Los productores exigen al Gobierno que proteja los dibujos españoles
El sector de la animación quiere implicar a la sociedad en su demanda
Hace años que se lamentan, pero ahora han decidido actuar. Empresarios agrupados en la Asociación de Productores Independientes de Animación (APIA) acaban de hacer público un manifiesto donde reclaman al Gobierno una regulación que proteja a los dibujos españoles -sólo el 6% de los que emiten las televisiones- de la invasión de series japonesas (44%) y americanas (23%). El siguiente paso será difundir el documento en escuelas, asociaciones de padres y de espectadores para lograr apoyo a su reivindicación. Cuanto más, mejor.
El manifiesto vio la luz el pasado viernes con motivo de la I Jornada de la Animación, celebrada en Barcelona. Fue introducido por Benito Pocino -el Mortadelo de la película dirigida por Javier Fesser sobre los alocados detectives de Ibáñez-, acompañado de otros actores disfrazados de personajes de cómic, y leído por Ramón Colom, presentador del encuentro, y por el vicepresidente de APIA, Claudio Biern Boyd (BRB Internacional). Consta el documento de ocho puntos, en los que los productores desgranan sus quejas y apuntan sus demandas. Así, exigen al Gobierno, por ejemplo, la protección del público infantil frente a series con contenidos violentos y el apoyo a "las producciones de animación nacionales", mientras que a los operadores les piden que eliminen los dibujos que "transmiten formas de pensar muy alejadas de las nuestras", además de reclamar "cuotas de emisión y producción". "No podemos dejar la programación infantil en manos del mercado ni mucho menos de las audiencias", reza la declaración.
Estos puntos fueron debatidos a fondo durante la jornada, que reunió a representantes del sector, políticos y cadenas, y que acabó con algo de esperanza entre los empresarios a raíz de que el director de TVE, Juan Menor, se comprometiera a coproducir al menos cinco series al año. Aunque el caramelo no apaciguó completamente los ánimos de los convocantes.
Los productores criticaron la falta de amparo del Gobierno y de las televisiones, en general, a los dibujos españoles. "Nos están colonizando", lanzó Biern, que abominó de que las cadenas esgriman la rentabilidad o la audiencia para justificar la compra de paquetes de series japonesas o estadounidenses. Enric Uviedo (Motion Pictures) deploró que la Ley del Cine, de 2001, hubiera dejado fuera la animación, "en contra de las directivas europeas", mientras que Antoni d'Ocon (D'Ocon Films) dijo que el sector atraviesa "un mal momento", agravado por el hecho de que las cadenas "tienen los presupuestos congelados, y los tendrán durante bastante tiempo". Subrayó el productor que es indispensable que las televisiones participen en todas las fases de la producción de dibujos, porque las empresas por sí solas no pueden sufragar sus altos costes más los suplementarios de I + D y de formación de los creadores.
Por parte de los operadores, Jesús Pérezagua, director general de Fox Kids, precisó que la "colonización" es extensiva a toda la industria, "y en ésta", aseguró, "tenemos más defensa que en la fabricación de coches, por ejemplo". Por su parte, Pablo Viñuales, jefe de programación infantil de Antena 3, reconoció que el de los niños no es un target que interese a las televisiones comerciales, porque no son consumidores, si bien se sumó a la petición de que los organismos públicos protejan la animación española.
El diputado autonómico del PSC Josep Maria Carbonell reclamó "la excepción cultural" para los dibujos españoles y la creación de un consejo audiovisual, y la diputada del PP Gloria Martín Vivas aprovechó para publicitar la reciente creación de una subcomisión para estudiar la violencia televisiva impulsada por su partido.
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