Twitter ha disuelto la tarde de este lunes su Consejo de Confianza y Seguridad, formado por expertos independientes y organizaciones sin fines de lucro que asesoraban a la red social en desarrollo de productos, programas y reglas como moderación de contenidos y combate al odio en la plataforma. Los integrantes de este consejo, formado en 2016 y ampliado tres años después, recibieron esta tarde un escueto mensaje por correo electrónico en el que se les agradecía su tiempo e informaba que la estructura no tenía cabida dentro de la “nueva fase” en la que Elon Musk ha metido a la compañía.

“Estamos reevaluando de qué manera podemos brindar perspectivas externas a nuestros productos y a nuestras políticas de desarrollo de productos. Como parte de esto, hemos decidido que el Consejo de Confianza y Seguridad no es la mejor estructura para esto”, aseguraba el correo electrónico recibido por las organizaciones y revisado por diarios como The Wall Street Journal y The Washington Post. El mensaje estaba firmado por la compañía.

Una de las principales tareas del consejo era asesorar en materia de acoso en Internet. Para esto, Twitter contaba con el apoyo de decenas de organizaciones internacionales especializadas en el combate al racismo, al odio contra musulmanes y judíos, en privacidad y protección de menores en Internet, derechos humanos, apoyo a la libertad de expresión. Así como otras dedicadas al feminismo, la lucha contra la violencia machista y la trata
de personas.

Musk, en cambio, cree que este órgano no estaba cumpliendo con sus responsabilidades. El viernes acudió a su cuenta para cargar contra Jack Dorsey, fundador y antiguo consejero delegado, y contra el encargado de operaciones, Ned Segal. El emprendedor millonario aseguró que antes de que tomara el timón, el pasado 27 de octubre, nadie dentro de la compañía estaba haciendo nada para proteger la seguridad de los niños en la Red. Segal, afirmó, estaba más ocupado gastándose millones de dólares en entradas para ver a los Warriors de la NBA. “Esto es falso”, le respondió Dorsey. Musk indicó que hizo de esta una de sus más altas prioridades, que puso en manos de Ella Erwin, quien llegó a Twitter en junio.

El correo electrónico fue enviado minutos antes de que comenzara una reunión de Erwin y el encargado de política global con integrantes de las organizaciones sociales. El tema, de acuerdo a The Washington Post, era discutir algunos acontecimientos recientes. Entre estos, la renuncia el jueves de tres miembros, quienes dieron un portazo en protesta por la forma como Musk ha conducido la red social en las últimas semanas.

Acoso a un exejecutivo

Otro asunto que ha tensado las relaciones dentro de la compañía del pájaro azul son los llamados Twitter Files. Musk, auxiliado por los periodistas independientes Matt Taibi y Bari Weiss, ha promovido la publicación de documentos internos de la cúpula de ejecutivos que le precedió. El magnate escribió la madrugada de este lunes: “El virus del pensamiento woke (lo políticamente correcto) debe ser vencido o nada más importa”.

Algunos usuarios de Twitter subrayaron este lunes que los filtros de moderación no estaban funcionando como deberían. “La cuenta de @TwitterSafety parece no estar eliminando las amenazas de muerte”, escribió un tuitero esta tarde. Dichas advertencias, que bien podían caer en la categoría de acoso cibernético, iban dirigidas a Yoel Roth, un exejecutivo de Twitter que abandonó la empresa en noviembre. Tras la salida, Musk ha utilizado su cuenta, que es seguida por más de 120 millones de personas, para criticar duramente a Roth y las medidas que adoptó en el seno del consejo de Confianza y Seguridad, que hoy desaparece.

Entre las decisiones avaladas por Roth está la expulsión de Donald Trump de Twitter en 2021, una medida que Musk revirtió tras una consulta en su cuenta. Su papel en el debate ha vuelto a ver la luz en la serie de supuestas revelaciones de los Twitter Files.

CNN asegura que Roth y su familia han abandonado su casa y han huido. Esto después de que incrementara el acoso de parte de una horda cibernética alentada por Musk. El magnate y sus seguidores sacaron de contexto un ensayo académico que Roth hizo para la Universidad de Pensilvania en 2016 y lo convirtieron en una teoría sobre la pedofilia. Algunos usuarios de Twitter también han atacado a los profesores que revisaron el texto universitario.

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