El coche sin conductor de Google circulará este verano
El biplaza se moverá por Mountain View (California), donde tiene su sede el buscador
Totalmente por sorpresa. Así acaba de anunciar Google que su biplaza llegará a las calles este verano. Superado el mayor impedimento, la necesidad de incluir un volante para que un humano pueda tomar el control en caso de problemas, el coche koala, como se le conoce de manera popular, comenzará a desplazarse por los aledaños de su sede, en Mountain View (California). El modelo anterior solo se había movido por ese entorno y por la carretera 101, en el tramo que una el cuartel general de Google con San Francisco.
La flota inicial incluirá 25 coches, que por ahora serán prototipos, no modelos finales. Que nadie espere emociones fuertes: no pueden ir a más de 40 kilómetros por ahora, esto es, están indicados para uso urbano.
En un movimiento poco habitual, Google ha abierto las puertas a pruebas con personas ajenas a la empresa para que se familiaricen con el vehículo en los próximos meses.
DMV, el equivalente a la Dirección General de Tráfico en España, tiene gran parte de culpa en la demora de la salida del coche al mundo real. Hace un año, cuando Google mostró el vehículo, esta entidad exigió que incluyeran volante y frenos para accionarlos si se percibe una emergencia. Superado este contratiempo, Chris Urmson, responsable del proyecto, considera que están cerca la meta final: “Han sido años de trabajo, de ajustar la tecnología. El siguiente gran paso será llevarlo a la gente, ver cómo se mezcla con ella”.
Esta misma semana un informe evidenció que, aunque fiables, están lejos de la perfección. El modelo anterior, un Lexus, sufrió 11 accidentes desde que comenzaron las pruebas en 2009.
El peculiar diseño del coche, que recuerda vagamente al coche huevo de BMW, se ha escogido por eficiencia: su consumo resulta bajo, ocupa poco espacio y permite una mejor disposición de las baterías.
Google pretende que para 2020 ya sea corriente ver vehículos completamente autónomos en las carreteras. Para ello, la empresa valora la posibilidad de asociarse con productores automovilísitocs o ofrecer licencias de su sistema para que sean esas empresas las que los implementen en los vehículos.
Se contemplan varios posibles modelos de negocio, aún sin confirmar por la compañía. Por un lado, la suscripción, que permitiría el transporte de usuarios de un punto a otro diario, como complemento al transporte público. También podría usarse para acercar al usuario a una tienda que le ha hecho llegar una oferta y que correría con los gastos del transporte a cambio de que Google llevara y trajera al usuario.
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