El 5,8 % de las muertes registradas en 2024 en Países Bajos fue por eutanasia
9.958 fallecimientos se notificaron por esta práctica, un 10% más que en 2023 y la mayor cifra desde que en 2022 se reguló está práctica


En 2024, los Comités Regionales (RTE, en sus siglas neerlandesas) que revisan las eutanasias llevadas a cabo en Países Bajos recibieron 9.958 notificaciones: un 10% más que en 2023 y la cifra más alta registrada desde la entrada en vigor en 2002 de la ley que regula esta práctica. Según el informe anual presentado este lunes, la eutanasia supuso el año pasado un 5,8% en relación con la tasa total de mortalidad. La gran mayoría, un 86,29%, tuvo que ver con enfermedades físicas. En 427 casos, se practicó a pacientes con algún tipo de demencia. En 219 ocasiones, se trató de sufrimiento causado en gran medida por una o más afecciones psíquicas. La doble eutanasia llevada a cabo por los médicos fue evaluada por los RTE en 54 casos. En 2023 se sometieron a eutanasia en España 334 personas, según el registro oficial, una cifra significativamente más baja.
Los expertos de los comités regionales concluyeron que en seis ocasiones no se habían cumplido los criterios de diligencia debida con la eutanasia. Hubo errores de procedimiento en dos ocasiones porque no se consultó correctamente a un médico independiente. Una de las solicitudes fue analizada debido a “la gran precaución” que debe observar el facultativo cuando “el sufrimiento es el resultado de una condición psicológica”, indica el mismo informe. Y en otros tres casos no se siguieron las directrices marcadas por la norma en un procedimiento complicado. Los RTE recibieron, a su vez, 379 notificaciones sobre personas con una acumulación de síndromes geriátricos, y otras 232 en la categoría de “otras afecciones”.
Los problemas físicos que acaparan la mayoría de las eutanasias fueron principalmente cáncer, enfermedades del corazón y circulatoria o del sistema nervioso, como el párkinson. En 90% de estos fallecidos tenían más de 70 años. Los 219 casos por problemas psicológicos representan el 2,2% del total ―en 2023 fueron 138―. De los contabilizados hace un año, 30 personas tenían entre 18 y 30 años. Una tenía entre 16 y 18 años, y el resto eran mayores. El año pasado, Nuevo Contrato Social (NSC), uno de los partidos que forman parte de la actual coalición de derecha en el poder, pidió que se investigara el creciente número de solicitudes de eutanasia en personas con problemas de salud mental.
Los 54 casos de doble eutanasia no fueron solo parejas o matrimonios que murieron juntos. En 2024, se recibieron por primera vez informes de familiares que habían solicitado con éxito morir juntos. La Ley de Eutanasia neerlandesa prevé una evaluación individual de los solicitantes para garantizar que los cónyuges actúan libremente y no se influyen el uno al otro. Hace un año, el febrero, se anunció que el ex primer ministro Dries van Agt, y su esposa, Eugenie Krekelberg, ambos de 93 años y que llevaban juntos siete décadas, fallecieron juntos por eutanasia cogidos de la mano. Estaban los dos muy enfermos y la pidieron conjunta. Los médicos la aceptaron por considerar que cumplían los requisitos legales.
La Ley de Eutanasia neerlandesa permite tanto la administración de forma directa de fármacos por parte de un médico, como que el paciente los reciba en lo que se denomina suicidio asistido. Para autorizarla, el paciente debe experimentar un sufrimiento insoportable y sin posibilidades de mejora. Tiene que pedirse sin presiones externas, con lucidez y de manera repetida, y el doctor ha de consultar a dos asesores distintos para que evalúen por separado a los miembros de la pareja en cuestión. En la eutanasia para una sola persona, las condiciones son las mismas, aunque aquí un médico trata al enfermo y otro comprueba que la solicitud se ajusta a la ley. Cuando el sufrimiento es mental, el procedimiento es más largo para evaluar la gravedad de la aflicción.
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