Inteligencia colectiva: ¿La aprovecha su página web?
La inteligencia colectiva será una ventaja competitiva clave en el siglo XXI. Nunca antes ha habido un medio mejor que la Red para aprovechar la inteligencia colectiva.
El primer artículo que publiqué en New Thinking, el 24 de junio de 1996, trataba sobre el potencial de la inteligencia colectiva. Internet permite a los clientes (y a otros grupos a menudo dispares) organizarse y hacer que su voz se escuche de forma conjunta y potente.
The Wisdom of Crowds, de James Surowiecki, es uno de los libros más inspiradores que he leído en los últimos diez años. Articula la "gran idea" de Internet y de un gran cambio en la sociedad moderna.
La sociedad ha crecido. Podemos pensar por nosotros mismos, y así lo hacemos. Los expertos desempeñan un papel muy importante, pero ya no son incuestionables. Estamos superando el fundamentalismo. El médico, el policía, el profesor, el político, el cura, el vendedor de coches... ya no están por encima de la duda.
Ese es el motivo de la reacción de los fundamentalistas que quedan. No pueden soportar la idea de una sociedad que piense por si misma.
¿La muchedumbre puede tomar decisiones acertadas? Según Surowiecki, sí. Y en las circunstancias adecuadas, puede ser más sabia que cualquier experto. Surowiecki aporta numerosos ejemplos fascinantes en los que la inteligencia colectiva demostró ser más acertada que las opiniones individuales de los expertos.
El ejemplo más conocido de la sabiduría de las muchedumbres es la democracia. El libro de Surowiecki comienza en 1906, con un viaje a la feria rural de Plymouth del científico británico Francis Galton. "La reproducción preocupaba a Galton, porque creía que sólo unas cuantas personas tenían las características necesarias para que la sociedad se mantuviese saludable" escribe Surowiecki. Así que Galton no era un gran fan de la democracia.
Galton presenció un concurso para calcular el peso de un buey. Participaron unas 800 personas. "Era un grupo muy variado", igual que la democracia, y Galton pensó que podía probar lo estúpida que es la muchedumbre. Pidió las papeletas del concurso a los organizadores e hizo un promedio de los resultados. El peso medio que se calculó fue de 1,197 libras. El peso real del buey era de 1,198 libras.
Por supuesto que las muchedumbres no son siempre sabias. Usted no pide que se haga una votación para saber qué hacer si su casa se está quemando. No pide una votación cada vez que tiene un problema. La inteligencia colectiva tampoco es pensamiento en grupo. No se trata de juntar a un grupo de personas en una habitación y pedirles que lleguen a una conclusión. En tales situaciones, se suele acabar con una decisión muy influida por las figuras más dominantes en la habitación.
El truco de la inteligencia colectiva parece estar en tomar una muestra representativa de personas para que tomen decisiones independientes sobre una pregunta dada y analizar los resultados. ¿Y qué tiene que ver todo esto con su página web? Piense en Google, Ebay y Amazon. Todos ellos aprovechan la inteligencia colectiva al reunir y promediar las valoraciones que los lectores hacen de los libros, las opiniones de los compradores y los enlaces externos.
Por primera vez, Internet nos permite usar la inteligencia colectiva en una escala potencialmente masiva y de un modo altamente eficaz en costes. Aprovechar la inteligencia colectiva tiene muchas ventajas. Nos acerca a nuestros clientes y mejora su confianza, puesto que los clientes tienden a ver las páginas web como representantes fidedignos del punto de vista de otros clientes.
(Traducido por Snap Comunicación)
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