El Virgen del Rocío solo ha contratado a dos radiólogos, uno a media jornada, un mes después de activar el plan de refuerzo de cribados
Las 1.800 mujeres afectadas en el hospital sevillano consiguieron cita antes del 15 de noviembre gracias a que los radiólogos en plantilla doblan turnos


El pasado 8 de septiembre, la portavoz de la Junta de Andalucía, Carolina España, daba a conocer los detalles del plan de choque con el que el Gobierno de Juan Manuel Moreno pretendía responder de manera casi inmediata a la crisis de los cribados de cáncer de mama. Una inyección extraordinaria de 12 millones de euros para, entre otras medidas, contratar a 119 profesionales: 65 especialistas en radiodiagnóstico, 20 enfermeros, 18 técnicos especialistas en radiodiagnóstico y 16 técnicos en cuidados de enfermería. Según el plan, estarían distribuidos en proporción con aquellos hospitales donde había más mujeres afectadas por los retrasos en el diagnóstico de los screenings. Casi un mes después, el centro hospitalario donde se concentran el 90% de las 2.317 mujeres afectadas, solo ha conseguido contratar dos radiólogos: uno a tiempo completo y otro a media jornada, según confirman a este diario fuentes sindicales que han tenido acceso a la reestructuración de la unidad de cáncer de mama.
Esa reestructuración fue anunciada por el nuevo consejero de Sanidad, Presidencia y Emergencias, Antonio Sanz, 12 días después de que se diera a conocer el plan de choque, entre los recelos de los profesionales sanitarios ante la dificultad para contratar a especialistas, especialmente radiólogos. Entonces, el consejero señaló que gracias a esa reorganización “en tiempo récord” de la unidad se habían podido conseguir adelantar 15 días las citas de las 1.800 mujeres con hallazgos dudosos para realizarse la segunda prueba: del 30 octubre al 15 de noviembre como muy tarde.
La gerencia del Virgen del Rocío asegura que todas esas mujeres ya tienen cita, según las distintas fuentes consultadas, pero no gracias a la incorporación de nuevos especialistas. Se ha logrado gracias a que los radiólogos especialistas en cáncer de mama que ya trabajan en esa unidad han doblado turnos y trabajado los fines de semana (medidas que también estaban contempladas en el plan). En estas casi cuatro semanas, el centro hospitalario solo ha podido incorporar a un nuevo radiólogo, que se suma a otra especialista que estaba a media jornada, y que se espera que pueda prestar sus servicios a tiempo completo en las próximas semanas.
De las cuatro plazas que podía ampliar gracias al plan de choque, una tercera está prevista que la cubra un radiólogo de tórax del propio hospital, pero que tiene que adquirir todavía conocimientos para poder analizar las mamografías. No se trataría, por tanto, de una nueva incorporación, sino un cambio de especialidad. La Consejería no ha podido precisar cuántas de las 119 contrataciones previstas se han efectuado.
Desde el primer momento, los radiólogos alertaron de la dificultad que iba a entrañar poder contratar a los 65 radiólogos previstos en el plan de choque. La bolsa para estos especialistas está vacía y se trata de una profesión definida como deficitaria por el Ministerio de Sanidad, lo que permite que se puedan contratar a profesionales extranjeros. “Pero muchos necesitan un año de trabajo en España para poder incorporarse a la sanidad pública, algo que desarrollan en centros privados y ante las condiciones laborales y estabilidad que les ofrecen allí, muchos descartan incorporarse a hospitales públicos, dada la precariedad existente”, explica una radióloga, que pide mantener el anonimato.
La propia gerencia del Virgen del Rocío es consciente de las complicaciones para poder encontrar especialistas y no esconde su preocupación por esta circunstancia. Las ofertas que está realizando el SAS no son especialmente atractivas. Los contratos ofertados son para tres meses y solo se plantea una interinidad mayor para una de las cuatro plazas autorizadas para el Virgen del Rocío, aunque las fuentes consultadas coinciden en que desde la gerencia se va a solicitar al SAS que se mejoren las condiciones. Las últimas plazas publicadas por la Consejería de Salud dentro del programa de cribados ofrecían 20 puestos para distintas especialidades por un plazo de entre uno o tres meses.
La Junta de Andalucía ha reconocido las dificultades para poder incorporar nuevos especialistas, por eso, el consejero de Sanidad hace hincapié en las continuidades asistenciales, es decir, trabajar por la tarde y los fines de semana, de los profesionales que ya trabajan en el SAS para poder sacar adelante el plan de choque. Gracias a los turnos dobles se ha conseguido citar a las más de 1.800 mujeres de las 2.317 cuyos cribados fueron no concluyentes (BI-RADS3) y a las que no se les informó de ello, de acuerdo con el criterio utilizado por la Junta para identificar a las afectadas. Las fuentes consultadas indican que en estos turnos han estado trabajando tres radiólogos de plantilla, más las nuevas incorporaciones.
Donde no hay problemas para las contrataciones es para el caso de las enfermeras y los técnicos, donde, de hecho, y de acuerdo con los interlocutores contratados, se han ampliado y cubierto las ofertas de trabajo. Así, de los dos técnicos de cuidados auxiliares que estaba previsto incorporar inicialmente, se han pasado a cinco y las cuatro enfermeras se han incrementado hasta siete.
Cuando presentó el plan la consejera España, que también lleva la cartera de Hacienda, aseguró que los contratos tendrían una duración de un año y el consejero de Sanidad también ha insistido en que el plan de choque se pretende que sea permanente y se consolide. Sin embargo, los contratos ofertados hasta ahora no tienen una duración más allá de tres meses.
Las fuentes consultadas señalan que la inversión extraordinaria de 12 millones está destinada exclusivamente a “paliar las deficiencias” del actual servicio de radiodiagnóstico y que han provocado el colapso en las lecturas de los cribados de cáncer de mama. Lo que lleva a preguntarse a algunos de los interlocutores consultados que si, con 12 millones podían haberse resuelto los fallos en el programa de prevención, por qué no se hizo antes. Cuando estalló el escándalo, Javier Castell, el ya dimitido jefe de Radiodiagnóstico del hospital, trasladó a los representantes sindicales que el problema se extiende a todas las pruebas diagnósticas y se debe a la falta de presupuesto para contratar a más especialistas que puedan leer y a hacer informes de un número cada vez mayor de screenings.
A este plan de choque le sucederá la apertura de una nueva unidad de mama en el Hospital Muñoz Cariñanos, antiguo Hospital Militar, dependiente del Virgen del Rocío, cuyo proyecto ha sido autorizado y anunciado por el Gobierno de Moreno. El problema sigue siendo el mismo: cómo encontrar a los profesionales necesarios para poder prestar ese nuevo servicio, cuando no hay especialistas y los incentivos no son lo suficientemente atractivos como para seducirlos.
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