Apple desvela el ‘software’ de sus próximos iPhone e iPad
La conferencia de desarrolladores de San Francisco es la más enigmática de los últimos años
La promesa fue un otoño lleno de novedades. Llegó un iPad más fino, más potente que ninguno de los anteriores, pero supo a poco. Un año después, Apple afronta hoy lunes su conferencia de desarrolladores sin un reloj inteligente que ofrecer al mercado, mientras Samsung, Sony y nuevas firmas especializadas copan este terreno. Tampoco ha renovado su Apple TV, ni lanzado un televisor. Mientras tanto Google con un cada vez más rico Chromecast, como Amazon con Fire TV, ha sabido aprovechar este espacio para proponer una mezcla de entretenimiento para el hogar con cine, series, aplicaciones y juegos que no plantan cara a las consolas domésticas, pero sí ofrecen una buena experiencia de ocio.
El último movimiento de Apple, la compra de Beats, por 3.000 millones de dólares, deja una puerta abierta a la innovación en el terreno de iTunes. Por un lado se centran en el hardware de calidad, los auriculares de los profesionales de la música; por otro, contratan un grupo de profesionales compacto capaz de crear una marca reconocible en muy poco tiempo, pero lo más importante es que se hacen con una amplia base de usuarios de su servicio de música en streaming, los que mejor han plantado cara a Spotify en Estados Unidos. La cara más negativa de este movimiento es que evidencia que su servicio de radio ha pasado totalmente inadvertido, iTunes Radio, para los consumidores y toca volver de nuevo a este campo.
Apple llega a su conferencia anual de San Francisco con los fieles ilusionados ante la llegada de iOS8, el sistema operativo llamado a renovar el motor de iPhone e iPad, pero también con la inquietud de seguir creando ordenadores atractivos. Un guiño fue comenzar a ensamblarlos en Estados Unidos para promover la industria local, el cambio real tendrá que ser una adaptación al mundo táctil e integración mejor con su ecosistema.
La edición de esta conferencia destaca, sin embargo, por el despiste de las posibles presentaciones; eso significa que será fundamentalmente software, sin excepciones para aparato alguno porque, de lo contrario, ya se habrían filtrado informaciones desde los ensambladores asiáticos. Otra posibilidad es que hayan guardado el secreto, algo cada más más difícil, y la tarcera, que no haya nada muy novedoso, una posibilidad que provocaría una caída inmediata de la acción
Apple tienen que avanzar en el mundo de la salud, el hogar y el Internet de las cosas
No se espera un cambio de interfaz radical de los aparatos, pero sí avances en algunos campos. El de la salud es el más importante. El primer paso fue la inclusión del procesador M7 en iPhone 5S, dedicado a monitorizar el movimiento, el siguiente es manejar mejor esos datos y no ser excluyentes con las aplicaciones dedicadas a mejorar el físico.
Se espera que Apple anuncie hoy un programa parecido a Passbook, un almacén de tarjetas de fidelización, de viajes o de compras, para poder gestionar mejor qué se come, cuánto se consume y qué hábitos deben mejorarse para ganar en salud y bienestar. Todo alrededor de su iPhone, el corazón de su negocio. Ni iPad ni Apple Store ni mucho menos el caduco iPod. La salud de Apple sigue dependiendo fuertemente de las ventas del iPhone y a su alrededor deben girar todas las novedades.
Samsung, su competidor más duro, ya ha comenzado a explorar la senda de las aplicaciones sanitarias y hogareñas, alrededor del Galaxy S5, un teléfono que igual controla el aire acondicionaod de la casa como registra la actividad física.
Apple tampoco va a proponer un coche como el de Google, sin conductor ni pedales, pero su sistema de integración con el automóvil tiene que comenzar a mostrar avances, sobre todo en modelos de gama media-alta. Un golpe de efecto podría ser cualquier tipo de acuerdo con la compañía de moda en el motor, Tesla.
El hogar sigue siendo la asignatura pendiente de Apple. No han apostado por el chip NFC, de contacto cercano, para poder activar luces, música o termostatos, algo que Google ya entendió y procedió a comprar Nest, pero tampoco han ido más allá de plataformas de sonido. Acciones como poder activar la calefacción al salir de la oficina o comprobar si hay intrusos en casa con una aplicación están cada vez más cerca. Sin embargo, parece que apuestan por iBeacons, una plataforma de comunicación inalámbrica, que pronto integrarán en sus tiendas y en las de terceros para hacer ofertas personalizadas mientras el cliente potencial está en el local.
Entre lo casi seguro que anunciará en la tarde del lunes (hora europea), se cita la renovación del iMac, el ordenador de sobremesa, pero no es probable que desvelen hasta final de verano nuevos iPhone, tabletas o relojes inteligentes. El hardaware es para el otoño.
Una verdadera novedad sería un cambio de guion en las cada vez más previsibles presentaciones: Directivo, experto en la materia, directivo con datos, experto de nuevo, desarrollador invitado y, antes de la despedida, un golpe de efecto en forma de anuncio inesperado, el famoso “one more thing” que tanto ha perdido desde que murió Steve Jobs. Pero Jobs era Jobs y Cook es Cook. Los resultados económicos priman sobre los conejos de la chistera.
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