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Otra vez ‘La voz senior’ y ‘MasterChef junior’: ¿por qué las cadenas siguen apostando por formatos con mitad de audiencia que antes?

Expertos y profesionales de la televisión analizan las razones por las que la programación de la televisión generalista es casi idéntica a la de hace 10 años

Programación TV
Aurora, ganadora de la octava edición de MasterChef Junior.RTVE
Héctor Llanos Martínez

Las cadenas generalistas han avanzado durante los primeros días de este 2022 cómo será su parrilla a lo largo del año. Por el momento, no solo recuerda a la de 2021, sino también a la de hace una década. Formatos como MasterChef (La 1) y La voz (Antena 3) están cerca de cumplir 10 años en antena en España. Cuentan, además, con varios programas derivados, versiones con niños, con abuelos e incluso con famosos en el caso del concurso de cocina. Pero casi siempre sus apuestas no llegan a liderar en su franja horaria y alcanzan discretas cuotas de pantalla, entre el 10% y el 13%. La audiencia se está marchando a otras ventanas de entretenimiento y los canales de siempre prefieren perder espectadores a emprender grandes cambios en su oferta.

La analista Mariola Cubells explica por teléfono que “sus réditos son menores, pero les compensa no innovar, porque es lo que les resulta más barato. Y más en el caso de Televisión Española, que cuenta con un presupuesto limitado que no le da para grandes experimentos. Aunque no todas están actuando igual, el denominador común es que están tan perdidas como todos los demás ante el nuevo panorama audiovisual, tan diverso, convulso y abundante en estos momentos”.

La serie Cuéntame cómo pasó abandonó hace años las audiencias millonarias e incluso dejó de ser la primera opción de los espectadores. Este jueves estrena su tanda de episodios número 22. Got Talent, a pesar de haber experimentado un importante bajón en sus entregas emitidas en 2021, ya prepara su octava temporada en Telecinco. Y Sálvame, en antena desde 2009, comienza a obtener datos por debajo de la media de su cadena.

Aunque Antena 3 muestra intentos de renovar su oferta, incorporando el fenómeno de las telenovelas turcas a su horario de máxima audiencia o nuevos concursos como Mask Singer y Veo cómo cantas, el conservadurismo le sigue funcionando en algunos de los casos. La cadena se ha visto beneficiada por el regreso de un espacio veterano como Pasapalabra, mientras que El hormiguero, estrenado en 2006, y Tu cara me suena, que está emitiendo su novena temporada, mantienen grandes audiencias, como ocurre en Telecinco con Supervivientes.

Quizá por eso está a punto de regresar a Antena 3 el concurso Atrapa un millón para celebrar el décimo aniversario desde su primera emisión en España. Lo hará con varios especiales presentados por Manel Fuentes que pueden desembocar en el regreso definitivo a la parrilla del canal principal de Atresmedia. Así ocurrió con ¿Quién quiere ser millonario?, que espera el estreno de nuevas entregas con Juanra Bonet a la cabeza.

Tinet Rubira, director de la productora Gestmusic, explica que, en el juego de audiencias, los programadores han comprendido que, a veces, lograr un gran dato a cualquier precio para un programa que se emite solo una noche a la semana “puede mermar su rentabilidad”. Prefieren analizar los datos de forma global y lograr cifras aceptables, aunque no espectaculares, durante los siete días de la semana y en las distintas franjas horarias.

David Bustamante y Niña Pastori en 'La voz Senior', de Antena 3.
David Bustamante y Niña Pastori en 'La voz Senior', de Antena 3.

Negocio duplicado

Algo similar ocurre en el mercado estadounidense, donde las cadenas tradicionales continúan apostando por formatos como Mira quién baila, La voz o Supervivientes mientras el televidente se escapa a otro tipo de plataformas. Sus apuestas siguen siendo las mismas que las de hace una década, aunque ahora alcanzan la mitad de audiencia. Una de las razones para ese cambio de actitud es que los conglomerados que poseen estas cadenas son dueños también de las plataformas de contenido en línea. ABC y FOX pertenecen a la misma compañía que Disney+, y NBC cuenta con Peacock. En otras palabras, sus dueños han decidido enfocar su negocio hacia otro lado; dan la batalla por perdida en la televisión tradicional para invertir casi todos sus esfuerzos en el streaming.

Pablo Díaz, en 'El hormiguero' tras ganar el bote de 'Pasapalabra'.
Pablo Díaz, en 'El hormiguero' tras ganar el bote de 'Pasapalabra'.

Para Cubells, las cadenas generalistas españolas “son conscientes de que las plataformas tienen un poder y un predicamento que ellos han perdido”. Y además, han desistido en aéreas como las series y películas, en manos de los servicios a la carta. Ahora, esa competencia también comienza a apostar por otros géneros, a través de contenidos de no ficción (del concurso de cocina Celebrity Bake Off en Amazon Prime Video a la telerrealidad de Insiders en Netfix). Una de las soluciones pasa por imitar el modelo estadounidense y mirar al mercado a la carta. “Atresmedia está apostando muy fuerte y muy bien por su plataforma, Atresplayer Premium. También es muy interesante lo que está sucediendo con RTVE Play, en la cadena pública, algo que se tendría que tener más en cuenta si tuviera más recursos y más respaldo de la cadena, y Mediaset no está jugando esa baza con MiTele Plus”, comenta la experta en televisión.

Koro Castellano, directora de Amazon Prime Video España, recuerda que las plataformas “no siempre suponen una amenaza para las cadenas, porque a menudo colaboran estrechamente con ellas”. Ayudan a coproducir nuevos contenidos como, en el caso de la compañía de Jeff Bezos, series como El pueblo, Señoras del (h)AMPA o Madres, que luego han podido verse en abierto en los canales de Mediaset.

Cubells coincide en que la competencia por la cuota de pantalla en la televisión española es ahora menos feroz. Hasta hace pocos años, era común ver programas cancelados tras su primera o segunda emisión o por haber quedado en segunda posición en su franja horaria. “Se ha desacralizado a la audiencia, las cadenas deciden seguir apostando por los contenidos que habían planeado a pesar de una mala recepción inicial”, apunta. “Incluso han desmitificado la publicidad, porque entienden que el negocio ya no está en esa masa ingente de fieles que estaban pendientes de la televisión, sino en los nichos. Prefieren hacer marca y que eso les brinde otras oportunidades”, continúa la analista televisiva. Por ejemplo, apostar por Drag Race España fuera de su cadena principal y del horario de máxima audiencia le ha permitido a Atresmedia coproducir un espectáculo en directo con los protagonistas del espacio que ha girado por los escenarios de toda España.

En una entrevista a este periódico el pasado septiembre, Rubira defendía que los datos de Operación Triunfo 2020, la mitad que los de la edición de 2017, eran suficientes para la cadena que decidiera volver a emitir el concurso, ya que es un formato que genera otros beneficios en términos de audiencia social en Internet y en otras líneas de mercado. Es una forma, dice ahora, de que “los grupos televisivos tengan un ojo puesto en cada lado y acudir a un público que se está dispersando, sin olvidarse de la televisión lineal, que sigue siendo muy consumida”.

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Héctor Llanos Martínez
Redactor especializado en nuevas narrativas audiovisuales (streaming, pódcast, redes sociales) y en el género documental, con varios años como autor del blog 'Doc&Roll'. Formado en Agencia Efe y elmundo.es, antes de llegar a Verne y la sección de Madrid de El País, escribió desde Berlín para BBC, Deutsche Welle, Cineuropa, Esquire o Yorokobu.

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