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Cómo hacer una comedia a partir de un cáncer y un embarazo no deseado, según Dani de la Orden

Verónica Echegui y Joan Amargós protagonizan la serie creada y dirigida por el realizador de ‘Casa en llamas’

Joan Amargós y Verónica Echegui, en 'A muerte'.
Natalia Marcos

Raúl es un hombre de lo más corriente. Le gusta su vida tranquila, sin sobresaltos, casi anodina. Cuando le diagnostican un cáncer de corazón de incierto pronóstico que precisa una operación inminente, sus prioridades cambian. Marta es apasionada y competitiva en su trabajo, vive la vida de fiesta en fiesta y rehúye las responsabilidades. La vida de esta eterna adolescente también cambia cuando descubre que está embarazada y tiene que decidir si seguir adelante con el embarazo. Justo ese día, las dos personas más diferentes del mundo se encuentran en un funeral. Y, misterios de la vida, encajan, aunque ninguno de los dos sabe lo que está pasando el otro.

A muerte es la primera serie del cineasta Dani de la Orden como creador, junto a Oriol Capel y Natalia Durán. Para el director de Casa en llamas (nominada a ocho premios Goya), la comedia romántica es un género bien conocido que ha tratado en películas como Barcelona, noche de invierno o Loco por ella. El germen de A muerte, serie de Atresplayer cuyo estreno internacional adelanta Apple TV+ este miércoles 5 de febrero (con dos episodios, seguidos de un nuevo capítulo cada semana), se plantó hace unos 10 años. “Los productores querían una comedia romántica. Creo que fue Kike Maíllo quien dijo que la enfermedad tenía que estar ahí. A partir de ese germen nace este contraste de alguien que a lo mejor en una operación la palma y una personas que puede o no dar vida a su futuro hijo o hija. Ella es una irresponsable y él es un tío mediocre y aburrido, y en el peor momento de sus vidas, cuando tienen sus dos más grandes secretos, se conocen”, rememora el director desde Barcelona en una entrevista por videollamada.

No es sencillo abordar en una comedia asuntos como el cáncer o un embarazo no deseado. Dani de la Orden temía que pareciera que estaba frivolizando con asuntos dramáticos. “Por desgracia, cuando estaba preparando esta serie, iba al hospital casi cada tarde por un familiar muy cercano que llevaba un año hospitalizado. Y vi que, una vez ya está pasada la parte más dramática del primer golpe, hay algo que convierte eso tan duro en rutinario y ves que la comedia se cuela por cualquier resquicio aunque no quieras y no la busques, ya sea porque entra un médico que está sordo y no se entera de nada, otro que tiene la empatía emocional de un imán de nevera, una enfermera que es una seca, otra demasiado amable…”.

Joan Amargós y Verónica Echegui, en el segundo episodio de 'A muerte'.
Joan Amargós y Verónica Echegui, en el segundo episodio de 'A muerte'.

También quería mostrar el daño que hace en ocasiones el positivismo que intenta trasladar el entorno. “Eso de ‘todo va a ir bien’, ‘tienes que ser positivo’... Cuando eres tú el que lo está pasando mal, intentar ser positivo duele más, porque lo que quiero es ser realista, confiar en la ciencia, y no tener que estar de buen humor para ti porque quieras verme bien. Eso de ‘sé positivo’ hace sentir culpable al que lo está pasando mal. Es más honesto decir ‘no hace falta que me animes, porque no me sale a mí animarme, pero te invito a que vivas este momento de oscuridad conmigo y me acompañes”.

La improvisación fue un elemento clave en la serie, con guiones que cambiaban en el último momento, que incorporaban sugerencias de los actores o incluso escenas completas que se añadían de un día para otro. “Trabajar así está entre el estrés y el disfrute. Nos hemos reído muchísimo. Es un reto llegar y no saber si el texto va a ser así, pero a los dos nos va la improvisación y somos actores que respondemos bien a ello”, dice Verónica Echegui por videollamada. “El primer día dices, ‘esto no es serio, va a ser un lío’, pero luego descubres que es su marca de identidad, que hay que ser muy valiente para, en un set de rodaje, con un presupuesto y tal, tomarlo con esa ligereza y que las cosas queden muy frescas, muy improvisadas”, añade Joan Amargós.

Verónica Echegui, en la serie 'A muerte'.
Verónica Echegui, en la serie 'A muerte'.Cortesía de Apple

Para el tono gamberro, casi punky, pero al mismo tiempo profundo y algo dramático que despliega la serie, Dani de la Orden manejó varios referentes televisivos. Por un lado, y como muchas de las comedias que surgieron a partir de 2016, Fleabag, de Phoebe Waller-Bridge, sobrevolaba su historia. Más tarde se encontró con la comedia de Netflix Amigos de la universidad, “que mezcla lo romántico y lo absurdo de una forma muy elegante”, destaca De la Orden. Y mientras rodaban, se estrenó en Apple TV+ Platónico, donde Seth Rogen y Rose Byrne interpretan a dos viejos amigos que se reencuentran años después. “No solo es su manera de interpretar, sino también el ritmo, en el que aunque ves que hay improvisaciones, no hay momentos de pausa. Me la iba poniendo mientras rodaba para ver el ritmo y el tipo de actuaciones”, destaca el director. También Verónica Echegui buscó sus propios referentes para construir su personaje, y ella menciona el personaje de Jennifer Lawrence en El lado bueno de las cosas (“su personalidad me parece brutal, el modo en que se comporta, sin filtros, que no le importa lo que piensen los demás, fiel a sus impulsos”) e incluso a personas reales como la actriz Najwa Nimri y, sobre todo, la cómica Eva Soriano, “no la conocía y me vi todo lo que hacía, me inspiró”.

Joan Amargós y Cristian Valencia, en 'A muerte'.
Joan Amargós y Cristian Valencia, en 'A muerte'.

Con el tiempo, Dani de la Orden ha descubierto que a través de las comedias consigue enfrentarse a los temas que más le incomodan. “Hablar de la muerte o de la decisión de si quieres o no ser madre acojona, y hablar de ese acojone desde la comedia me blinda un poco. Trato desde la comedia los temas que me dan miedo. La soledad de algunas madres es un tema que no hace gracia, que la gente mayor que lo ha dado todo para que su familia esté bien, al cabo de los años se sientan solas y nadie les devuelva lo que han hecho. Es un tema doloroso y como me costaba hablar de ello, lo llevé desde la comedia en Casa en llamas. A lo mejor frivolizaba, pero lo que yo hacía era acercarme de una manera más amable, porque es como me sale hacerlo. Por algo no he hecho ninguna peli seria todavía, no sé si se me daría bien”.

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Sobre la firma

Natalia Marcos
Redactora de la sección de Televisión. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde trabajó en Participación y Redes Sociales. Desde su fundación, escribe en el blog de series Quinta Temporada. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y en Filología Hispánica por la UNED.
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