Cinco cosas en las que fijarse en los Emmy 2020, la primera gran gala de premios de la pandemia
La industria de la televisión se enfrenta este domingo a su mayor reto: crear la ilusión de una entrega de premios con todas las estrellas en sus casas
Y el Emmy es para… un señor que está en su casa en zapatillas y nos mira por una pantalla. Hacer esto interesante y divertido es el reto al que se enfrenta este domingo la primera gran gala de premios de la pandemia. La edición número 72 de los premios Emmy prometía, en otra vida, un duelo de grandes producciones de televisión que hoy por hoy son imprescindibles para estar al día de la conversación cultural global, como Watchmen, Succession, The Crown o The Mandalorian. Pero cualquier logro artístico estará, al menos durante la gala, eclipsado por la gala misma. No por espectacular, sino por extraña. Estas son algunas de las claves de unos Emmy que aspiran a inventar los premios del confinamiento.
Premios por teleconferencia
Empezaron a cerrar las oficinas, los cines y los bares. Se pararon las producciones en marcha. Pero la fecha de los Emmy nunca estuvo en cuestión. Se celebrarían el 20 de septiembre, a las cinco de la tarde de Los Ángeles. Los presentaría Jimmy Kimmel en un escenario del Staples Center. Y hasta aquí la normalidad. No hay alfombra roja ni fiestas, lo cual es una catástrofe económica para sectores enteros de esta ciudad que viven de las galas, como los cáterin o las limusinas.
Todos los nominados están en sus casas. Lo que han hecho los productores es enviarles a casa un pequeño estudio de televisión portátil de forma que se puedan conectar, escuchar el premio y reaccionar en directo. Según la Academia, son 138 personas, en 114 localizaciones diferentes, en 10 países. Los productores se han puesto la venda antes de la herida. “No va a funcionar bien todo el rato, sencillamente”, dijo a la prensa el productor ejecutivo Ian Stewart. “Hay que aceptarlo”. Una declaración extraordinaria para un productor de Hollywood.
Además, será en estricto directo. “Son 130 señales en directo entrando. Es como tener 130 partidos a la vez”, dijo Stewart. Durante esta semana se han entregado los llamados Creative Arts Emmys, que premian decenas de categorías menores y técnicas. Los ganadores han enviado discursos pregrabados. No será así. El compromiso con el directo para exprimirle algo de emoción es total. Los nominados que estén en Europa o Asia tendrán que quedarse despiertos si no quieren que el mundo los vea roncando mientras les dan un premio.
Quizá el mejor ejemplo hasta ahora de una conexión múltiple de este tipo realizada con éxito fue la Convención Demócrata del pasado 17 de agosto. La convención política, sin embargo, solo tenía que no quedar mal. Los Emmy están obligados a ser un espectáculo de referencia. La mejor reunión de Zoom del mundo.
Cambio de ciclo
En este envoltorio de locos, los Emmy van a servir para iniciar un ciclo nuevo en la categoría de drama. Se acabó la década de Juego de tronos, la serie más premiada de la historia. Ya el año pasado estaba de salida, pero la industria de la televisión decidió darle un último homenaje a una serie que ha roto las costuras de lo posible en la pequeña pantalla. Ahora, la categoría de drama está lista para nombrar un sucesor (sí, va con intención). La segunda temporada de Succession, de HBO, se enfrenta a la tercera de Ozark (Netflix), con 18 nominaciones cada una. Ambas han visto reconocido también el trabajo de todos sus actores principales. Por detrás, esperan dar la sorpresa The Crown, The Mandalorian y Stranger Things. En comedia, el cambio de ciclo ya se inició el año pasado cuando el huracán Fleabag barrió en la que iba a ser la última gala de Veep. Dos series se miden este domingo en los Emmy de comedia: La maravilosa Sra. Maisel y Schitt’s Creek.
Nuevos actores fuertes
Hace apenas cinco años que los Emmy se sorprendían de las primeras nominaciones para Netflix o el primer gran premio para Hulu. Este año entran además con nominaciones Disney+, Apple TV+ y Quibi. Es el reino de las plataformas. La de Disney entra además nada menos que con una nominación a la serie dramática del año, por el fenómeno de The Mandalorian (y 19 nominaciones en total). La de Apple tiene 18 nominaciones, cinco de ellas para actores de su serie bandera de lanzamiento, The Morning Show.
¿Puede Netflix reinar por fin?
Netflix ya es el estudio de cine y televisión más grande de la historia, al menos en volumen. Ha estado nominado al Oscar a la mejor película dos veces. Ha ganado el de película extranjera. Nadie produce más. Y, sin embargo, nunca una producción suya ha ganado uno de los tres Emmy grandes de ficción: mejor drama, mejor comedia o mejor miniserie del año. Siempre pierde contra HBO, y cuando no está, contra el tercero en discordia. Este año, Netflix ha batido el récord histórico de nominaciones, con 160. Las esperanzas de cerrar esa cuenta pendiente recaen en The Crown, Ozark y Stranger Things (drama); Dead to Me y El método Kominsky (comedia); y Unbelievable y Unorthodox (miniserie). Ninguna lo tiene fácil.
El grupo de nominados más diverso
La atención se suele poner en los Oscars, pero la realidad es que las grandes series de televisión son curiosamente blanquísimas, incluso en estos tiempos de tanta producción. Un análisis de Los Angeles Times descubrió que entre 2015 y 2019, el 82% de los nominados de los Emmy eran blancos, incluyendo tres cuartas partes de los actores y el 90% de directores y guionistas. Este año, eso ha cambiado, gracias a HBO. La miniserie Watchmen, protagonizada por una mujer negra, es el programa más nominado del año. En total, este año hay 38 actores negros nominados, el doble que el año pasado.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.