Google invita a compartir dónde estás con HotPot
El nuevo servicio de localización servicio sigue la estela de FourSquare y Facebook Places
Primeros ordenaron la información en la Red y después tomaron el reto de digitalizar los mapas. El paso siguiente fueron las calle. Una vez que Google tuvo StreetView llegó la manera de dar a conocer los negocios que había en cada lugar. Así nació Google Places.
Sin embargo, la posibilidad de explotar de una manera divertida y social esta herramienta la manejó FourSquare usando, precisamente, sus mapas, pero combinando la posibilidad de compartir las impresiones en Facebook y Twitter. El juego de "las cuatro esquinas" supo unir la parte social con el negocio. El "mash up" (mezcla de varios servicios que crean uno nuevo) se ganó la confianza de los negocios. Eran los hoteles, Starbucks o cadenas de ropa y comida y hasta medios de comunicación como el Wall Street Journal o el New York Times, los que lanzaban ofertas en esta plataforma. En muchos casos más que dar algo al cliente usaban los 'badges', escarapelas para presumir de lo mucho que se frecuenta un sitio, como método de fidelización de usuarios.
A primeros de noviembre Mark Zuckerberg hizo una apuesta clara por tener su propio sistema de localización. Su idea era similar pero dentro de Facebook. Permitía que cualquier usuario declarase en la página de Facebook de un comercio que en ese momento estaba ahí a través de su móvil. Así, el dueño del local podría hacerle al momento una oferta personalizada. La diferencia estriba en que Facebook no se lleva dinero por ello. No directamente, pero sí si el responsable del comercio decide comprar anuncios en Facebook.
Twitter, todavía tímidatemente, permite incluir la localización en sus mensajes. Faltaba en este juego social pero con una fuerte vertiente comercial el gran gigante de la red: Google. El buscado lo había intentado con Latitude, un sistema para ir mostrando a través del GPS del móvil por dónde iba pasando el usuario, en tiempo real. Las críticas con respecto a los problemas de privacidad y seguridad que generaba esta idea hicieron que la fiebre durase poco.
HotPot es la web que ha creado Google para unir su servicio de mapas con los contactos de Google de cada usuario. Por ahora no potencia demasiado el factor tiempo real que caracteriza a sus dos competidores y apuesta por las recomendaciones entre conocidos. Aunque, eso sí, en la página de explicación del servicio hay un enlace que invita y ayuda a usar HotPot desde el teléfono.
Al darse de alta el servicio conecta directamente con la red social que generan los contactos de Gmail (los mismos que se han convertido en motivo de disputa con Facebook) y permite ver qué se opina de diferentes comercios. HotPot, cuya traducción al español sería "olla caliente", permite buscar por diferentes categorías: hoteles, bares, restaurantes, tiendas de ropa, superficies comerciales...
Lo inquietante del servicio, hecho que ya genera algunas críticas en Twitter, es la facilidad con que reconoce los lugares que en el pasado ha frecuentado el usuario que termina de darse de alta.
Buscando un poco en los términos de uso se encuentra la explicación: Google usa el historial del usuario para saber en qué zonas ha estado. Así la primera vez que alguien entra en HotPot se siente espiado. ¿Cómo puede saber que alguien frecuenta un hotel o restaurante si no lo ha declarado antes? Google ofrece un enlace para gestionarlo, claro, pero después de haber tomado los datos. Es decir, es a posteriori.
Desde la portada de HotPot, en la parte inferior derecha de la portada, se incluye una llamada a los dueños de los negocios: "Date de alta gratis en nuestro listado para empezar a usar este servicio". Al margen de la parte, cada vez menos, divertida y social del asunto, ahí estará el negocio de Google. En crear un vínculo entre los clientes y proveedores de servicios en el momento en que entren por la puerta del lugar.
Como es costumbre en la compañía, Google ha creado un blog para este nuevo servicio. En el primer artículo, dónde se explica el funcionamiento, aparece como autor del mismo el español Bernardo Hernández, responsable mundial de nuevos proyectos de Google. Con intención de generar comunidad y manter vivo el servicio, tienen una cuenta en Twitter, con menos de un centenar de seguidores al escribir este artículo.
La llegada de Google a este sector, el de la localización social, crea expectación, no solo por su capacidad para poner algo de moda, sino también por saber si estará a la altura o será como Buzz, su incursión tardía en las redes sociales. ¿Comienza a ser un Google un gigante lento?
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