Thermomix Friend, a prueba: un sidecar para cocinar más platos y más cantidades
El nuevo robot de Vorwerk se presenta como un complemento que permite más volumen de comida, más recetas cocinándose al mismo tiempo e incluso menos tiempo en la cocina
¿Qué es mejor que una Thermomix? ¿Dos? No exactamente. A menos que estemos hablando de una cocina de revista, tener la parejita de estos robots exigiría sacrificar más de medio metro de encimera y pagar el nada desdeñable precio del segundo ejemplar. La nueva propuesta de la firma alemana Vorwerk es una solución intermedia a este equilibrio imposible entre espacio, dinero y cantidad de comida.
Thermomix Friend es lo que Robin a Batman. O lo que el fogón pequeño de la vitrocerámica al grande. El robot se presenta como una suerte de sidecar de dimensiones mucho menores que se conecta por bluetooth a la máquina principal y promete servir de complemento de su hermana mayor para lograr más cantidades y más platos incluso en menos tiempo en la cocina. Su compatibilidad está limitada a los modelos TM5 y TM6.
De acuerdo con Vorwerk, el dispositivo llegará a España “próximamente” después de lanzarse en otros países hacia finales del año pasado. Aunque su precio rondará los 500 euros, Friend no puede considerarse una versión lowcost del electrodoméstico original. Por un lado, hasta ahora no se ha vendido por separado, sino en promociones junto con el aparato principal. Por otro, sus funciones están drásticamente limitadas: no tiene báscula, ni conexión a internet y la velocidad máxima de la cuchilla es la 2, frente a la 10 que sí alcanza el otro aparato. Sus habilidades se limitan a calentar, revolver y medir tiempos.
Para poner a prueba su potencial, hemos preparado tres recetas de Cookidoo —la plataforma oficial de Thermomix— específicamente diseñadas para combinar a la máquina primigenia con la nueva.
Sencilla instalación
Poner en marcha Thermomix Friend es casi tan fácil como sacarlo de la caja. Una vez encajados vaso y base, basta confirmar la correspondencia de un código numérico con el robot central para dejar ambos aparatos conectados. Mientras que lo habitual es que sea difícil encontrar espacio en los armarios para el robot clásico, la máquina complementaria no es mucho mayor que una sandwichera: cabe de sobra en un cajón mediano. Hay que tener en cuenta, no obstante, que también tendremos que buscarle hueco al vaso adicional.
Desplegado el regimiento de thermomixes, empezamos por preparar un curry de langostinos. La receta comienza por poner a cocer el arroz en el Friend y emplea la nave nodriza para la elaboración del resto del plato. La programación de tiempo y velocidad se envían automáticamente al dispositivo complementario de manera que solo hay que activar el procedimiento.
Una vez concluido el proceso, tenemos el plato principal y el acompañamiento listos para comer. Pero también hemos ensuciado un segundo vaso de Thermomix y su correspondiente cestillo para cocer un poco de arroz. En lo que a guarniciones sencillas se refiere, tal vez este dispositivo no sea el vehículo ideal. Lavar en profundidad una cazuela de tamaño medio siempre será infinitamente más sencillo que enfrentarse a los recovecos del vaso del robot. Lo bueno es que hemos aprendido a usar el Friend sin poner en peligro elaborados manjares.
Para el segundo asalto ponemos a prueba el apartado de cantidad con un chili con carne. Todo comienza con un sofrito bastante lógico, pero conforme vamos avanzando, la receta se vuelve un poco inescrutable. A media preparación, la cocina empieza a parecer un juego de trileros: es imposible saber con seguridad qué ingrediente está en cada vaso. La clave en esta situación es encomendar la cena a los divinos planes de Cookidoo y seguir religiosamente sus instrucciones. Al final, obtenemos dos vasos llenos de alubias y carne que, una vez mezclados, solo pueden calificarse como un imponente barreño de chili con carne. Una semana después de esta tentativa siguen quedando tuppers en el congelador.
Thermomix Friend permite abarcar mucho. Y, en la mayoría de los casos, aprieta suficiente. El pequeño amigo del robot de cocina solo deja ver las inevitables debilidades de sus menores dimensiones en una ocasión: al atascarse revolviendo una de las mezclas de salsa y carne picada. En este caso, la única manera de convencerle de seguir adelante fue creer en él y añadir la carne poco a poco, manteniendo la cuchilla activa en el intervalo. Isaac Ramos, experto en Thermomix, aclara que esta incidencia responde a medidas de seguridad: puesto que el Friend no incorpora la función de bloquear la tapa cuando está en funcionamiento, sus cuchillas están programadas para detenerse en caso de encontrar una resistencia superior a la esperada.
Corto recetario
En el tercer asalto, optamos por un menú: bacalao con mantequilla de cítricos y muffins con chips de chocolate. La tarea del Friend es cocer el pescado, las patatas y unos pedazos de calabacín mientras la jefa se encarga de preparar la masa de las magdalenas y la mantequilla con que se aderezarán las verduras y el bacalao. En este caso, la eficiencia es sorprendente. Cuando nos sentamos a la mesa para dar cuenta del pescado, las magdalenas ya estaban enfriándose, listas para convertirse en postre. Más comida por menos tiempo.
Cookidoo incorpora por ahora 62 recetas pensadas para ser preparadas con el combo de robots. Este catálogo, aunque suficientemente amplio para hacer algunas pruebas, puede quedarse corto a medio plazo. Además, muchas de las propuestas parecen más dignas (en tiempo y recursos) de una cena especial que de las necesidades de un martes cualquiera. Por supuesto, el cocinero experimentado no está obligado a depender de la guía de Cookidoo para utilizar una o las dos máquinas. Es más, según explica Ramos, aunque el plan es seguir ampliando el catálogo, también se espera que los propios usuarios interioricen las habilidades de una y otra máquina y puedan adaptar sus recetas. Pese a todo, la desaconsejamos para quienes acaben de conocer la Thermomix, porque encontrarán más dificultad para sacar partido a la combinación de esta y su sidecar.
Thermomix Friend tiene sentido para usuarios muy activos y que se tomen en serio la planificación de sus comidas. Aunque su aportación resulta menos espectacular cuando el plan de cocina simultánea es cocer unas patatas, cumple la promesa del ahorro de tiempo y las grandes cantidades. ¿Quién puede no necesitar este complemento? Los cocinillas paracaidistas que desempolvan su Thermomix una vez al mes y que nunca han sentido la frustración de tener poca cantidad o no estar optimizando su tiempo hasta el último minuto.
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