Los insultos en Twitter: una práctica común que crece con la campaña de Madrid

Los insultos tenían tradicionalmente poco espacio en la vida pública. En estas elecciones de Madrid una pancarta de Ciudadanos recurre a cinco variantes distintas, para tratar de demostrar que ellos evitan ese terreno. Los insultos mencionados por el cartel del candidato Edmundo Bal (traidor, fascista, amargado, parásito, rata) son fáciles de encontrar en Twitter.

La campaña ha estado marcada por la crispación de los sobres con amenazas. Es difícil hacer una correlación entre el ambiente en redes y sus consecuencias en la vida real. Pero es poco probable que ayude. EL PAÍS ha descargado una extensa muestra de los tuits que incluyeran algunos de los insultos más usados por los españoles durante nueve días de campaña en Madrid. Había 79.840 originales, sin contar retuits, que es un modo de replicar el insulto. De esos, en 5.346 se mencionaba a un candidato en Madrid o sus partidos.

La cita del nombre en Twitter del candidato es importante porque no lo se ve solo quien lo emite, que puede ser una cuenta pequeña, sino quien lo recibe o quien busca por ese candidato. Los tacos no son siempre para insultar o menospreciar al candidato: a vece se usan para enfatizar un punto o en una discusión con otro usuario de Twitter que también está mencionado.

Pablo Iglesias e Isabel Díaz Ayuso son los que más atención logran y son también los candidatos más insultados. A pesar de que algunos tuits de la base de datos no se refieren directamente a los candidatos, sí que están en el ambiente. También hemos dejado fuera todos los tuits con insultos a medios de comunicación, periodistas u otros políticos preponderantes que no participan en las elecciones en Madrid.

Entre los casi 80.000 tuits de la base de datos, los partidos o políticos más citados son Vox, Pablo Echenique, Rocío Monasterio y Pedro Sánchez. Junto a ellos, las únicas cuentas no políticas que atraen muchos insultos son el programa deportivo El Chiringuito, su presentador, Josep Pedrerol, la cadena Ser y EL PAÍS. Aunque los insultos de este periodo pueda verse afectada por la campaña en Madrid, es habitual ver a la política arriba de todo, según el ingeniero Juan Carlos Pereira Kohatsu, creador de una herramienta para medir el odio en Twitter: “Después de los análisis que he realizado podría decir que sí, ya que en algunos análisis sobre el 8M o la semana del Orgullo LGTBI+ los usuarios más envueltos en odio son los políticos”, dice.

Las cuentas con más ganas de producir insultos suelen ser pequeñas, pero tienen sus cientos de seguidores y sus comunidades. Son un tipo de usuario que vive en cámaras de eco y que disfruta de una gratificación social en las redes que a menudo no encuentra fuera, según Chris Bail, director del Laboratorio de Polarización de la Universidad de Duke: “Además de ganar estatus en su bando, muchos de los extremistas que entrevistamos disfrutaban viendo a sus rivales alterados. Nuestra capacidad de influir en otros es valiosa para gente que tiene poco control sobre sus vidas”, dice. Cuando estos usuarios se encuentran en su cronología con afirmaciones de rivales políticos (ya sea porque les responden o porque alguien las retuitea), su reacción es afianzarse en sus opiniones.

Esto no implica que no haya casos puntuales de insultos entre usuarios con más seguidores y mayor aceptación social. Los tuits con más interacciones que incluyen insultos a candidatos son del escritor Suso de Toro y del fotógrafo Dani Gago:

Twitter emplea verificadores humanos y tecnología, que manda la mitad del contenido abusivo a revisión: “Tomamos medidas contra insultos excesivamente agresivos que ataquen a una persona, como el contenido que incluye calumnias o vocabulario de ese estilo”, dicen las políticas de la red social. “Vocabulario de ese estilo” es algo bastante amplio y además depende en parte de que un usuario reporte algo raro. Y luego puede pasar esto que también advierten en sus políticas: “Ten en cuenta, también, que si bien algunas personas pueden considerar que algunos términos son ofensivos, no tomaremos medidas contra cada caso en que se utilicen términos que puedan resultar insultantes”. Es difícil de sacar mucho en claro con estos términos.

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