyacente dedicada tradicionalmente al Greco. El último cuadro es otra Adoración de los pastores en la que el artista se retrató como un pastor arrodillado ante el niño y pintó a su lado a su hijo. Hasta ahí, dice Ruiz, ante la tela, “era evidente cómo aprovechó las capas de color con unos pigmentos de gran calidad”. A partir de ese momento, solo hay que girar la cabeza y observar cómo “empieza a ignorar las reglas de la pintura del Renacimiento italiano, sus lienzos se estrechan, ignora el espacio convencional y sus figuras se alargan y ya son casi etéreas”. Hay 20 años de diferencia entre unas pinturas y otras. Hay dos pintores. El gran Greco que aterrizaba en España y ese otro que tras un tiempo en este territorio se convirtió en el artista de referencia para aquellos pintores que protagonizaron las tendencias del siglo XIX y XX, como Picasso.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Ana Marcos
Redactora de Cultura. Forma parte del equipo de investigación de abusos en el cine. Ha sido corresponsal en Colombia y ha seguido los pasos de Unidas Podemos en la sección de Nacional, además de participar en la fundación de Verne. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Máster de periodismo de EL PAÍS.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_