_
_
_
_
_

“No hay que matar un formato para tener otro”

Yves Guillemot, presidente de Ubisoft, analiza la industria del videojuego

Yves Guillemot, consejero delegado de Ubisoft.
Yves Guillemot, consejero delegado de Ubisoft.

Yves es el mayor de los cinco hermanos Guillemot. En 1986, en su pueblo natal de Carentoir (Francia) Claude, Michel, Christian, Gerard e Yves fundaron el estudio de videojuegos Ubisoft. Hoy es el tercero del mundo y prácticamente el único gran estudio europeo capaz de hacer frente a norteamericanos y asiáticos.

Ubisoft va a su ritmo. Solo lanza al año una docena de títulos, entre ellos, ahora el superventas Assasin’s Creed III. Con estudios en los cinco continentes y 6.700 empleados, facturó el último año 972 millones de euros y obtuvo unos beneficios de 260 millones. En resumidas cuentas, a la familia Guillemot y, concretamente a su presidente y consejero delegado, Yves Guillemot, les va bien, en un sector que, por primera vez, se enfrenta a dos retos: una crisis y un cambio de hábitos de los jugadores con la popularización de móviles y tabletas.

Pregunta. ¿Cuál es su valoración de 2012?

Respuesta. Un año interesante. Se están explotando dos grandes máquinas, Xbox y PlayStation 3, y explotando el ciclo de vida de Wii. Además, hemos creado una propuesta interesante para Wii U. Estos últimos nos ha ilusionado mucho, en Estados Unidos se vendieron todas las unidades en una semana.

P. ¿Cómo afecta la presencia de una nueva consola?

R. Para empezar, siempre que sale un nuevo hardware hay movimiento entre los consumidores. La propuesta de la Wii U de doble pantalla y multijugador es muy creativa. Nos ha servido para explorar nuevas experiencias narrativas. Como forma de ocio familiar le auguro muchas posibilidades. En el juego Rayman, por ejemplo, mientras el que tiene la tableta lidera, los acompañantes pueden ayudar a eliminar enemigos.

P. ¿Cómo se compite en el mundo del videojuego desde Europa, una industria en pugna entre Japón y Estados Unidos?

R. Intentando defendernos. En Estados Unidos hay mejor salud que aquí. Estamos en un entorno en el que cada vez se vende menos en cajas y más en digital. Nosotros pensamos que esa es la línea y apostamos por ello.

P. ¿La tableta significa una amenaza para las consolas?

R. No, son algo complementario. De hecho, se están incorporando a las consolas. En Wii U como un mando propio y en Xbox será con Smartglass. Una pantalla adicional puede servir de guía, de información complementaria, consulta de estadísticas, mapas... No, no creo que sea necesario matar un formato para apostar por otro. Son experiencias distintas.

P. Cada vez es más común jugar en Internet y con títulos gratuitos. Solo se paga por complementos y extensiones. ¿Qué opina de este fenómeno?

R. Me parece una manera honesta para dar a conocer un producto y conseguir ingresos. Nadie puede decir que se siente defraudado si no ha pagado por ello. Para ampliar el mercado, por ejemplo, es una excelente opción. Nosotros, por ejemplo, en PC y consolas tenemos presencia en 55 países. Con esta modalidad podemos aspirar a que no haya fronteras.

Assassin's Creed III es uno de los juegos más esperados del año.
Assassin's Creed III es uno de los juegos más esperados del año.

P. ¿Y del contenido descargable? Cada vez hay más críticas por considerar que es abusivo, que es un pago adicional cuando el producto debería ofrecerse terminado.

R. No creo que sea nada parecido a una extorsión. Es posible que en alguna ocasión se haya propuesto mal, pero siempre se debe concebir como un contenido extra, para que un juego tenga una vida más larga. Es como un capítulo adicional de una serie.

P. A pesar de las ventas de juegos la frustración por el nivel de dificultad sigue siendo una constante. ¿Cómo se mitiga?

R. Estoy de acuerdo en que la frustración, cuando se ha hecho una inversión importante en ocio, como es la compra de un juego, no es tolerable. Trabajamos mucho en este aspecto. Además de poder ajustar la dificultad. Gracias a Internet podemos detectar en qué punto se bloquean los consumidores. Nuestra reacción depende del formato. Cuando es en una consola, publicamos un parche. Cuando es un juego online es más sencillo porque lo percibimos en tiempo real y podemos hacerle superar la dificultad en el momento y a posteriori mejorar el mapa o cualquiera que sea el problema.

P. ¿Cómo se decide el precio de un juego?

R. Seguimos lo que dicta el mercado. En Europa lo habitual es cobrar 70 euros para los grandes lanzamientos en cajas. Cuando vemos que las ventas bajan, normalmente a los dos meses del estreno, bajamos 20 euros para que siga entre los 10 más vendidos. La idea es mantenerse ahí y alargar su vida comercial. Para los que se venden solo en digital, que proporcionan alrededor de seis horas de juego, el precio es entre 10 y 15 euros.

P. ¿Cómo ve el futuro?

R. Muy abierto. No veo una sola línea, sino diversidad de consumidores. En nuestro estudio intentamos adaptarnos a ellos, pero sí creo que hay una tendencia muy clara: la descarga. Poco a poco las cajas van a desaparecer. También seguirán los móviles y tabletas, donde la regla general marca que es mejor ofrecer gratis un primer capítulo para probar y después cobrar por seguir.

P. ¿Es necesario que los juegos incluyan la opción de partidas simultáneas en Internet?

R. No es necesario, pero sí recomendable. Es una tendencia. Hemos detectado que el consumidor quiere combinar avances en solitario y de manera cooperativa, de manera más social. Lo difícil es resolver con brillantez los dos aspectos.

P. ¿Cómo se plantean llegar a nuevos públicos?

R. Con diferentes equipos creativos. No es lo mismo desarrollar un producto para niños, que para toda la familia o para los amantes de la acción, aunque siempre contamos con la presión de colocar nuestros títulos en el top 20, de lo contrario desaparecen del mercado... Y después está el objetivo de las mujeres que, sumando tabletas, móviles, consolas y redes sociales, son el 47% del público. Ya no son una anécdota.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_