Medio siglo buscando la esencia de la materia
Comienzan los actos de celebración de los cincuenta años del CERN
El laboratorio europeo de física de partículas (CERN), celebra desde hoy medio siglo de existencia con una serie de actos que incluirán el lanzamiento en Suiza de un sello de correos dedicado a la celebración. El CERN, con sede en Ginebra, acoge a cerca de la mitad de los físicos de partículas del mundo. El número de países europeos miembros se eleva a veinte, a los que se suman otros de fuera de la región que también participan en sus trabajos.
"Al ratificar los doce Estados fundadores la convención del CERN el 29 de septiembre de 1954", afirma su director general, Robert Aymar, le encomendaron "la misión de dotar a la comunidad científica de instalaciones de primera clase, coordinar la investigación de base en física de partículas y contribuir a la reunificación de los países europeos tras dos guerras mundiales".
La reputación del CERN se basa en la investigación fundamental, pero esa institución es también una importante fuente de las nuevas tecnologías de la información. Así, la World Wide Web fue inventada en el CERN y hoy esa organización se sitúa en la vanguardia de los esfuerzos tendentes al desarrollo de una red de conexiones entre laboratorios y expertos de varios países, una especie de superred paralela a la de Internet capaz de transmitir a enormes velocidades los datos del superacelerador.
Esa superred, conocida en inglés como "grid" (parrilla), tendrá además otras aplicaciones por su enorme capacidad en los ámbitos espacial, aeronáutico, astronómico, genómico, de ingeniería molecular, bioinformático, químico, médico, geológico, sísmico o meteorológico.
El Gran Colisionador de Hadrones
El CERN concentra actualmente sus esfuerzos en la construcción del Gran Colisionador de Hadrones, destinado a convertirse en el mayor y más complejo de los instrumentos científicos cuando comience su andadura en el año 2007. El Gran Colisionador, actualmente en fase de construcción, se situará en un enorme túnel circular de 27 kilómetros de diámetro, que ocupaba el antiguo acelerador de partículas a cien metros de profundidad en la frontera franco-helvética.
El colisionador estará dotado de poderosísimos imanes que servirán, en unos casos, para provocar la aceleración de partículas, y en otros para detectar las nuevas partículas generadas en los procesos de colisión gracias a dos experimentos conocidos como ATLAS y CSM (Compact-Muon-Solenoid).
Los experimentos que se realicen en ese acelerador de partículas de extraordinaria potencia permitirán a los físicos completar un recorrido científico que comenzó con el descubrimiento por Isaac Newton de la ley de la gravedad. La gravedad actúa sobre la masa, pero hasta ahora la ciencia se ha mostrado incapaz de explicar cómo es que las partículas fundamentales tienen la masa que tienen, interrogante al que los experimentos que se lleven a cabo en el Gran Colisionador de Hadrones tratarán de dar respuesta.
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