Los calcetines también serán inteligentes
Heapsylon promete prevenir lesiones en los pies y detectar los fallos de equilibrio al andar
Si unas gafas pueden ser inteligentes, por qué no los calcetines, siempre más en contacto con el cuerpo humano. Heapsylon asegura que sus calcetines han superado la prueba de la lavadora. Aparte de asegurar que entrarán dos y saldrán dos, los sensores de los calcetines no perderán sus propiedades, entre ellas la capacidad de prevenir lesiones o detectar en la gente mayor pérdida del equilibrio, además de contar pasos y escalones.
Los calcetines Sensoria de la empresa Heapsylon se añaden a la lluvia de wearables, accesorios inteligentes para ropa que últimamente se encuentran en proyecto, como las gafas de Google o el iWatch de Apple o Samsung. Sin esperar a ellos, ya existen relojes inteligentes de Sony y I'm Watch, así como pulseras o collares que miden el ejercicio físico. Por lo general, siempre consiste en sensores y acelerómetros que se comuinican via bluetooh con el smartphone y, posteriormente, volcarlos datos en el ordenador.
Heapsylon intenta recoger la financiación de 65.000 euros en Indiegogo. Sus fundadores son exempleados de Microsoft en el área de Kinect, que aspiran a convertirse "en el Gore TEX de los calcetines. Estamos hablando de la nueva generación de la computación, la que se incrusta en las prendas de ropa que vestimos", ha declarado el cofundador y consejero delegado, el italiano David Vigano.
La monitorización del ejercicio no es solo asunto de los deportistas. Su mayor incentivo económico proviene de la medición de constantes vitales para aseguradoras médicas y la medicina preventiva de la sanidad pública. Recientemente Jawbone, fabricante de un medidor de pasos, ha llegado a un acuerdo con la sanidad pública para sus pacientes.
Según cifras del sector, solo en Estados Unidos la monitorización de pacientes creció de los 2.900 millones de euros en 2007 a 6.600 en 2011 y llegará a los 15.300 millones de euros en 2016, según Kalorama Information. El atractivo de estos wearables es que pueden ayudar a reducir el gasto sanitario entre la creciente población de más edad. En el caso de los calcetines Sensoria, aparte de medir pasos y escalones (cuanto más bajo se coloca el aparato en el cuerpo mayor es su fiabilidad), puede detectar heridas y defectos en el andar y pérdidas de equilibrios.
El primer par de calcetines, con la tobillera de recogida de datos, costará 112 euros, y 60 los siguientes tres pares, solo con los sensores.
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