Carlos Fernández: “Netflix quiere ser de mayor una televisión en abierto, pero de pago”
El responsable de contenidos de Atresmedia asienta el éxito de Antena 3 en “la milla de oro”: ‘Pasapalabra’, ‘Noticias-2′ y ‘El Hormiguero’
En sus más de tres décadas de vida, Antena 3 no se había coronado ninguna temporada como la cadena más vista. Hasta el curso que acaba de terminar. Con un 14% de cuota de pantalla, ha sellado la mejor marca en 13 años. Se ha impuesto en la cada vez más cruenta batalla por la audiencia y ha sorteado el empuje de los reyes del streaming. Buena parte del éxito se apoya en lo que la cadena privada ha bautizado “la milla de oro”: el tridente formado por Pasapalabra, Noticias 2 y El Hormiguero, títulos que dominan sus respectivas franjas horarias y han forjado un bloque ganador. “Ser líderes nunca ha sido nuestro objetivo”, confiesa Carlos Fernández (Madrid, 60 años), director general de Contenidos de Atresmedia, propietario también de marcas como La Sexta y Onda Cero. “Nuestro objetivo”, subraya, “siempre ha sido tener un modelo de televisión basado en el entretenimiento, la ficción y la actualidad”.
Fernández conoce bien el sector audiovisual. Sociólogo de formación, se adentró en el mundo de audiovisual a principios de los años noventa. Pasó por Telemadrid, Telecinco, Sogecable, TVE, Plural Entertainment y Vocento hasta que en 2009 asumió la dirección de Contenidos de Atresmedia TV. Ahora es el máximo responsable del negocio televisivo tras el reciente nombramiento de Javier Bardají como consejero delegado. En un despacho cuya única nota de color es el mosaico de pantallas en el que centellean una decena de canales, defiende la apuesta por la series turcas y sostiene que la ficción ha tocado techo en el mercado global. “Es imposible alimentar a Netflix, Disney, HBO, las televisiones en abierto y los miles de canales que hay en el mundo. El talento es limitado”.
El peso de la ficción
Sus pronósticos suelen dar en el clavo. Ya en 2015 anunció que se avecinaba un cambio de ciclo. “Muchos no me creían, pero veíamos que había que ir abandonando la ficción y abrirse a un modelo de entretenimiento mucho más sólido y potente”, recuerda. De hecho, los formatos destinados a distraer son la gran baza de Antena 3. Tu cara me suena lleva ya diez años en emisión y se ha exportado a 38 países. Lo sintomático es que estos contenidos ya no son solo patrimonio de la televisión convencional. “Cuando se produce la eclosión de las plataformas de pago, que ponen el foco en la ficción, el entretenimiento toma el relevo en la televisión lineal. Es lo que marca la diferencia. Ahora, las plataformas se han apuntado al entretenimiento. Si entran en géneros que son territorio de la televisión en abierto, nosotros tendremos que movernos”, advierte Fernández, que visulmbra una vuelta a la emisión en abierto de series más conceptuales. “Si los distribuidores de vídeo hacen melodramas, como son las adaptaciones de la ficción turca, se nos abrirán oportunidades para volver al mundo anterior. Ahora el 80% es entretenimiento y tal vez tengamos que pasar al 60% y dar más peso a la ficción. Y si además marcas como Netflix ofrecen publicidad, parece claro que lo que quieren ser de mayores es una televisión en abierto, pero pagando”.
El punto de inflexión para ganar la temporada no fue, según Fernández, la incorporación de Pasapalabra (antes en Telecinco) a la parrilla de Antena 3, que ha cosechado el 22,5% de la audiencia, lo que se traduce en 2,5 millones de televidentes. El concurso “tiene importancia, pero no tanta para construir el liderazgo. Ha ayudado, aunque no ha sido determinante. “La milla de oro” es clave para vencer en el horario estelar, pero empezamos a ganar el día entero cuando entró Tierra amarga. Es el eje de la victoria”. Atrapa a un millón y medio de espectadores en la sobremesa (16,3%) y mejora el rendimiento de la veterana Amar es para siempre (12,3%).
