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Palantir, misterioso proveedor del Pentágono y la CIA, ofrece a España sus servicios contra el coronavirus

La compañía de análisis de datos, fundada por un partidario de Trump y consejero de Facebook, aprovecha la pandemia para ampliar sus negocios en Europa

Peter Thiel, fundador de Palantir, sentado a la izquierda del presidente Donald Trump, junto a otros líderes de empresas tecnológicas en la Torre Trump en diciembre de 2016.
Peter Thiel, fundador de Palantir, sentado a la izquierda del presidente Donald Trump, junto a otros líderes de empresas tecnológicas en la Torre Trump en diciembre de 2016.AFP/GETTY IMAGES
Jordi Pérez Colomé

Palantir, misteriosa empresa de análisis de datos impulsada por la CIA y que tiene múltiples contratos con el Pentágono y el control de aduanas e inmigración estadounidense, ha ofrecido sus servicios al Gobierno de España para combatir el coronavirus. Según fuentes gubernamentales consultadas por EL PAÍS, el contacto no ha pasado por ahora a conversaciones formales. Esas mismas fuentes también han declinado precisar en qué consistía la oferta concreta. EL PAÍS ha contactado con la sede de la compañía en California para obtener más detalles, de momento sin respuesta.

La oferta se enmarca en una ofensiva europea de la compañía fundada en 2003 por Peter Thiel, uno de los pocos magnates de Silicon Valley que apoya abiertamente a Donald Trump y miembro del consejo de Facebook. Reino Unido ya ha anunciado un acuerdo con Palantir para analizar en tiempo real la capacidad de cada hospital y la evolución de sus pacientes. La compañía estaría ya en conversaciones privadas con las autoridades de Alemania, Francia, Austria y Suiza para ofrecer sus servicios, según la agencia Bloomberg. En ninguno de esos países de momento ha fructificado nada.

El movimiento de Palantir es relevante por su fama, historia y clientes. Pero es una más entre las empresas tecnológicas que intentan ayudar o pescar en las aguas revueltas de la pandemia. Los gobiernos no parecen afrontar decisiones fáciles para seleccionar cuáles son las propuestas más útiles. Desde programadores que ofrecen la app que quizá arregle todos los problemas, a compañías con cientos de empleados que ven una oportunidad única de colaborar y hacer amigos, las ganas de ayudar pueden confundirse a veces con la buena fe. Las tentaciones que rodean el caos y los nervios pueden llevar a las autoridades a pasarse de frenada o a despreciar las leyes que regulan la privacidad. El equilibrio no será fácil de conseguir.

Palantir no es la única compañía que aprovecha estas semanas de pandemia para lograr clientes. La israelí NSO, creadora de la herramienta de espionaje Pegasus, que se ha usado contra periodistas y activistas de todo el mundo y que sirvió para hackear el móvil de Jeff Bezos, aspira a vender a gobiernos occidentales una adaptación de su software para rastrear contagios con datos de telefonía.

Palantir ha firmado contratos con el Pentágono y agencias civiles del Gobierno de Estados Unidos por más de 1.400 millones de dólares desde que Trump es presidente. Dos de sus últimas grandes polémicas tuvieron que ver con el empleo de su software por parte de la agencia que controla la inmigración para rastrear y detener a cientos personas sin documentos con el fin de devolverlas a sus países. En 2018 salió también a la luz su presunto papel junto a Cambridge Analytica para obtener datos de Facebook y perfilar a votantes estadounidenses.

La inversión inicial de la CIA en Palantir y su colaboración junto al ejército de Estados Unidos para, por ejemplo, seleccionar como objetivos a posibles terroristas ha envuelto a la empresa en un halo de misterio. Al contrario que compañías como Google o Amazon, cuyos empleados han mostrado distintos grado de malestar a la hora de colaborar con el Pentágono, Palantir ha aspirado a definirse como una “empresa patriótica”.

A pesar de esta pesada fama, es probable también que pocas empresas tengan una experiencia similar en tiempos de crisis. Hace un par de semanas, Courtney Bowman, encargada de privacidad y libertades civiles de Palantir, publicó un post en la web de la empresa donde daba unas guías generales para combatir la pandemia que mostraban un nivel de experiencia poco habitual: “Los únicos datos que importan en una crisis son los que pueden llevar a resultados concretos, los que puedan activarse o dar contexto para tomar decisiones con consecuencias. Eso es el grano [por oposición a la paja]. En un entorno de muchos datos hay un número infinito de análisis potenciales, y se perderá el tiempo si se siguen todos sin una estrategia focalizada”.

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Sobre la firma

Jordi Pérez Colomé
Es reportero de Tecnología, preocupado por las consecuencias sociales que provoca internet. Escribe cada semana una newsletter sobre los jaleos que provocan estos cambios. Fue premio José Manuel Porquet 2012 e iRedes Letras Enredadas 2014. Ha dado y da clases en cinco universidades españolas. Entre otros estudios, es filólogo italiano.

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