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El último adiós al genio libre del cante

A Enrique Morente, gloria

Tu cálida voz

tu corazón profundo

tus huellas visibles

el cielo de tu boca.

Tus ojos entreabiertos

tus pelos afilados

tu futuro despierto

la garra de tu pena.

San Juan te convoca

Picasso ensimismado

Lorca bajo el agua

el jardín y tu grito.

Ya estamos tristes

tenemos la medalla

innombrables sufrimientos

nos falta tu aliento.

El eco de tus pasos

por los puentes lejanos

tu cara tan cercana

la sombra de tu ángel.

Tu lobo en el desierto

tu raíz descubierta

tu próxima batalla

el resplandor de tu brisa.

Que digan lo que quieran

que hablen los muchachos

que bailen las ninfas

nos falta tu mirada.

Tus manos boquiabiertas

tu traje llevadero

tu pose descarnada

el cariño de tu risa.

Tu vida no se acaba

tu fuerza nos ayuda

Más información
'Quejío' sin fin en el planeta flamenco

el reloj habló claro:

el alcance de tu flecha.

Poema escrito ayer por Kiko Veneno en homenaje a Morente

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