Detritus virtual, en papel

Internet está lleno de mierda. Como la vida misma. Cuatro profesionales de la comunicación llevan siete años recopilando los correos basura que invaden sus e-mails, y los de sus amigos. Reciclaje ordenado: a) basura-basura, y b) basura que hace pensar e incluso llega a ser una forma de arte. Han publicado centenares de opciones b) en Correo basura, un libro autoeditado que presentaron el pasado día de Sant Jordi en la Rambla de Barcelona. Entre tanta caseta convencional, ellos aparecieron en mono y se colocaron en torno a un contenedor. A cada comprador le envolvieron su ejemplar en una bolsa de plástico con fotocopias de restos de detritus en descomposición, para que no olieran.

"Todo muy bizarro", dice el argentino Fernando Rapa, autor de esta antología del desecho virtual junto a su compatriota Sergio Criscolo y los catalanes José Lainz y Peelut. Rondan los 35 años, residen en la capital catalana y acometieron semejante labor en vista de lo efímero de las perlas que recibían en su ordenador. "En aquella época [empezaron en 1998] los servidores Hotmail o Yahoo tenían poca capacidad, y los mensajes inútiles que te llegaban los borrabas enseguida". Escarnios a personajes públicos, chistes y fotomontajes soltados en la Red por cientos de freaks anónimos. "Ocurre un poco como los graffitis. Forman parte del paisaje, los admiras sin saber quién los ha hecho", establece Rapa como paralelismo.

El sexo, las marcas comerciales y la política se mantienen como dianas recurrentes. "Abres la nevera y encuentras logotipos por todos lados. Luego enciendes la tele, y la publicidad y los políticos se meten en tu casa sin que los invites. Internet ha dado a la gente la libertad de expresarse, de reírse y, sobre todo, de defenderse de los que nos joden día a día", resume el prólogo que encabeza Correo basura. Rapa cree que se trata de una forma de reacción contra el poder: "Internet es un medio de comunicación activo y mucho más libre".

Estas expresiones de rebeldía, venganza o simple freakismo han quedado inmortalizadas en el cuarto trabajo que el cuarteto hispano-argentio presenta, siempre por el día de Sant Jordi. Primero fue Los pensamientos de Bush; un libro vacío. El segundo, Pensamiento vivo de Aznar; otro libro en blanco. El tercero, Memorias de Franco: libro vacío. Ya que ahora, y para variar, traían una obra con letras, decidieron triplicar la edición hasta las 3.000 copias. Y se está vendiendo bien. Pero no se engañan: "Es un libro para llevártelo al retrete".