Commodore 64, una reliquia a subasta

Los entusiastas de las reliquias informáticas, o los nostálgicos de los ordenadores con los que empezaron a programar en lenguaje 'basic' y cargar juegos en casette, pueden adquirir un prototipo del ordenador más vendido de la historia, el Commodore 64. El antiguo jefe de ingenerios de Commodore, Charlie Winterble, saca a subasta desde el 6 de octubre en la web 'Vintage Computer Marketplace' un modelo preliminar del Commodore 64 que él mismo supervisó a principios de los 80, antes del lanzamiento del que muchos consideran el equivalente del autómovil Ford T en el mundo de los PCs.

El precio no será precisamente asequible. Winterble admite no saber cuánto puede valer, pero expertos del sector estiman que podría alcanzar los 10.000 dólares. Una cantidad desorbitada para los precios que actualmente se paga por estos modelos. En el sitio de subastas E-bay, se encuentran precios de salida desde 7,8 a 12 a euros por el Commodore-64, y un modelo con periféricos y en buen estado se puede encontrar por menos de 45 euros.

Pero en este caso, lo que se vende es una parte de la historia de la informática. Hoy en día, el Commodore 64 cuenta con una amplia base de fans, y existen en Internet docenas de páginas web dedicadas a este ordenador, como C64.com o lemon64.com. Incluso siguen apareciendo nuevos juegos, programados por nostálgicos entusiastas.

30 millones de Commodore 64

Según el Libro Guiness de los Récords, el Commodore 64 es el ordenador personal más vendido de la historia. Alrededor de treinta millones de unidades fueron vendidas entre septiembre de 1982, su lanzamiento, y 1993, cuando este tipo de ordenadores empezó su decadencia comercial. Las razones de su éxito fueron su bajo precio y sus grandes posibilidades para jugar. Tenía 64 Ks de RAM y un chip a 1-Mhz. Mejoró la capacidad gráfica del momento y contaba con un sofisticado sonido por tres canales.

Según Charlie Winterble, su prototipo, que se llevó al abandonar la empresa poco después del lanzamiento, se encuentra en buen estado y funciona. Un dato que sorprende a los seguidores del modelo, ya que, en sus inicios el 80% de los Commodore 64 fueron devueltos a fábrica debido a sus fallos. El control de calidad de la empresa era pobre, con abundantes errores del sistema por la precipitación con la que se lanzó al mercado, lo cual no fue un impedimento para su rotundo éxito comercial.