_
_
_
_
COLUMNA
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Qué patético duelo entre el senil y la bestia

No soy tan ingenuo para creer que Biden y Trump representan la lucha entre la luz y la oscuridad, pero todavía sé distinguir entre lo mediocre, lo malo y lo peor

Debate presidencial en Estados Unidos
Donald Trump y Joe Biden, enb el debate presidencial organizado en Atlanta este 27 de junio.Brian Snyder (REUTERS)
Carlos Boyero

Veo con malestar variados extractos del lamentable debate en televisión entre un gorilón permanentemente teñido, mentiroso profesional y casi siempre impune, con el que no sabes si te desagrada más su babosa gestualidad que su temible pensamiento, y un anciano con signos inequívocos de devastación física y mental. Todo en el primero, llamado Trump, me provoca ancestralmente lógico asco. Y ante Biden siento piedad. Fui dolorido testigo en mi familia del nacimiento y la progresión de esas enfermedades brutales llamadas Alzhéimer y demencia. Inicialmente pueden exasperarte, pero después solo queda la compasión y la ternura ante cerebros devastados. La desigual batalla en ese plató entre el senil y la bestia tendrá consecuencias inquietantes para el resto de la humanidad. No soy tan ingenuo como para creer que representan la lucha entre la luz y la oscuridad, pero todavía sé distinguir entre lo mediocre, lo malo y lo peor.

Las mayores atrocidades en la historia del siglo XX fueron protagonizadas por fulanos como Hitler, Stalin y Franco. Exhibiendo, qué casualidad, los tres, bigotito o bigotazo. Pero es muy turbador recordar que todos ellos fueron idolatrados por la inmensa mayoría de su pueblo. Alemania, el país más alfabetizado de Europa en aquella época, votó masivamente a los nazis. Estos protagonistas de la historia universal de la infamia utilizaron el terror cuando les convenía, pero también sintieron la adoración de sus compatriotas. Digo yo que alguna responsabilidad tendrán las masas, el pueblo llano, en las dictaduras que ejercen los monstruos.

Abundan esos bichos en las jefaturas del mundo actual. Qué miedo dan gente como Trump, Putin, ese bebé caprichoso y enfermizo en posesión de bombas atómicas que reina en Corea del Norte, Netanyahu, los ayatolás de tantas religiones. Aunque solo fuera por cuestión estética y cultural, cuánta añoranza despiertan políticos como Churchill, Kennedy, Obama. A los amos del actual universo no se los inventa ni la imaginación más calenturienta de los guionistas del cine de terror.

Puedes seguir EL PAÍS Televisión en X o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.

Tu comentario se publicará con nombre y apellido
Normas
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_