Steve Ballmer quiere saber dónde van a parar los impuestos
El exCEO de Microsoft y dueño de los Clippers de Los Ángeles cuestiona la labor social del gobierno
Parece una moda, una rareza de millonarios, optar por la filantropía cuando son ricos y se retiran. Sin embargo, en el caso de Steve Ballmer, el sucesor de Bill Gates en Microsoft, con una fortuna personal de más de 31.000 millones de dólares, es distinto. Lo que ha decidido es crear una herramienta para poder contar cómo el dinero de los impuestos no llega a cumplir la finalidad para la que se recauda. “¿Cuánto hace el gobierno por los niños más necesitados? Imposible de saber. Sobre todo nosotros que lo tenemos más fácil, que somos gente de número, de tecnología, no sabemos bien dónde van los impuestos”, dijo durante su intervención en Code Conference, la conferencia que cada año organiza Recode con los líderes del mundo tecnológico.
Ballmer ha lanzando USA Facts, una web dedicada a mostrar datos relacionados con impuestos, gasto público y proyectos estatales. Toma más de 70 fuentes oficiales y pone el foco en la capacidad del usuario para jugar con ello con gráficos y visualizaciones fuera de lo habitual. Uno de los errores que encuentra en la mayoría de los proyectos de datos y fiscalización está, precisamente, en la capacidad para hacer historias, buscando una narrativa que despierte interés entre tanta cifra.
Ha nacido con dos empleados a tiempo completo, pero espera seguir contratando para que sus estudios sean de utilidad tanto a medios como a ciudadanos. Puso el dedo en la llaga: “La cuestión es que no queremos que lo vean solo los que leen el Washington Post o el New York Times. Lo que queremos es que el ciudadano que no vive en las costas entienda qué pasa con su dinero. Quiero que entiendan que con hechos contrastados se puede tener poder”.
En Silicon Valley hay una pregunta recurrente entre los más poderosos, todos les preguntan y también se la hacen entre sí, si pretenden ser presidentes de Estados Unidos. Todos lo niegan. Ballmer tampoco acepta el reto: “No tengo ambición política, cero. Me encantan los números, pero hay dos cosas con las que no puedo. Ver que hay gente que se está desangrando y tampoco que el gobierno siempre tenga déficit. Quizá es una deformación de mi época en Microsoft, pero…”
A Ballmer le preocupa un concepto complejo, la clase media, y su pérdida de capacidad de consumo: “En USA Fact mostramos de dónde viene cada dólar, cuánto paga cada familia y cómo impacta en proyectos. Entre 2000 y 2015 han perdido poder adquisitivo, les quedan menos dólares para consumo”.
El sueño de unos de los personajes más llenos de energía y parodiado del mundo tecnológico es que la siguiente generación supere a la actual. “Quiero que cada niño de América tenga la posibilidad de ir más lejos de lo que llegaron sus padres. Y los que son muy pobres, lo siguen siendo. El 20% de la parte más baja, no se mueve de ahí”.
Nada más retirarse y pasar el testigo a Satya Nadella, Ballmer compró el 4% de Twitter, por momentos se rumoreó una posible compra de toda la empresa. “Hice una decisión mágica, voy a ser VC. Twitter es un gran valor. Creo que hay una gran oportunidad de hacer que tenga valor económico también. La información en tiempo real sirve. Conectar en tiempo real es algo único”, dijo, pero pronto se fue despegando. Dejó de asistir a los encuentros con inversores y está más distante.
Ballmer se mostró crítico con Jack Dorsey, cofundador de Uber y actual consejero delegado. Dorsey lo hace a la vez que ejerce el mismo cargo en Square, una empresa de pagos que también cotiza en bolsa. “Ser CEO es un trabajo a tiempo completo, no puedes serlo de dos empresas. En algún momento Jack tendrá que elegir”.
Apasionado como pocos, Internet está lleno de vídeos del Ballmer gritando. Últimamente lo hace en los partidos de Los Ángeles Clippers, el equipo de baloncesto que compró hace dos temporadas. Su próxima meta es llevar más tecnología al deporte: “La gente lo ve en casa pero, ¿y si mostrásemos las posibilidades de que entre o no la canasta en tiempo real? ¿Y si lo quiero ver cómo un jugador? ¿Cómo el árbitro? Ya hay software para ello, y cámaras de alta definición”. En 2017 estrenará el sistema en beta, como se llama a las pruebas con clientes reales en el argot. En 2018 pretende llevar el servicio a hogares, tabletas y móviles.
¿Terminarán los robots con los partidos de baloncesto? “No, eso son eSports. La energía y el carisma de los jugadores reales no tienen comparación”.
Desde su salida de Microsoft la empresa ha hecho un gran cambio. Ballmer fue extremadamente honesto consigo mismo: “Las empresas tienen éxito con una idea y talento a su alrededor, siempre que tengan capacidad de ejecutar la idea. Si tienen una segunda idea, necesitas más talento y tener la capacidad, pero eso ya no es fácil de ver. Creo que fui lento en la capacidad para darme cuenta, en el hardware fui lento. Tardé en verlo”. Reconoció el fracaso del móvil con Windows: “Perdimos. Quisimos usar viejas técnicas y no nos llevaba a ningún lado. Teníamos una mala llegada al mercado y un mal modelo de negocio. Con la nube Satya (Nadella, actual CEO) sí se ha entendido muy bien cómo funcionan los negocios”.
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