La voz de toda la saga de Harry Potter

No eran cuentos lo que su madre le leía cada noche de pequeña, sino ensayos de mitología. “Por eso sé tanto de este tema”, dice Leonor Watling (Madrid, 1975) a través de videollamada en la presentación de Audible, los audiolibros de Amazon. Le ha puesto voz a la saga de Harry Potter, interpretando a cientos de personajes, incluyendo “al más difícil”: el villano Voldemort.

“Aunque la lectura es una cosa primitiva ha hecho falta esta tecnología para volver a ella”, comenta. “A diferencia de lo audiovisual, que te toma, cuando escuchas tienes que rellenar y hacer un ejercicio de imaginación muy potente. Suelo escuchar Audible en el coche, sobre todo cuando hacemos giras con mi grupo Marlango, o con mis hijos en casa”.

La actriz, que estrenó el pasado noviembre la serie Nasdrovia en Movistar+, sigue comprando vinilos y apuesta por las salas de cine porque “el streaming no te ofrece ese nivel de inmersión”. Se descarga aplicaciones, pero acaba por no usarlas. Confiesa tener cierto descontrol con el móvil.

“Tengo un problema, porque cuando te dedicas a escribir, como yo, necesitas sentarte y aburrirte, pero con las redes sociales el móvil acaba siendo una distracción. Hasta te engañas diciéndote que lees cosas interesantes. Lo más terrorífico es que no tiene fin”.

Donde sí pone límites es en Instagram. “Mi vida personal no la comparto. A veces digo algo en Twitter, pero en eso soy analógica. Entiendo que es un escaparate para hablar a mucha gente, no para compartir algo privado. De aquí surgen los haters, es un lugar anónimo donde sacar toda tu ira. Hay tanta comunicación que crees que tu voz es escuchada y que por eso puedes opinar de todo”. En cuanto a TikTok lo usaría solo por imperativo. “Puedo hacer cosas absurdas, como rodar a las tres de la mañana o grabar un TikTok, pero no voluntariamente”.

Recuerda Mad Max y La fuga de Logan como las películas distópicas que más le han impactado. “Creo que en el cine nos gusta imaginarnos cosas horribles y ver que estamos mejor. Por eso no nos hemos extinguido”. Y de las propuestas más recientes recomienda El dilema de las redes en Netflix. “Hasta ver este documental no lo había pensado. Lo digital está construido sobre unos y ceros, y al incluirnos en esta nueva realidad estamos intentando que nuestro mundo se simplifique a esos unos y ceros, así o no, a me gusta o no me gusta. Nos estamos convirtiendo en algo dual y la vida es más compleja. No se profundiza, todo lo que no quepa ahí no le interesa al mundo digital”.

Por ello, cree que, aunque la tecnología siempre nos ha influido (“tampoco puedes separar la química de la pintura”), es ahora cuando estamos empezando a tener esta conversación. “Tenemos que pensar qué mundo digital queremos. Dentro de unos años, cuando veamos a niños con tabletas será como ver ahora fotos de médicos fumando. Habrá una generación que recordaremos como la que se comió la era digital sin control. Hay que intentar no agrandar la distancia entre los que tienen la tecnología y los que no, entre quienes la manejan y los que no”.