Meta acaba con su programa de verificación para acercarse a Trump y la red de Elon Musk
La compañía de Mark Zuckerberg argumenta que “ha ido demasiado lejos” en la moderación de contenidos por “presión social y política” y adoptará en Instagram y Facebook el sistema de notas que usa X
Meta ha tomado este martes la polémica decisión de poner fin al programa de verificación de datos. Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, se suma así al grupo cada vez más numeroso de líderes del sector tecnológico que abandonan posiciones mantenidas durante años para tratar de congraciarse con el presidente electo estadounidense, Donald Trump, que gobernará con el respaldo de un Congreso controlado por el Partido Republicano y un Tribunal Supremo de mayoría conservadora en el que él ha nombrado a tres de sus siete miembros.
La red social de Zuckerberg da ahora el paso de cancelar un programa de verificación que lanzó en 2016 tan solo unos días después de que se incorpore a la empresa Joel Kaplan, quien fue asesor del expresidente estadounidense George W. Bush y cercano al círculo del próximo presidente, Donald Trump. El gigante de la red social dejará de usar comprobadores de contenidos y, al igual que su competidora X, la antigua Twitter, delegará en los usuarios la incorporación de notas o correcciones a las publicaciones. Kaplan sustituyó hace cuatro días en el cargo a Nick Clegg, ex viceprimer ministro británico, como jefe de asuntos globales, para facilitar el acercamiento a Trump.
El creador de Facebook ya acudió en noviembre a Mar-a-Lago, la mansión de Trump en Florida, para una cena con el inminente jefe de Estado la víspera del Día de Acción de Gracias. Meta también ha anunciado una donación de un millón de dólares para las celebraciones de investidura de Trump el próximo 20 de enero, un paso en el que le han precedido Amazon, Uber y el consejero delegado de Open AI, Sam Altman.
El paso se anuncia después de que Meta anunciara la incorporación a su consejo de administración de Dana White, empresario, presidente de la organización de artes marciales UFC y un destacado aliado de Trump. También llega semanas después de que el megamillonario Elon Musk, propietario de X, retuiteara un mensaje en el que se criticaba a Facebook por censurar opiniones conservadoras.
En un vídeo que acompaña el anuncio del fin de la verificación de datos, en el blog de Facebook, Zuckerberg justifica la decisión con el argumento de que los comprobadores profesionales también cuentan con sus propios sesgos. También reconoce que el paso es consecuencia de la victoria electoral de Trump. “Hemos alcanzado un punto en el que hay demasiados errores y demasiada censura”, explica el consejero delegado de Meta.
“Las recientes elecciones también se sienten como un punto de inflexión cultural para priorizar de nuevo la expresión. Así que vamos a volver a nuestras raíces, centrarnos en reducir los errores, simplificar nuestras políticas, y restablecer la libertad de expresión en nuestras plataformas”. “Vamos a recalibrar nuestros filtros de contenido para ser mucho más exigentes antes de retirar contenido”, ha agregado.
De esta forma, Meta se alinea con el modelo de Donald Trump y de su recién nombrado jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental, Elon Musk, propietario de Tesla y X, donde el magnate suprimió la moderación tras adquirir la red social.
En el blog de Facebook, Kaplan también ha argumentado las razones: “En los últimos años, hemos desarrollado sistemas cada vez más complejos para gestionar el contenido en nuestras plataformas, en parte en respuesta a la presión social y política para moderarlo. Este enfoque ha ido demasiado lejos. A pesar de lo bien intencionados que han sido muchos de estos esfuerzos, se han expandido con el tiempo hasta el punto en que estamos cometiendo demasiados errores, frustrando a nuestros usuarios y, con demasiada frecuencia, interponiéndose en el camino de la libertad de expresión que nos propusimos permitir. Demasiado contenido inofensivo es censurado, demasiadas personas se encuentran injustamente encerradas en la “cárcel de Facebook” y, a menudo, somos demasiado lentos para responder cuando lo hacen”.
Kaplan apela a la libertad de expresión para justificar la medida. “En las plataformas donde miles de millones de personas pueden tener voz, todo lo bueno, lo malo y lo feo está a la vista. Pero eso es libertad de expresión”.
Con esa premisa, Meta ha anunciado el fin del programa de verificación de datos de terceros, activo desde 2016, y el paso a las notas de la comunidad. El programa se basaba en la incorporación de organizaciones independientes de verificación de hechos para completar o precisar o etiquetar y limitar la información publicada en la red social. “Con el tiempo, terminamos con demasiado contenido verificado. Un programa destinado a informar, con demasiada frecuencia, se convirtió en una herramienta para censurar”, asegura.
