La encrucijada de Steve Ballmer
Tras ocho años en el cargo el presidente de Microsoft debe decidir si abandonar la puja o lanzar una OPA sobre Yahoo
Agotado el plazo que Microsoft dio a Yahoo para aceptar su oferta de compra, el consejero delegado del gigante del software, Steve Ballmer, se encuentra ahora en la encrucijada de decidir si lanza una OPA hostil sobre el portal o abandona la lucha. Para Ballmer, se trata probablemente de la decisión más difícil en sus ocho años de trabajo al frente del grupo.
En juego está no solo la credibilidad de Microsoft y la confianza de sus accionistas, sino también su futuro en el negocio de Internet, un área a la que la empresa llegó tarde y en la que está por detrás de Yahoo y del líder de búsquedas y publicidad online, Google.
El plazo que Microsoft dio a Yahoo para aceptar la oferta de unos 30.000 millones de euros venció en la madrugada del sábado y desde entonces ninguna de las dos compañías ha hecho declaraciones.
La pelota está ahora en el tejado de Yahoo, que en repetidas ocasiones ha insistido en que la oferta no valora adecuadamente sus activos y potencial de crecimiento. Añade que la cantidad es hoy, en realidad, menor, porque Microsoft se comprometió a pagar parte en acciones propias y éstas han bajado en torno al 10% desde entonces.
Según fuentes cercanas a las dos compañías citadas hoy por el diario The Wall Street Journal, no ha habido contactos entre las empresas durante el fin de semana y es posible que no se produzca una reacción hasta este martes. El mismo diario añade que algunos altos directivos de Microsoft se oponen a que el grupo se enrede en una batalla por Yahoo porque supondría derivar recursos y desatender otros retos de la compañía.
El propio Ballmer ha considerado públicamente la opción de que la alianza no se produzca y la pasada semana afirmó que "si los accionistas de Yahoo lo quieren, estupendo, pero estamos preparados para continuar nuestro camino sin una fusión".
Microsoft se juega algo más que su crédito
Si Microsoft tira la toalla, los títulos de Yahoo podrían reaccionar con una bajada en bolsa, lo que pondría las cosas fáciles al gigante del software para lanzar otra oferta en el futuro a un precio incluso menor. No obstante, la mayoría de los analistas del sector opinan que Microsoft seguirá luchando y que no puede permitirse abandonar ahora.
El grupo ha invertido miles de millones de dólares en aumentar sus ingresos por publicidad online, pero aún sigue en tercera posición y Google acapara seis veces más búsquedas en la red que Microsoft, según datos de marzo de la consultora ComScore.
"Creemos que Microsoft está muy comprometido y es poco probable que abandone", asegura Brent Thill, analista de Citigroup, en un comunicado. Las opciones del grupo pasan por lanzar directamente una oferta a los accionistas, algo con lo que Ballmer ya había amenazado, o intentar reemplazar la junta directiva de Yahoo por otra favorable a un acuerdo, procedimiento conocido en EE.UU. como proxy battle.
Según la prensa estadounidense, Microsoft ha contratado los servicios de una firma especializada en este tipo de operaciones. Si Microsoft decide luchar, las cosas se pondrán complicadas para Jerry Yang, co fundador y actual consejero delegado de Yahoo.
Yang deberá demostrar a su accionariado que es cierto que, como promete, puede elevar el valor de sus títulos por encima de lo ofrecido por Microsoft. Algunos accionistas no creen que esto sea posible y ya han demandado a los directivos del portal por actuar en contra de los intereses del accionariado al rechazar a Microsoft.
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