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¿De qué color era Cleopatra? La elección de una actriz negra para una serie de Netflix desata la polémica en Egipto

El docudrama, producción de Pinkett Smith, busca resaltar y enaltecer la vida de reinas africanas, pero ha sido acusado de afrocentrista, revisionista e históricamente impreciso

La actriz Adele James interpreta a Cleopatra en la parte ficcionada del docudrama 'La reina Cleopatra' de Netflix.
Marc Español

Hay pocas figuras históricas en Egipto capaces de provocar polémicas al ritmo al que lo logra Cleopatra. La última discordia generada en torno a una de las reinas más icónicas del antiguo Egipto se ha desatado a raíz de un docudrama de Netflix sobre la vida de la soberana, que protagoniza la actriz negra Adele James para remarcar sus supuestas raíces africanas y que muchos egipcios han leído como un intento sin fundamento de reescribir su historia. Al revuelo en las redes sociales, cargado en muchos casos de fuertes dosis de racismo, se ha sumado una campaña de recogida de firmas, una denuncia ante la Fiscalía, e incluso peticiones desde el Parlamento para tomar cartas en el asunto.

El docudrama, La reina Cleopatra, se estrenará el próximo 10 de mayo y forma parte de la serie Reinas de África, estrenada en Netflix este año y dedicada a explicar la historia de monarcas del continente. La primera temporada de la serie, producida por Jada Pinkett Smith, sigue la vida de la reina Njinga que gobernó dos territorios en lo que hoy es Angola en el siglo XVII y que se labró una gran reputación como política, diplomática y militar.

La temporada dedicada a la reina ptolemaica de Egipto, que gobernó entre los años 51 y 30 antes de la era común, consta de cuatro episodios y la difusión del tráiler fue suficiente para desatar controversia. En la serie, la soberana y su familia son negros, y en el vídeo promocional una historiadora insiste en que “Cleopatra era negra”. Pinkett, por su parte, ha declarado que no se suelen “ver ni oír historias de reinas negras”, y que quería dar a conocer sus vidas porque “constituyeron la columna vertebral de las naciones africanas”. Y la decisión creativa de elegir a una actriz como James para interpretar a Cleopatra se ha justificado como un “guiño a la larga conversación sobre la raza de la soberana”, que gobernó una población egipcia “multicultural y multirracial”.

Una imagen de 'La reina Cleopatra', docudrama de Netflix.
Una imagen de 'La reina Cleopatra', docudrama de Netflix.

La miniserie, sin embargo, ha sido considerada un ejercicio de revisionismo histórico y de afrocentrismo, una corriente historiográfica que centra y enfatiza la importancia de civilizaciones africanas negras, entre las que cuentan la del antiguo Egipto, que habrían sido destruidas, desplazadas o minimizadas por invasores blancos, incluidos los árabes. Esta narrativa aplicada a la historia de Egipto se ha refutado como una especulación sin sostén porque no existen evidencias de que se haya producido en el territorio un desplazamiento o una sustitución masiva de la población que borrara su africanidad negra.

Esta lectura despierta asimismo un fuerte malestar en Egipto porque diluye o directamente niega su conexión directa con los antiguos egipcios. Además de lo que conlleva desde un punto de vista identitario, este enfoque ha sido criticado porque también desde Occidente se ha intentado separar a los egipcios modernos de los antiguos egipcios y considerar a estos últimos la cuna de la civilización occidental por sus vínculos con el mundo grecorromano, lo que de paso cuestiona sus reivindicaciones sobre antigüedades robadas.

Recogida de firmas

En el caso concreto de Cleopatra, el enfoque se lleva al límite porque, aunque aún hay interrogantes sin resolver sobre su vida, se sabe que su padre fue Ptolomeo XII, de origen griego-macedonio. Las raíces de su madre no se conocen, por lo que hay quienes consideran que existe la posibilidad de que fuera negra y, por lo tanto, que la soberana fuera de herencia mixta. Pero no existe ninguna prueba que lo sugiera.

A la izquierda, la actriz Adele James como Cleopatra en la serie que ha provocado polémica en Egipto.
A la izquierda, la actriz Adele James como Cleopatra en la serie que ha provocado polémica en Egipto.

El anuncio del docudrama de Cleopatra en Netflix provocó rápidamente revuelo en redes sociales, al que han entrado algunos actores y destacados arqueólogos del país. También se lanzó una campaña de recogida de firmas, difundida incluso por la Embajada de Rusia en Egipto, que pedía que se cancelase la producción por su falsificación de la historia, y que acumuló más de 85.000 firmas antes de ser retirada de la plataforma Change.org. Desde entonces han aparecido otras a la que también se han sumado miles de personas.

Aprovechando la agitación en las redes, un abogado egipcio presentó una demanda ante la Fiscalía para que ordenara cerrar Netflix en el país por haber producido un documental que promueve el afrocentrismo y que pretende distorsionar y borrar la identidad egipcia, según informaron varios medios locales. Una diputada del Parlamento también se sumó a la polémica y ha llegado a pedir al primer ministro y al ministro de comunicaciones del país que tomen medidas para prohibir la popular plataforma.

Ante la proliferación de comentarios abiertamente racistas en las redes sociales, la actriz Adele James publicó un mensaje en su perfil de Twitter en el que afirmó que no toleraría en su cuenta ese tipo de comportamiento, e invitó a quienes no les guste el reparto de la serie a no mirarla o a hacerlo y a participar luego del debate con “una opinión experta”.

Hace dos años y medio, la representación de Cleopatra en la gran pantalla también desató polémica cuando trascendió que la actriz elegida para encarnar a la soberana egipcia en una nueva película sobre su vida, que aún no se ha rodado, sería la actriz blanca e israelí de origen judío askenazí Gal Gadot, que no se consideró tampoco la mejor candidata.

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