Juanra Bonet: “Quizá haya llegado a donde estoy por una cuestión de calidad-precio”
El presentador estrena nuevo concurso en Antena 3, ‘Juego de pelotas’, pero está abierto a otros géneros: “Todo lo que sea entretener y no dar malas noticias”

Este lunes, en una Gran Vía que recuperaba su pulso habitual con la llegada de septiembre, Juanra Bonet (Barcelona, 51 años) posaba para la cámara. Se presenta con camisa y vaqueros y no se siente del todo cómodo con la vestimenta, aunque dice que tenía poco donde elegir más allá de un montón de camisetas frikis. Durante la sesión fotográfica no para de bromear para disimular el pudor de posar mientras los curiosos se giran a mirar. Su carrera comenzó como animador en parques de atracciones y ahora es uno de los rostros habituales de Atresmedia. Este miércoles estrena el concurso Juego de pelotas en Antena 3 (22.50), que describe como “una evolución Pokémon de ¡Ahora caigo!, porque también se caen los que fallan, con bolas gigantes como las bombas de ¡Boom! pero sin nada dentro”. Si los concursantes eligen la respuesta incorrecta, una bola enorme les empuja hacia una piscina.
Pregunta. Le suelen describir como uno de los presentadores estrella de Atresmedia. ¿Cómo se siente con esa etiqueta?
Respuesta: No me identifico como estrella. Soy uno más de la cantidad que hay de presentadores y presentadoras. Me siento muy afortunado, un privilegiado, muchísimo, y agradecido, muchísimo, pero soy uno más. Estrellas…, todos tenemos en la cabeza la nuestra, está Mayra [Gómez Kemp], por ejemplo. El resto somos aspirantes.
P. ¿Qué tiene para haber llegado donde ha llegado y pasar por este buen momento?
R. No lo sé. Hay preguntas que es mejor no hacer. Igual mi madre tiene una opinión y lo mismo luego la respuesta es que es una cuestión de calidad-precio, o que no sé quién dijo que no. Así que mejor no preguntar.
P. Comenzó como actor, era su vocación.
R. Sí, empecé haciendo teatro en mi barrio en Barcelona. Estudiaba las escenas clásicas de la escuela de teatro, Tennessee Williams, Shakespeare, estaba muy flipado con eso. Pero empecé a trabajar de animador en parques de atracciones, restaurantes, luego de reportero, que es un trabajo muy de actor que empieza, y poco a poco fui a los platós hasta que me quedé por ahí. La carrera no la eliges tú, te pasan cosas que salen bien o no, haces diana, caes, te levantas…
P. ¿No echa de menos actuar?
R. Actúo bastante cuando presento. Hace un par de años hice La cena de los idiotas en teatro, tuve una función con David Fernández antes de la pandemia que escribimos nosotros... Y dentro de poco me gustaría hacer algo, tengo una obra que he visto y me gustaría hacer. Pero básicamente ahora el teléfono me suena para hacer tele. Entre la tele y dos hijos, va bien la cosa, he cumplido.
P. Dice que cuando presenta también está actuando. ¿Cuánto hay de personaje en el Juanra Bonet que vemos en la tele?
R. Yo creo que la mayoría de los actores aprovechan para sacar cosas de ellos al actuar. Todo lo que se ve lo soy, pero no soy todo lo que se ve. Cojo aspectos, los exagero, otros los oculto… y voy haciendo malabares con eso en función del programa, los concursantes y la gente con la que interaccionas. Disfruto mucho adaptándome. Pero no es un talento, es experiencia de trabajar de cara al público.
P. ¿Cómo lleva la fama que acompaña a salir por la televisión?
R. Hay momentos en que te reconocen mucho, otras, menos. Depende del momento de exposición. El momento que más popularidad he tenido fue con Lo sabe, no lo sabe, porque yo iba por la calle exactamente igual que se veía por la tele. No había esa duda de “es él o no es él”, era evidentemente yo. Pero no tengo anécdotas porque los que hacemos concursos solemos cumplir una función muy de hacer compañía en casa. Es como ver al del pescado fuera de la parada. Es una fama muy de barrio. Un barrio grande, pero es esa cordialidad y esa cercanía. En el pasado, en algunos lugares y contextos era complicado, pero siempre ha sido cordial. Además, es mi público, son mis clientes, y es mi trabajo.
