Vídeo | ¿Por qué se agotan a las 72 horas las posibilidades de encontrar supervivientes en Siria y Turquía?
Las condiciones meteorológicas complican las tareas de los equipos de emergencia, que trabajan contra el reloj para rescatar a los supervivientes de los escombros
Tras la última actualización del Gobierno turco, la cifra de muertes por los terremotos del pasado lunes ya supera las 22.700. Turquía ha informado de 19.388 decesos. También se ha notificado una nueva cifra de heridos: 77.711 personas. En Siria, la última cifra es de 3.317 muertes y 5.235 heridos. A pesar de los datos, El vicepresidente turco, Fuat Oktay, ha anunciado que se dan por terminadas las labores de búsqueda en algunas provincias, como Şanlıurfa y Kilis, mientras que otras como Diyarbakır, Osmaniye y Adana concluirán próximamente. En el vídeo que encabeza esta noticia se explican las razones por las que los recates se hacen cada vez más improbables. Los límites del aguante del organismo, las complicaciones surgidas por fracturas y aplastamientos o las condiciones meteorológicas reducen las probabilidades de éxito de los rescates.
Uno de los equipos de emergencia que trabaja en las labores de búsqueda son los Cascos Blancos. Su portavoz, Mousa Zidane, ha explicado que las prioridades son completar todas las operaciones de búsqueda y rescate, y asegurar las condiciones para los supervivientes que han perdido sus hogares y están en las calles. Sin embargo, estas labores de búsqueda se están viendo entorpecidas por las adversas condiciones climáticas. Aunque el temporal de nieve y lluvia de inicio de semana ha amainado, las temperaturas siguen siendo muy bajas, especialmente en Malatya. También en Kahramanmaras, epicentro del terremoto y donde se han registrado -4ºC durante la noche. Los fuertes vientos y las gélidas temperaturas reducen notablemente las posibilidades de supervivencia.
A estas condiciones hay que sumarle el riesgo de nuevos derrumbes y las numerosas réplicas que se han producido y la acumulación de días sin agua ni alimentos. Precisamente esta deshidratación es el principal factor de riesgo para quienes no resultaron heridos de gravedad. Según los expertos de Naciones Unidas, las probabilidades para ellos de sobrevivir a partir de las 72 horas sin ingesta de agua es del 10%.
Las tareas de rescate están dejando historias que lanzan un mensaje de esperanza. Una de ellas es la de Yağız Ulaş, un bebé de 10 días, que fue rescatado por los bomberos en Samandağ, en la provincia turca de Hatay.