Huawei Mate 10: inteligencia artificial en el móvil
Sin marcos y con una cámara que brilla en las escenas nocturnas, aprende del uso diario para adaptar su rendimiento. Acaba de salir a la venta por 699 euros
Estos últimos meses nos hemos encontrado con smartphones flagship con precios cercanos e, incluso, superiores a los mil euros. Es el caso de los últimos terminales de Apple y Samsung, y se prevé que suceda lo mismo con el V30 de LG que llegará en las próximas semanas. Por eso, es una buena noticia que Huawei haya decidido mantener un precio contenido (699 euros) para su nuevo buque insignia, el Mate 10.
Los sacrificios que se han hecho para conseguirlo no son muchos ni determinantes para el funcionamiento del terminal: tecnología OLED, carga inalámbrica o resistencia al agua son las ausencias más destacadas. Por lo demás, se suma a casi todas las tendencias actuales, como una pantalla sin marcos, compatibilidad con la carga rápida y efecto retrato en las fotografías.
Cuadrado
Ficha técnica
Pantalla: 5,9 pulgadas LCD con formato 16:9, 2.560 x 1.440 píxeles de resolución (499 ppp)
Procesador: Huawei Kirin 970 de 8 núcleos (4*Cortex A73 2.36GHz + 4*Cortex A53 1.8GHz) + co-procesador i7, Mali-G72 MP12 GPU. NPU: Unidad de Procesamiento de Red Neural
Memoria RAM: 4 GB
Almacenamiento: 64 GB / Ranura para microSD hasta 256 GB
Cámara: Trasera con doble sensor: 20MP Monocromo + 12MP RGB, f1.6, OIS (Estabilizador Óptico de Imagen), BSI CMOS, flash de LED dual, PDAF+CAF+Laser+Autofoco de profundidad, zoom híbrido 2x, grabación de vídeo 4K. Frontal de 8 megapíxeles con apertura de f2.0
Batería: 4000 mAh
Sistema operativo: Android 8.0 con EMUI 8.0
Tamaño: 77,8 x 150,5 x 8,2 mm
Peso: 186 g
Conectividad: Wi-Fi 2.4G/5G, 802.11a/b/g/n/ac con soporte para Wi-Fi Direct, Bluetooth 4.2, soporte BLE, soporte aptX/aptX HD y LDAC HD Audio Sensores: GPS/Glonass/BDS, sensor dactilar, G-Sensor, sensor de giroscopio, brújula, sensor de luz ambiental, sensor de proximidad, sensor Hall, barómetro, control remoto por infrarrojos
Otros: USB Tipo C, DisplayPort 1.2, NFC, resistente a las salpicaduras
Precio: 699 euros
El Huawei Mate 10 tiene un diseño atractivo en el que la pantalla se lleva todo el protagonismo. Y es que se extiende prácticamente hasta los bordes, dejando los marcos reducidos a su mínima expresión. Por regla general, los modelos de la competencia con esta filosofía poseen un formato alargado de 18:9 (el doble de alto que de ancho), gracias al que se facilita el agarre o se fomenta la sensación de inmersión durante la reproducción de vídeos.
Huawei se desmarca de esta moda y mantiene la tradicional relación de aspecto 16:9: la misma con la que han sido grabados la mayoría de contenidos multimedia disponibles en la actualidad. De esta manera, al visualizarlos se evita que el móvil tenga que adaptar las imágenes o que aparezcan bandas negras a ambos lados. No todo es positivo: con 5,9 pulgadas, el teléfono resulta un poco ancho y es indispensable utilizarlo con las dos manos. La sensación se potencia con el acabado en cristal de su parte trasera, que provoca que se resbale mucho al agarrarlo —y que sea un auténtico imán para las huellas—.
Y hablando de huellas. Mientras la mayoría de fabricantes ha optado por trasladar el lector a la zona trasera, la china lo deja en el frontal, bajo la pantalla. Para ello ha tenido que disminuir su tamaño, aunque eso no afecta a su funcionamiento (muy rápido y sin errores) ni a sus capacidades. De hecho, está dotado de las funcionalidades propias de un panel táctil: al tocar sobre él se activa la función de retroceso; si se deja pulsada durante un segundo se vuelve a la interfaz principal; y cuando se desliza el dedo de un lado a otro se abre el menú de aplicaciones en segundo plano. Se necesitan unos días para acostumbrarse a este método de control pero, una vez conseguido, es una alternativa muy cómoda a los iconos en pantalla.
Multimedia
En lo que a la calidad visualización se refiere, este smartphone monta un panel LCD compatible con HDR10 y resolución QHD. La experiencia está a la altura de los mejores, con colores realistas y un brillo adecuado, aunque nos hubiera gustado ver los resultados con un panel OLED, una de las principales tendencias del momento. Por otro lado, nos parece adecuada la posibilidad de personalizar la resolución en función de los contenidos que se estén viendo o de la batería restante; algo que se puede hacer de forma manual pero también de manera automática. Esta última opción es, tras nuestras pruebas, la solución más adecuada.
Sin embargo, flojea en la reproducción de audio. Los altavoces presumen de ser estéreo, pero no están colocados simétricamente: uno se sitúa encima de la pantalla y otro en el borde inferior, junto al puerto de carga. De ahí que el sonido se escuche un poco descompensado. Para usos puntuales no está mal, pero si queremos ver vídeos largos, resulta bastante molesto.
