El satélite 'Astra 1K', destruido en aguas del Pacífico para que no cayera a la Tierra

Las Fuerzas Espaciales de Rusia han informado del hundimiento controlado del satélite de telecomunicaciones europeo Astra 1K, esta mañana en aguas del océano Pacífico. Así, el mayor satélite de telecomunicaciones civil construido hasta el momento, que pesaba cinco toneladas, ha sido destruido para evitar que cayera a la Tierra después del fracaso de su puesta en órbita el mes pasado.

El hundimiento del satélite se ha producido a las 2.19 hora peninsular española y ha sido dirigido desde el centro de mando de Zurich, según ha declarado Serguéi Dereviashkin, portavoz del programa espacial ruso. Los propios propietarios del satélite han sido los que han tomado la decisión de destruir el satélite y hundirlo en las aguas del sur del Pacífico, según han indicado fuentes oficiales rusas citadas por la agencia Interfax.

Un fallo del ruso 'Protón-K'

El Astra-1K fue lanzado al espacio por un cohete ruso Protón-K el pasado 26 de noviembre desde el cosmódromo de Baikonur (Kazajistán), pero un fallo del cohete ruso, que lo impulsó de forma prematura, impidió que el aparato alcanzara la órbita geoestacionaria prevista, a 36.000 kilómetros de la Tierra. Ante la imposibilidad de recuperar el aparato, la Sociedad Europea de Satélites (SES) decidió hundirlo en el océano Pacífico.

Una vez tomada la decisión final, los ingenieros encargados de su seguimiento han ordenado al Astra 1K describir una órbita circular a 290 kilómetros de altura. Construido por la empresa francesa Alcatel para el operador Astra, el aparato debía servir para transmitir programas de televisión y contenidos de Internet a alta velocidad para Europa. Un portavoz de Alcatel Space ha informado de que el aparato había adoptado una órbita de entre 175 y 200 kilómetros y había mostrado "riesgos de caídas negligentes".