La verificación independiente se sustituirá por un sistema similar al de X, que en la práctica supone el abandono de la moderación de contenidos. El nuevo modelo se denomina Notas de la Comunidad, que delega en los usuarios la calificación de los mensajes y que requerirán de un acuerdo determinado entre los mismos para que su decisión sea efectiva sobre los mensajes.
Desde este martes queda abierta en Facebook, Instagram y Threads —tres de las principales redes sociales del mundo y que acumulan cerca de 3.000 millones de usuarios— la plataforma para formar parte de la comunidad de notas, que comenzará en Estados Unidos estos meses para ir ampliándose al resto de países.
El gigante tecnológico también ha anunciado el traslado de sus equipos de moderación de contenidos desde el progresista Estado de California a la republicana Texas. Sus sistemas automáticos de moderación pasarán a centrarse más en infracciones consideradas particularmente graves, como el terrorismo.
De esta forma, el sistema que ha permitido la eliminación de millones de publicaciones (el 1% del contenido, según Meta) desaparece con el argumento de que “se ha aplicado en exceso, limitado el debate político legítimo y censurando demasiado contenido trivial”. Zuckerberg ya había expresado en el pasado su arrepentimiento por lo que considera ahora un control excesivo de los contenidos sobre la covid durante la pandemia en sus plataformas.
Temáticamente, la medida afectará a contenidos muy sensibles donde los bulos y la desinformación hacen cosecha diaria. “Nos estamos deshaciendo de una serie de restricciones en temas como la inmigración, la identidad sexual y el género que son objeto de frecuentes discursos y debates políticos. No es justo que se puedan decir cosas en la televisión o en el Congreso, pero no en nuestras plataformas. Estos cambios en la política pueden tardar unas semanas en implementarse por completo”, argumenta el nuevo directivo de asuntos globales.
Violaciones graves
La supresión de moderación automática de contenidos se aplicará especialmente a información política, donde se han registrado, según afirma Meta, “demasiados errores” y en la que solo se intervendrá si los usuarios advierten de un problema. Sí se mantendrán para lo que la plataforma considera “violaciones de alta gravedad”, relacionadas con terrorismo, la explotación sexual infantil, las drogas, el fraude y las estafas.
El equipo de revisión de errores en la moderación se reforzará y será necesaria la opinión de varias personas e incluso de un modelo de inteligencia artificial para eliminar contenido. De esta forma, la interacción con contenidos políticos aumentará y se personalizará con el uso de algoritmos de recomendación.
Las primeras reacciones no han tardado en llegar. “La verificación de datos y la moderación no es algo que deba quedar en manos de unos pocos controladores que pueden fácilmente aplicar su sesgo en sus decisiones. Es un proceso democrático que debe quedar en manos de muchos”, ha escrito la consejera delegada de X, Linda Yaccarino, en un mensaje en su red social. “Es un paso inteligente por parte de Zuck, y algo que espero que otras plataformas imiten”.
Todo lo contrario opina Ross Burley, cofundador de la ONG contra los bulos y abusos en línea denominada Centro para la Resiliencia de la Información, quien considera la decisión de Meta como “un gran paso atrás para la moderación de contenido en un momento en que la desinformación y el contenido dañino están evolucionando más rápido que nunca”.
“Si bien los esfuerzos para proteger la libertad de expresión son vitales, eliminar la verificación de hechos sin una alternativa creíble corre el riesgo de abrir las compuertas a narrativas más dañinas. La lucha contra la desinformación no tiene por qué hacerse a costa de la libertad de expresión. Las plataformas pueden y deben lograr un equilibrio entre la libertad de expresión y la seguridad pública; esta medida, sin embargo, parece más una cuestión de apaciguamiento político que de una política inteligente. Ahora es crucial que la sociedad civil, los gobiernos y los organismos de control independientes intensifiquen su escrutinio de los espacios en línea, a medida que las plataformas revierten las salvaguardas clave”, asegura Burley.
Los verificadores no censuran
El trabajo de los verificadores no tiene nada que ver con la labor de censura o con la incorporación de sesgos determinados a la conversación. Su labor es objetiva y consiste en identificar contenidos que no se corresponde con la realidad o con una tendencia clara hacia la desinformación. Se someten anualmente o cada dos años a estrictos exámenes por parte de organizaciones internacionales independientes que evalúan que la forma de etiquetar los contenidos es metodológica. Una vez identificada la desinformación, carecen de potestad para anular o suprimir contenidos. Su labor consiste en advertir a los responsables de la red social, que son, en última instancia, quienes deciden qué hacer con el contenido.
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