Protesta contra el escándalo del Hospital de Torrejón: “Las listas de espera provocan muertes”
Una movilización contra la privatización de la sanidad pública y el grupo Ribera Salud atrae a 200 manifestantes en el centro de Madrid


Casi 200 manifestantes se han concentrado en la calle Núñez de Balboa 31 este viernes para protestar contra el grupo sanitario Ribera y contra el modelo de gestión sanitario público-privado. La indignación viene dada por los audios que ha revelado EL PAÍS en los que se escucha Pablo Gallart, CEO del grupo, dar la orden de alargar las listas de espera del Hospital de Torrejón de Ardoz para rentabilizar más su negocio médico.
El motivo por el que han elegido esa ubicación es porque creían que allí estaban las oficinas del grupo Ribera Salud, al que acusan de priorizar el dinero a la salud de sus pacientes. El problema es que el edificio elegido en el número 31 de la calle Núñez de Balboa no es la sede de la compañía desde hace 11 años, sino un bloque de vecinos sin más negocio que una notaría ubicada en la primera planta. A 15 minutos a pie de allí, en la calle de Serrano 45, se encuentran las actuales oficinas.
En esa acera no hay pancartas, ni megáfonos, ni nadie pone pegatinas en defensa de la sanidad pública. Un grupo de mujeres jóvenes pasan por delante con bolsas de Prada colgadas del brazo, las estufas de las terrazas de los bares están prendidas y el único estruendo es el que hacen los autobuses al pasar cerca de la acera.
Los dos carteles por los que se ha difundido la concentración con una ubicación errónea no están firmados por ningún partido, ni sindicato, ni asociación. Se han ido difundiendo de un grupo a otro de WhatsApp, a través de Facebook y de Twitter, y distintas plataformas se han sumando a la convocatoria.
En la calle Núñez de Balboa 31 hay gente de Getafe, de Parla, de Ciudad Lineal, de Hortaleza y vecinos de otras ciudades y barrios de la Comunidad de Madrid que se han desplazado hasta allí preocupados por el estado de la Sanidad en la región. Rosa Orea, de la Coordinadora de Sanidad Pública de Ciudad Lineal, resume en una frase lo que reclaman los allí presentes: “Nuestra salud no es un negocio”.
La indignación de muchos con el sistema sanitario de colaboración público privada ha crecido al escuchar de primera mano el audio en el que Pablo Gallart daba órdenes para empeorar el servicio de asistencia médica y así mejorar la rentabilidad de la compañía que gestiona hospitales. Leopoldo Pelayo, portavoz de la Plataforma de Pensionistas de Madrid, pide, como muchos de los presentes allí, la derogación de la Ley 15/1997, que permite el modelo de gestión sanitaria público-privado. “Las listas de espera conllevan algunas veces la muerte de los pacientes”, denuncia.
Y bajo esa premisa se han escuchado cánticos contra la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso: “¡Ayuso a prisión!”. Y contra su pareja: “¡Quiero una comisión! ¡Quiero una comisión! ¡Como el novio de Ayuso y comprarme un casoplón!“.
En esa calle del barrio Salamanca se han vivido momentos de tensión. En un momento dado, un grupo de manifestantes ha colocado pegatinas en la fachada del bloque de pisos cuestionado y el portero ha corrido indignado a arrancarlas. ”¡Ponedlas en vuestra casa!“, se defendía.
El ambiente de protesta contrasta con el de la calle Serrano, donde el ambiente es de compras, aperitivos de media mañana y charlas entre amigos. En las oficinas del grupo Ribera, la recepcionista, veterana en la compañía, explica que ella trabajó en la calle Núñez de Balboa, donde se concentran las protestas. “Pero de eso hará ya por lo menos 11 años”, dice. Según explica, a día de hoy allí no está allí la sede fiscal ni ningún documento de la empresa la vincula con esa dirección.
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