La berrea de Motos, Broncano y Latre

Aunque con el cambio climático todo se ha vuelto muy loco, la berrea suele acontecer a finales de septiembre, cuando el otoño enfría los bosques y pone a tono a los ciervos. Puede adelantarse o atrasarse por las lluvias, pero este año asistiremos a un adelanto sin mojarnos en el bosque. Bastará con zapear entre La 1, Antena 3 y Telecinco a la hora del prime time para ver cómo tres buenos ejemplares de machos ibéricos roncan y braman. Compiten por la audiencia, que es una carrera tan excitante como el celo cérvido.

Pablo Motos sale con ventaja, rey de los bosques de Atresmedia desde hace tanto que ya no se recuerda quién le plantó cara por última vez. Esa fortaleza puede ser su debilidad: ¿se habrá malacostumbrado a no tener competencia? Enfrente, con la energía de la muchachada a la que han hormonado con un buen talón, tiene a David Broncano, y como no hay dos sin tres, Mediaset echa su cuarto a espadas con Carlos Latre.

Se perderá mucho tiempo analizando los matices y estilos que distinguen a los tres contendientes, pero si miramos la berrea desde lejos (y conviene hacerlo así, con ropa de camuflaje, prismáticos y sin hacer ruido), todos los ciervos se parecen. Con la debida distancia zoológica, Motos, Broncano y Latre son solo variantes de un mismo tema. Uno tiene marionetas, otro falta al respeto a los invitados y el tercero imita a cualquiera, pero en esencia cultivan el mismo tipo de espectáculo. Nos pueden dar mucho la murga con que son tan diferentes que representan a Españas opuestas, pero sus voces están a media octava de distancia y, en lo profundo de la berrea, no se distinguen.

Motos, Broncano y Latre son representantes del mismo modelo de tele. Que compitan entre sí es un síntoma de la falta de imaginación y alternativas y domina la tele en abierto. ¿A nadie le extraña que no haya una sola mujer en la terna? ¿Por qué fichar a Broncano, pudiendo tirar de Eva Soriano, por ejemplo? ¿Por qué apostar por el mismo corsé de entrevistas y humorismos, con un machote al frente del tinglado? Cuando uno quiere plantear una alternativa real no se puede contentar con ofrecer una variante más joven o más escorada a la izquierda de lo mismo que ofrecen los demás. La berrea impresiona un rato, pasado el cual, los que no somos biólogos ni cazadores nos aburrimos y echamos a andar en busca de otros animales y otros paisajes.

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