La animación por ordenador, la asignatura pendiente del cine español

La animación continúa siendo una de las asignaturas pendientes del cine español. El rotundo éxito del estreno en 2001 del primer largometraje de animación en Europa El Bosque animado (ha logrado un volumen de negocio de 9 millones de euros) fue el primer paso en un largo camino en el que se está intentando llegar a equiparar las producciones de este género nacionales con las de las grandes compañías internacionales. Sin embargo, actualmente los graves problemas de financiación y de distribución, y el creciente "desinterés" de las televisiones en este tipo de producciones españolas, exceptuando algunas autonómicas, dificultan el despegue del sector.

En un nuevo intento de impulsar esta industria incipiente, esta semana, La Coruña ha acogido a los profesionales más relevantes de la animación mundial en la segunda edición del evento 'Mundos Digitales'. Esta iniciativa organizada por el Consorcio Audiovisual de Galicia y el Centro Galego de Artes da Imaxe, en colaboración con el Programa de Postgrado en Creación y Comunicación Digital y videaLAB, tiene como principal objetivo situar a esta comunidad como referente en el campo de las tecnologías digitales para la industria del entretenimiento española y europea.

En este sentido, "Mundos digitales" se ha convertido, no sólo en un punto de encuentro de profesionales de las principales empresas de animación, sino en un medio dar a conocer a los productores españoles los últimos avances técnicos y trucos que se están barajando a nivel mundial. El valor añadido de este evento, según Manuel Mejilde, su principal organizador, han sido los talleres que han incorporado este año. "El público, además de asistir a las conferencias, puede trabajar con profesionales de primera línea, con problemas reales, que son con los que ellos se van a encontrar en una producción", señala Mejilde.

Una tendencia "imparable"

El ciclo de conferencias, que ha tenido lugar en el Museo de Bellas Artes de A Coruña, ha contado con la presencia de responsables de títulos como Shrek, HormigaZ, Bichos, Mostruos S.A, Toy Story, Caminando ente Dinosaurios, El núcleo, Harry Potter y la Cámara Secreta, o James Bond: muere otro día. La teoría de todos ellos es clara: la "invasión" del 3D en el panorama audiovisual actual se ha vuelto una tendencia imparable. Según Isac Kerlow, director de producción digital de Walt Disney Company "hoy puede decirse que la mayor parte de las películas que se hacen ya sean de acción viva o animadas llevan algo de 3D. Se ha vuelto una herramienta tan común como la cámara cinematográfica".

Kerlow apunta que llegará un momento en que será prácticamente inapreciable la diferencia de un personaje real y uno animado, tal y como ya hemos podido apreciar en El señor de los Anillos. "La animación actual sigue dos líneas estilísticas muy distintas. La que pretende crear de manera perfecta lo creado por ordenador con lo real; y la otra tendencia que es la de mantener el aspecto de caricatura y dibujo, que no pretende mezclarse con la acción en vivo, como puede ser la película Quien engañó a Roger Rabbit, señala.

Por su parte, Ramón Montoya de Disney, presentó una de los últimas técnicas en animación de su compañía. Se trata del "Human Face Proyect", un programa capaz de captar los movimientos faciales de personas, a través de puntos de control que se ajustan al cuerpo del actor , y aplicárselos a un modelo tridimensional. "Una de las principales ventajas es que permite conseguir una creación artificial mucho más realista", señala Montoya.

Volviendo al cine de animación en España, Manuel Cristóbal y Manolo Gómez, de Dygra Films, aprovecharon este evento para presentar la próxima producción de su compañía El sueño de una noche de San Juan, una historia basada en la obra más onírica de Shakespeare El sueño de una noche de verano. "Es un escalón superior a El Bosque animado, tanto técnica como artísticamente", señala Cristóbal. La película, que cuenta con un presupuesto de 6 millones de euros, ya tiene fecha de estreno: el 24 de junio de 2005.