Nuevo iPad Pro, productividad a precio de oro
Apple renueva su tableta de alta gama eliminando botones y añadiendo un nuevo puntero
El nuevo iPad Pro llega en dos tamaños y suple al anterior del mismo nombre. Apple ha renovado su tableta más potente borrando la versión anterior de su catálogo y añadiendo más potencia en versiones de 11 y 12,9 pulgadas. La edición de 2018 de su tableta ha adelgazado, ya pesa mucho menos que un portátil pero pretende ser tan útil y mucho más divertido apoyado por su motor gráfico y cuatro altavoces, que aseguran ofrecer un sonido más envolvente.
Durante las pruebas dirigidas con especialistas. Apple ha hecho hincapié en su capacidad para sacar partido a la realidad aumentada con aplicaciones educativas, como Froggpedia, o lúdicas, como NinjaGo de Lego. Un aspecto que todavía no tiene muchos usos reales, pero que se perfila como el próximo terreno a conquistar por Apple.
Uno de los puntos de fricción habituales, comenzar a usar un nuevo aparato y hacer la mudanza del perfil y las aplicaciones, se ha mejorado sustancialmente. Basta con acercar el iPhone para que reconozca al dueño y pregunte qué quiere trasladar. En apenas 10 minutos todo está listo. Cómodo, sí, siempre que se esté dentro del universo de Apple. Todo es sencillo dentro del círculo creado por la suma de Airpods (auriculares), ordenador Mac, iPad, Apple Watch e iPhone. El ecosistema es sólido y fluye, pero cambiar algunas de las piezas rompe el flujo. Es la magia de Apple, pero también una de sus barreras tanto para entrar como para salir.
Cuando Apple presentó su iPad, a secas, en abril, hubo una notable bajada de precio. Lo posicionaron como el aparato óptimo para las escuelas, confrontando con los Chromebooks que promueve Google. El iPad asequible, además, era compatible con el Pencil que existía entonces y con un modelo genérico, si se acepta el símil con los medicamentos, fabricando por un tercero, Belkin, a un precio más bajo. En esta ocasión el precio del iPad que sale a la venta este miércoles comienza en 879 euros en versión de 64 gigas de memoria. La superior llega al terabyte por 1.709 euros.
El lápiz dota de sentido muchos de los cambios, pero, oh, mala noticia, no viene de serie. Se compra aparte, lo que significa un gasto adicional para sacar el máximo partido de la tableta. El puntero, más ligero, es también más resistente a golpes y caídas. Se ha rediseñado desde cero
Incompatible con el Pencil antiguo
El nuevo iPad Pro no es compatible con el Pencil nacido en 2015. Ya no se carga a través del puerto lightning, sino que lo hace al posarlo en uno de sus bordes gracias a su conexión magnética. El teclado también se conecta gracias a tres puntos de contacto en la parte trasera.
Entre lo más destacado, la potencia comprimida en menos peso, una pantalla sin apenas bordes, así como el procesador, similar al del iPhone Xs, y la cámara. También la desaparición del botón de inicio (home), que servía de salvavidas en caso de pérdida. Ahora todo se centra en los gestos táctiles en pantalla. Sin lector de huellas digitales, como en el iPhone, el reconocimiento facial sirve para desbloquear el aparato.
Entre lo mejorable, el precio, muy alto. Así como asumir algunas decisiones de Apple y sus consecuencias. Los fieles tendrán que invertir en un nuevo lápiz (135 euros), así como en un funda-teclado (la anterior tampoco es compatible, cuyo precio es de 199 euros para el modelo de 11 pulgadas y 219 para el de 12,9), además de un cable USB-C extra para cargar la tableta o traspasar archivos desde y hacia otros aparatos.
Tras usar el iPad Pro de 11 pulgadas durante el fin de semana y escribir gran parte de esta pieza en el mismo, se puede concluir que la batería ha mejorado notablemente y que ya sí sirve para trabajar. Brilla en edición de video (iMovie) y audio (Garage Band) amateur. El retoque de fotos con el Pencil es un ahorro constante de tiempo, pero no llega a suplir al ordenador por completo. El sistema operativo está pensado para tocar la pantalla, para pasar de una aplicación a otra, incluso para ver películas y jugar, también para gestionar el correo, pero la hoja de cálculo, el día a día de muchos de los profesionales a los que se dirigen, sigue sin terminar de funcionar.
Apple sigue negando la convergencia entre Mac (sistema operativo de sus ordenadores) e iOS (el de móvil y tableta). Viendo los resultados de la prueba está cada vez más cerca el día en que la única diferencia será la capacidad para gestionar los ficheros, su compatibilidad con otros aparatos, así como la creación de cierto tipo de archivos, como las citadas hojas de cálculo, donde el lápiz sirve de ayuda, pero no es suficiente.
¿Ha llegado el iPad su límite? Es posible que esté en su punto más refinado y pulido. Durante el anuncio de resultados financieros de Apple la semana pasada desveló una decisión de gran calado: en lo sucesivo no compartirán cifras de aparatos vendidos. Volverán a dejar en manos de los analistas las estimaciones, tal y como hace Amazon, pero no dirán la cantidad de tabletas, ordenadores, móviles y relojes que llegar al mercado. ¿Hora de inventar la siguiente de categoría de producto? Muy probablemente.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.