El grupo ha sido pionero en apostar por los seriales de origen turco, que en el negocio internacional han tomado el relevo de los grandes culebrones venezolanos de los años noventa, pero con estilo modernizado, un “nivel de producción impresionante”. El directivo de Atresmedia percibe que el espectador reclama volver “al melodrama clásico”. Títulos como Infiel, Hermanos o Tierra amarga son reflejo de esta nueva tendencia, que han abrazado incluso las plataformas de pago. “Netflix tiene ya series turcas y trabaja en adaptaciones para el mercado global”, apunta Fernández.
Pese a todo, observa que hay un cierto estancamiento en cuanto a la oferta de ficción de las plataformas. “Por un lado, Netflix ha empezado a cancelar proyectos y, por otro, desde el punto de vista creativo, su objetivo es buscar mínimos comunes para atraer a todo el mundo y eso hace que las series pierdan originalidad. A esto se suma que la industria audiovisual global no da para tanto. No es que la ficción haya colapsado, pero sí ha tocado techo. De ahí la apuesta de las plataformas por programas de entretenimiento y la puja en el mercado de los derechos deportivos: Disney se ha hecho con la fórmula uno para EE UU y Amazon ha comprado las imágenes de la Premier”.
Acudir al mercado turco es compatible con la producción propia. Actualmente, Atresmedia tiene en proceso de grabación 18 series, pero muchas no van destinadas a la emisión en el canal generalista sino en su plataforma de pago, Atresplayer Premium, que este año estrenará La novia gitana, La ruta y Dos años y un día, entre otros títulos.
Noticieros y redes sociales
Los informativos son otra de las patas fundamentales de la televisión en abierto. Y en este terreno, Antena 3 se impone también a sus rivales. Los noticieros acaparan el 19,5% de la cuota de pantalla, frente al 13,5% de Telecinco, el 10,5% de TVE y el 8,5% de La Sexta. Los dos canales generalistas del grupo actúan autónomamente. “Antena 3 y La Sexta tienen su propia línea editorial y no hay ningún tipo de injerencia. Hay competencia en el buen sentido, con dos papeles claramente repartidos. La Sexta es el canal de la actualidad y Antena 3 del entretenimiento, pero sin hacer dejación de las noticias”.
El desafío recurrente es cómo atraer al público joven. El Instituto Reuters y a Universidad de Oxford han detectado que el 39% de los que tienen entre 18 y 24 años utiliza las redes sociales como principal fuente de noticias. Fernández tilda de “terrorífico” este fenómeno porque “en las redes sociales, lo que los jóvenes llaman información probablemente no tenga nada que ver con el periodismo porque son historias no contrastadas ni avaladas por un trabajo profesional”. Y considera que si los medios tradicionales quieren acercarse a las redes sociales tendrán que adaptarse a las narrativas de TikTok, Instragram o Twitch. “El reto es no meterte en un entorno tóxico que te fagocite. Si entramos medios solventes, como nosotros o EL PAÍS, tendremos una oportunidad. Hay que aprender el lenguaje de los jóvenes, su forma de comunicarse y ponerse en su sitio, no intentar que ellos vengan al tuyo. No se trata de reducir un telediario de media hora a cinco minutos”.
La reforma de la ley audiovisual ha colocado en el disparadero a los grandes operadores a cuenta de la figura del productor independiente. Fernández rechaza la polémica: “Antes teníamos la obligación de invertir en productoras independiente el 0,9% de la facturación. Ahora tendremos que subir al 3,5%. Y además entran las OTT en esa obligación. Hemos calculado que el sector pasara de 32 millones de inversión a 112. Si miramos al antiguo modelo americano, en el que el productor asumía riesgo, vemos que aquí un productor trae una idea y no arriesga. Su único riesgo es perder su beneficio industrial”.
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