El alcalde de Alpedrete, del PP, niega que el último crimen machista en su localidad sea violencia de género
“Quería mucho a su mujer”, ha dicho el regidor sobre el vecino que asestó 50 puñaladas a su mujer el sábado y después se suicidó

El sábado, en un chalé en la localidad madrileña de Alpedrete, un hombre de 60 años asesinó de 50 puñaladas a su mujer, de la misma edad, y después se suicidó. Este lunes, el alcalde de esa localidad madrileña, Juan Fernández (PP), ha hablado en Telemadrid: ha trasladado a la familia su pésame “por la muerte” de esas dos personas, ha subrayado que el hombre “quería mucho a su mujer” y ha considerado que “ha fallado el sistema” porque no ha sido capaz de detectar la enfermedad psicológica de él, que al final “no ha soportado la presión y le ha llevado a cometer este acto”.
Según ha relatado Fernández, el presunto autor había estado “mucho tiempo de baja” y había solicitado una incapacidad por su situación psicológica. Finalmente, el no recibir resultado favorable por parte de la Administración, le habría llevado a cometer el presunto asesinato de su esposa.
“No ha sido por odio”, ha señalado el primer edil de Alpedrete, que ha subrayado que entre la pareja no había denuncias previas por malos tratos y ha incidido también en el “cariño” que los hijos afirman profesar por sus padres. Poco después de esas declaraciones, el Ministerio de Igualdad ha confirmado el asesinato como crimen machista y la mujer, de 60 años, es ya la víctima número 38 de este 2025.
Fernández, representante político, ha incurrido no solo en el negacionismo de esta violencia ―justificándola como si parte de la responsabilidad fuese de la Administración por cómo procedió―, sino también en ideas erróneas en este ámbito, aunque muy extendidas, sobre todo entre la derecha y la ultraderecha. Por ejemplo, la alusión a que no existían denuncias previas, que es algo que sucede en la mayoría de casos porque las mujeres tienen miedo por ellas, por sus hijos e hijas, a no ser creídas o, a veces, por no reconocerse como víctimas. De los 1.333 asesinatos que constan hasta ahora en el registro oficial, que comenzó en 2003, solo en 296 casos había habido una denuncia, en el 22,2% de los casos.
También cuando ha hablado de algo que dentro de este ámbito es tratado con mucha cautela por expertos y especialistas, el cómo interviene la salud mental en estos casos, como también lo hacen el alcohol, la medicación o las drogas; todas cuestiones que son tenidas en cuenta como importantes en el contexto de la violencia de género, pero que nunca son las causas últimas de que los agresores la perpetren, y son residuales los casos en los que la situación del agresor por alguna de ellas suponen eximentes completas en procesos judiciales.
En España, desde la aprobación de la ley de violencia de género de 2004, los crímenes cometidos en el ámbito de la pareja o expareja están regulados de manera concreta como violencia sobre la mujer. Es la producida por una desigualdad que en su último escalón acaba en asesinato, pero que acumula, a diario, miles de víctimas a las que sus agresores someten a distintos tipos de violencia: de la física a la psicológica, la sexual o la económica.
Y a pesar de las cifras que reflejan esa violencia ―en lo que va de año se han interpuesto 99.762 denuncias por violencia machista― se estima que la bolsa oculta ronda el 80%, es decir, que solo se conocen dos de cada diez casos. Especialistas de diversos ámbitos, instituciones y organizaciones llevan años intentando reducir esa infradenuncia, y repitiendo que la negación de esta violencia, más aún cuando se da en el ámbito institucional, va justo en sentido contrario.
El teléfono 016 atiende a las víctimas de violencia machista, a sus familias y a su entorno las 24 horas del día, todos los días del año, en 53 idiomas diferentes. El número no queda registrado en la factura telefónica, pero hay que borrar la llamada del dispositivo. También se puede contactar a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y por WhatsApp en el número 600 000 016. Los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10. Si es una situación de emergencia, se puede llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062). Y en caso de no poder llamar, se puede recurrir a la aplicación ALERTCOPS, desde la que se envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.
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