Candela Peña y Tristán Ulloa protagonizarán la serie de Netflix sobre el ‘caso Asunta’

La pequeña Asunta Basterra, de 12 años, murió asfixiada el 21 de septiembre de 2013. Dos años después, sus padres adoptivos, Rosario Porto y Alfonso Basterra, fueron condenados a 18 años de prisión como coautores del crimen. Porto fue hallada ahorcada en la cárcel en noviembre de 2020. Basterra continúa en prisión. El guionista y productor Ramón Campos convertirá su historia en una serie de ficción de seis capítulos para Netflix titulada El caso Asunta. Candela Peña y Tristán Ulloa interpretarán a Porto y Basterra en una producción que tiene previsto comenzar su rodaje este verano.

Campos ya había abordado en 2017 el caso Asunta en una serie documental de tres episodios. “Hubo muchas cosas que quedaron fuera, cosas que nos contaron y que sabíamos, pero no podían entrar en una serie documental. Decidimos que merecía la pena hacer una serie de ficción porque no era solo recrear lo que ya se había visto, sino aportar datos nuevos”, cuenta en una entrevista por videollamada para hablar de un proyecto que en su cabeza empezó a formarse hace año y medio. “Yo había dicho siempre que no pensaba que hubiera una serie de ficción en el caso Asunta, pero de repente, revisando con el equipo proyectos que teníamos, empezamos a hablar del caso y nos dimos cuenta de que seguíamos teniendo interés en lo que había pasado y las diferentes teorías, y que había muchas cosas que sabíamos y no se habían contado”.

La ficción permitirá a sus creadores profundizar en las relaciones entre los implicados, las motivaciones y la psicología de los protagonistas. “Hemos intentado ser bastante fieles a la realidad en todo lo que tiene que ver con los personajes reales. No sabemos cómo eran las conversaciones, pero sí sabemos su contenido. Lo que se va a encontrar la gente es una historia basada en la realidad, en la que no nos hemos inventado demasiadas cosas”, añade Campos.

Sobre Candela Peña y Tristán Ulloa recaerá la responsabilidad de mostrar las complejas personalidades de Rosario Porto y Alfonso Basterra. Las elecciones para los personajes, sobre todo la de Peña, no parecen las más evidentes. “Lo de Candela no lo vimos claro al principio”, confiesa Campos. “La llamé para otro personaje, pero ella venía con la idea de que podía ser Rosario. Me preguntó si teníamos ya a Rosario, le dije que no y se propuso para hacer una prueba. Como tiene ese carácter, tan espontánea y dicharachera, se me hacía raro, pero me pareció que podía haber algo. Le hicimos una prueba con maquillaje y peluquería y nos quedamos todos muy impresionados”, recuerda el creador.

Para Campos, lo más complejo de dar vida a dos personajes como Alfonso Basterra y Rosario Porto es tratar de entenderlos. “Es un viaje con tres etapas muy diferenciadas: antes del divorcio, después del divorcio y después del asesinato de la niña”, describe. “Lo interesante del caso Asunta y de ellos es que pueden ser cualquiera de nosotros. Eso es lo que nos enganchó a lo sucedido, por eso todo el mundo quería escuchar y leer las noticias. No eran personajes marginales, eran uno más de nosotros. Hay cierta fascinación del ser humano y un miedo a poder hacer algo como lo que vimos en ese caso”.

En su investigación para la serie documental, Ramón Campos mantuvo contacto por correspondencia tanto con Basterra como con Porto, e incluso habló por teléfono con ella. Tras la emisión del documental, mantuvo el contacto con ellos, sobre todo con él, y ya le ha informado de la existencia de esta futura serie. “No tiene opinión al respecto, pero se lo he dicho, y que íbamos a seguir la línea del documental. No pretendía pedirle permiso, porque es un caso público, pero sí quería que estuviera informado por una cuestión humana, prefería que se enterase por mí”.

Para mostrar el caso desde todos los ángulos posibles, la serie contará con varios puntos de vista que cubrirán las diferentes teorías que se manejaron sobre lo sucedido aquella noche, con la intención de que el espectador pueda formarse su propia opinión sobre todo lo que rodeó a este crimen. La investigación del caso por la Guardia Civil, la búsqueda de pruebas y el camino hasta el juicio serán el hilo conductor de la trama. Otro de los asuntos que se abordará es el tratamiento mediático del caso. “Yo tengo formación periodística y me interesa mucho eso. Cuando los medios de comunicación entran en la vida de la gente, la destripan. En este caso se jugó mucho con las filtraciones, hubo muchas filtraciones y manipulación por las distintas partes sobre cómo se quería que la gente recibiese el caso. Todo eso se va a ver en la serie”.

Crímenes reales

Ramón Campos y su productora, Bambú, ya tienen experiencia en la traslación de historias de crímenes reales a la ficción. Lo hicieron, por ejemplo, con En el corredor de la muerte, en la que Miguel Ángel Silvestre interpretaba a Pablo Ibar, condenado a cadena perpetua tras haber pasado 16 años condenado a muerte. O con Fariña, sobre el narcotráfico en Galicia. “Mucha gente cree que es más fácil trasladar a la ficción una historia real que una inventada, pero en el fondo es más difícil porque tienes que encontrar el punto de vista adecuado para contarla. Un caso real per se no es interesante como serie, tiene que tener algo más. En Velvet puedo equivocarme con el punto de vista, en un caso así hay personas vivas, personas cercanas, y tienes una responsabilidad mayor”, dice Campos.

Las historias basadas en crímenes reales se multiplican en la pequeña pantalla. ¿Por qué público e industria audiovisual se sienten tan atraídos por ellas? “Nos atrae el no entender y querer comprender. Cuando no sabemos la motivación de un caso, nos vuelve locos. Nos gustaría entenderlo todo. Para la justicia, las motivaciones no son lo importante, son los hechos. Pero para nosotros sí, queremos entender. Y luego, todos tememos que un día nuestra cabeza haga clic y hagamos algo que no queremos. Ese miedo que todos tenemos dentro y es primitivo es lo que nos atrae a estas historias”.

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