“Aquí se esconde un violador”: Netflix adaptará la novela ‘Ni una más’, retrato de la generación Z ante un mundo adulto

La historia no escrita, al menos no de forma explícita, de la novela Ni una más (Ediciones B) es la historia de reconciliación entre un padre y una hija. El guionista y escritor Miguel Sáez Carral (Madrid, 54 años) publicó en 2021 este relato centrado en Alma, una chica de 17 años en fase rebelde, que experimenta con el sexo y las drogas mientras falla en los estudios y lidia con su autoestima, pero que muestra claras convicciones y lucha por las causas propias y ajenas. Un día, cuelga una pancarta enorme en la fachada de su instituto que reza: “Cuidado, aquí se esconde un violador”. Y su vida cambia de golpe. Este texto de ficción, un thriller que retrata a la generación Z y su relación con la pornografía, las drogas, el feminismo y los abusos sexuales en tiempos del Me Too, fue el modo en que su autor intentó entender a su propia hija adolescente y cambiar una relación marcada por la hostilidad. Su ejercicio de empatía se convierte ahora en una serie de Netflix.

El madrileño recuerda los orígenes de este escrito, que define como una terapia en torno a la paternidad. “Mi hija ahora tiene 20 años y fuimos muy amigos, hasta que se convirtió en una adolescente algo conflictiva. Al menos yo lo percibía así. Tuvimos muy mala relación durante mucho tiempo, con muchos conflictos diarios. Los padres queremos a menudo que los hijos sigan el camino que hemos trazado para ellos en nuestra cabeza. Y los hijos no tienen por qué encajar en ese molde”, relata el autor este lunes en las oficinas madrileñas de la plataforma de contenidos.

En 2019, Sáez Carral comenzó a escribir un texto desde el enfado. Era “la queja de un padre a su hija”, recuerda ahora. Al leer el resultado, entendió que faltaba la visión de ella: “Empecé a examinarme a mí mismo y a buscar las cosas de mi hija que tenían valor. Me di cuenta de que era una muchacha muy valiente, que tenía un enorme sentido de la justicia. Eran dos valores que merecían que yo cambiara mi punto de vista”, dice. El resultado final de Ni una más es la corrección de ese texto tras ponerse en los zapatos de la joven, añadiendo nuevas capas y personajes hasta convertirlo en una novela. “Durante la pandemia los dos hemos madurado. Los dos, no solo ella. Y nos hemos acercado”, cuenta.

La versión televisiva de Ni una más arranca su rodaje en octubre en escenarios de Madrid para estrenarse en 2023. Está protagonizada por Nicole Wallace (Skam España, Movistar Plus+) y Clara Galle (A través de mi ventana, Netflix), y producida por DLO Producciones para Netflix. Sus directores son Marta Font, Eduard Cortés y David Ulloa.

Alma hereda de la hija del escritor esa tendencia a ponerse del lado del más débil y posicionarse en causas que en principio no son populares. Tanto el libro como la futura serie muestra a unos padres “que se mueven por el miedo” y con los que muchos espectadores adultos “van a sentirse identificados”. Y un círculo de amigas nacido de la observación del entorno en el que se movía su propia hija intentando “no infantilizar a los adolescentes”, al estilo de Creedme, miniserie de Netflix de 2019.

Cuando la protagonista hace esa denuncia en forma de pancarta, sobre una agresión sexual que no le ha ocurrido a ella, encuentra que el mundo no cree lo que dice. “Hay muchas situaciones de esta historia que no ocurrirían si el protagonista fuera masculino”, defiende su autor, quien recuerda una cita al respecto: “Cada vez que una mujer alza la voz contra la violencia de género es una piedra que cae de ese muro”.

Apaches fue una adaptación de otra de las novelas Sáez Carral que él mismo se encargó de trasladar a la pantalla. Para Ni una más ha buscado distanciarse de su propio trabajo añadiendo un punto de vista externo, el de la guionista Isa Sánchez (Malaka), con quien trabajó a cuatro manos. Juntos detectaron las cosas que funcionaban sobre el papel que no lo hacían en televisión y los elementos del texto que necesitaban un lugar diferente, más amplio, en pantalla. “En la serie cobran protagonismo otros personajes, como sus amigas y su madre, y entramos en sus mundos”, avanza el escritor. En esa coralidad de historias se destaca las relaciones tóxicas que también viven los más jóvenes con sus parejas, destaca: “No sé si hay una regresión en los valores de los adolescentes de ahora o que esos patrones nunca se fueron y no nos habíamos dado cuenta. Pero ahora choca más”.

Sáez Carral, con formación periodística, saltó al papel de guionista de programas de Telecinco, a finales de los noventa. Allí le llegó la oferta de incorporarse a Al salir de clase, un hito de la ficción juvenil del que acaban de cumplirse 25 años y donde se mantuvo en la mesa de escritores durante más de 600 capítulos. “Fue un éxito inesperado, porque de repente puso sobre la mesa tramas de adolescentes relacionadas con su actualidad, que no se veían en televisión. Creo que la televisión debe ser entretenida. Y esta serie lo era, porque pasaban muchas cosas y el guion estaba continuamente girando”.

Años después, enfrentó el fenómeno de Sin tetas no hay paraíso. Fue algo más que una adaptación de una novela colombiana, ya que sus guionistas tuvieron que cambiar casi toda la trama para adaptarla a la sociedad española y crearon a un personaje como El Duque (Miguel Ángel Silvestre), “un hito que trascendió lo meramente televisivo antes de que tuviéramos redes sociales”, recuerda. Ahora, Ni una más, llega apoyada de una gran plataforma como Netflix, que considera una nueva forma de hacer ficción televisiva.

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