La regla del 8
El smartphone de Huawei trae de serie Android 8.0, aunque oculto tras la capa de personalización propia de la firma: EMUI, también en su versión 8.0. Su funcionamiento es muy fluido y contempla algunas funciones como la posibilidad de conectar el dispositivo a un monitor para utilizarlo como si de un ordenador se tratara.
De hecho, hacerlo es tan sencillo como conectar ambos dispositivos a través de un cable USB-C a HDMI (no viene incluido). Ni siquiera es necesario enlazar por Bluetooth un teclado y ratón, porque es posible emplear el móvil como un gran panel de control táctil. No se trata de un modo pensado para un uso intensivo ni continuado, pero para situaciones esporádicas puede convertirse en una solución muy recomendable. Además, el rendimiento es tan positivo como cuando se utiliza el smartphone como tal: su procesador Kirin 930 de 8 núcleos con GPU de 12 núcleos equipada en el chipset, junto con sus 4 GB de memoria RAM, se encargan de ello.
Por su parte, los 4000 mAh con los que cuenta su batería prometen. Durante los días en los que hemos probado el dispositivo nos hemos ido a la cama con carga para unas cuantas horas del día siguiente, incluso cuando su uso ha sido intensivo. Además, es compatible con la carga rápida (la propia de Huawei) y viene con un cargador adaptado a ella de serie: en 10 minutos alcanza el 20% y en media hora sobrepasa el 50%.
Inteligente
Del procesador hay un aspecto que destaca sobre todos los demás: ha sido dotado de una unidad dedicada al procesamiento neural (NPU) que permite disfrutar de inteligencia artificial. ¿Qué significa esto? Que el teléfono va aprendiendo de lo que hacemos para adaptar su modo de funcionamiento, optimizar los recursos del sistema, permitir un consumo más eficiente de la batería, ofrecer respuestas en tiempo real o reconocer imágenes. Por el momento, es una característica que no se ha desarrollado por completo y, por lo tanto, no podemos afirmar que suponga una gran ventaja con respecto a otros terminales que no disponen de esta tecnología. Sí se ha implantado en algunos usos, como la app Translator, con capacidad para traducir textos en tiempo real con sólo enfocarlos con la cámara. Viene instalada por defecto y hace esta tarea en segundos y de forma correcta.
La competencia
- Samsung Galaxy S8
- iPhone 8 Plus
- LG G6
- Huawei U11
- Sony Xperia XZ1
Pero el gran ejemplo práctico del uso de la IA lo encontramos en la cámara fotográfica. Así, y con el modo automático activado, basta con enfocar una persona u objeto para que el móvil decida por sí sólo cuales son los ajustes con los que se conseguirá la mejor captura. En concreto, detecta comida, mascotas, personas, imágenes nocturnas, flores… Es una función muy útil si no somos muy mañosos con la configuración manual y sólo hemos encontrado pequeñas limitaciones en su uso: una persona debe estar a una distancia cercana y mirando a cámara, por ejemplo, para que active el modo retrato.
Precisamente este modo es uno de los más atractivos, porque ya incorpora la opción de desenfocar el fondo para crear efecto bokeh. Los resultados son bastante buenos, aunque con algunos fallos en zonas complejas como el pelo y un desenfoque quizá demasiado exagerado para que parezca natural.
Valoración y veredicto
Calidad-precio: ****
Diseño: ***
Innovación: ****
Manejo: *****
Extras: ***
Veredicto:
- Rotundamente bueno
- Recomendable
- Neutro
- Más bien negativo
- Muy negativo
Para conseguirlo, el terminal dispone de dos cámaras traseras, en cuyo desarrollo ha vuelto a colaborar la firma Leica. En concreto, dispone de un sensor RGB de 12 megapíxeles y otro monocromo de 20 megapíxeles que comparten sistema de estabilización óptica de la imagen y un diafragma muy luminoso f/1.6. Con su combinación se consigue gran definición y detalle en las capturas con buena luz, así como sorprendentes fotografías de escenas nocturnas, en las que el ruido casi desaparece. ¡Y qué decir cuando decidimos hacer fotografías en blanco y negro!
A un escalón
Huawei Mate 10 es un buen smartphone que tiene como objetivo competir con los mejores. Sus armas son un rendimiento adecuado, una pantalla sin marcos y una cámara fotográfica que brilla durante las escenas nocturnas. Que incluya funciones relacionadas con la inteligencia artificial está muy bien, aunque hay que esperar a que se desarrollen un poco más para valorar si de verdad supondrán un antes y un después en la telefonía móvil. Y que su precio sea inferior en unos 300 euros a otros modelos, ayuda a que destaque. Todo ello no quita que tenga algunas carencias que hacen que, lamentablemente, no podamos situarlo a la altura de los más laureados.
Lo mejor y lo peor
Lo mejor:
- Cámara
- Dimensiones de la pantalla
- Lector de huellas frontal
Lo peor:
- Acabado en cristal
- Sonido
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Tamaño: 77,8 x 150,5 x 8,4 mm. Pantalla de 5,9 pulgadas.
Destacamos: cámara principal de 20 megapíxeles, 64 gigabytes de capacidad y 186 gramos de peso.
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