P. Se suele hacer esta pregunta a presentadoras, pero no tanto a presentadores: ¿por qué no hay muchas mujeres al frente de concursos?
R. Ni idea, porque gente competente hay, hay grandes presentadoras. No me atrevo a hacer un diagnóstico.
P. Igual hay que preguntar más arriba en las cadenas.
R. Pero no sé si es una cosa piramidal o estructural. No me creo que nadie diga “es muy buena, pero es tía, no la cogemos”. Ni la persona más egoísta y más malvada diría eso. Y no sé qué es peor, que sea algo consciente o inconsciente.
P. ¿Qué da la tele, qué es lo mejor de la tele?
R. Como trabajo, es precioso. Haces compañía, te lo dicen mucho. Es agradecido, te sientes querido. Trabajar como presentador, por mal pagado que esté, está bien pagado. Me he encontrado con gente que te veía desde el hospital o que te dicen, “te veo y me acuerdo de mi abuela que te veía siempre”. Eso nos pasa a muchos en concursos y programas diarios. Y si no es un directo, tienes mucha posibilidad de pasar tiempo en casa con la familia.
La sensación de que se acaba porque sí, quizá eso es lo peor de la tele. Pero es la vida. Incertidumbre sobre incertidumbre.
P. ¿Y lo malo?
R. Lo malo de la vida: que un día, no sabes por qué, se acaba. Todos tenemos colegas que dices, “pero si es muy competente, ¿qué ha pasado?”. La sensación de que se acaba porque sí, quizá eso es lo peor. Pero es la vida. Incertidumbre sobre incertidumbre. Por eso es importante ahorrar.
P. ¿Es de los que se preocupan por mirar la audiencia?
R. Soy de los que no quiere preocuparse por las audiencias, pero… Acabo mirando. Cuando haces un programa diario lo miras menos porque depende de tantas cosas… Pero en uno semanal estás más pendiente. También las miro mucho para ver cómo van las cosas, las tendencias, lo que el espectador está eligiendo, cómo funciona el gremio. Lo que no hago nunca es mirar Twitter mientras está en antena un programa. De cada 10 personas de Twitter debe haber una real. Porque vas leyendo y no puede ser que haya tanta gente así.
P. El humor está muy presente en usted a la hora de presentar. ¿En su vida personal también?
R. El humor es mi motor. En casa hago el payaso, en el parque, a la salida del cole… Intento reírme siempre de todo, pase lo que pase, aunque a veces te equivocas porque hay cosas de las que no te puedes reír, pero… Lo que soy es menos social de lo que parece, pero no más serio. Me gusta mucho estar en casa, me gusta poco salir, ir a terrazas, eso de salir a tomar algo… Yo o como, o no como, ¿qué es eso de tomar algo? No sé el protocolo de eso, ¿dos tragos y una patata brava? Me pone nervioso.
P. ¿Le gustaban los concursos antes de presentarlos?
R. Sí, mucho. Cuando era adolescente jugaba mucho a rol con mis amigos y lo que me gustaba era ser director de partida, máster, montar las partidas, manejar el cotarro. Así que justo lo que hago. A los seres humanos nos gusta jugar, y los concursos funcionan porque son juego.
P. ¿Y no le apetecería presentar otros géneros?
R. Sí, todo lo que sea entretener, que es lo que me gusta. Un magacín de actualidad no podría. No tengo la formación ni la vocación ni las ganas. Pero un access, un late, un reality, incluso un dating… Todo lo que sea entretener, no dar malas noticias, poder divertirme y divertir, ir a currar con una sonrisa y a ver de qué nos reímos hoy.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
