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Un holograma para buscar pistas sobre un asesinato sin resolver desde 2009

La policía de Ámsterdam presenta una imagen tridimensional de ´Betty´, una joven trabajadora sexual de 19 años que fue apuñalada en el Barrio Rojo de la ciudad

Secuencia del holograma de Bermadett (Betty) Szabó.Foto: Policia de Ámsterdam
Isabel Ferrer

El 20 de febrero de 2009, Bernadett (Betty) Szabó, una joven de húngara de 19 años, fue hallada muerta a puñaladas en la habitación del Barrio Rojo, de Ámsterdam, donde ejercía de trabajadora sexual. Apenas llevaba un año en Países Bajos y tenía un hijo de tres meses en un hogar de acogida. El caso sigue sin resolverse y la policía ha instalado este sábado una representación holográfica de la chica en la fachada de una casa del distrito donde la mataron. Es la primera vez que los agentes lanzan este tipo de campaña con una víctima. De una semana de duración, hay 30.000 euros de recompensa para la pista que les lleve hasta el asesino.

Bernadett era rubia y tenía tatuado un dragón de grandes dimensiones en el vientre y el pecho. El holograma no es idéntico a la joven, sino una versión simbólica creada en contacto directo con sus familiares húngaros, según la policía. De este modo, el Equipo de Casos sin Resolver y el Equipo de Comunicaciones, esperan poder “hacerle justicia a ella, a los suyos y al caso”. La imagen tridimensional que la representa está de pie, dentro de uno de los escaparates desde donde se ejerce la prostitución en el Barrio Rojo de Ámsterdam. El ventanal es la parte pública del habitáculo trasero para recibir a los clientes. La visión gráfica de Betty va vestida con un pantalón corto y un sujetador estampado. Sobre un fondo rojo, mira al espectador, se acerca al cristal y lo golpea con el puño para llamar la atención. Después se agacha, expulsa vaho por la boca hasta empañar el cristal y aparece escrita la palabra help (ayuda, en inglés). Al final, se sienta en el taburete alto que tiene detrás, mira al transeúnte y su presencia se desvanece.

A ambos lados del holograma, instalado en una esquina de la calle donde fue asesinada Bernadett, hay dos puertas donde se explica su vida y las circunstancias de su muerte. En 2009, la policía abrió una investigación a gran escala, con entrevistas a testigos y rastreo y análisis de las grabaciones de las cámaras de seguridad instaladas en la zona. Detuvieron a un sospechoso de 46 años, pero fue puesto en libertad por falta de pistas para retenerlo. La búsqueda se estancó y la muerte de la joven acabó en la lista de casos sin resolver. Son los cold case, en la terminología anglosajona, utilizada también por los agentes neerlandeses. Con ayuda del holograma, los investigadores esperan que alguien se decida hablar ahora que ha pasado el tiempo. La campaña incluye pegatinas en las ventanas del barrio que explican lo sucedido y reparto de folletos. También hay imágenes de parte de la escena del crimen y de la última vez que se vio a la joven con vida.

El Barrio Rojo es uno de los más concurridos de Ámsterdam debido a las numerosas ventanas dedicadas a la prostitución, y el Ayuntamiento ha impuesto restricciones a beber en la calle y a las visitas guiadas, o en grupo, por respeto a las mujeres que se muestran en las ventanas. De todos modos, la zona es una atracción turística, y la historia de Bernadett Szabó es especialmente conmovedora. Según el perfil publicado en el sitio web de la policía, nació en la pobreza al noreste de Hungría. “A pesar de sus difíciles circunstancias, y de sus escasas oportunidades, es buena estudiante y dedica su tiempo libre a la jardinería y a tocar bien el violín, con el que gana premios”. A medida que pasa el tiempo, cambia bruscamente de vida, “pierde 25 kilos en poco tiempo y se marcha a Ámsterdam a los 18 años”.

La policía no descarta que Bernadett conociera “a la gente equivocada”, y ella empieza como trabajadora sexual en el Barrio Rojo. Se queda embarazada durante su estancia, sigue activa durante la gestación, “y por eso la apodan pingüino”. Su hijo es llevado a un hogar de acogida poco después de nacer, “para su disgusto”, explica la nota policial. Tres meses después del parto es asesinada. Era la noche del 20 de febrero, y dos compañeras de Bernadett se dan cuenta de que no está en su ventana. Al principio, piensan que tal vez se ha marchado a casa. Cuando ellas se quedan ya sin clientes, hacia la una de la madrugada, van a ver qué le pasa a Betty. La encuentran en un charco de sangre, con decenas de puñaladas. Anne Dreijer-Heemskerk, del Equipo de casos sin resolver, explica en la web de la policía que están convencidos de que debe haber alguien que sepa más y aún no haya compartido esa información. “Betty fue asesinada en uno de los lugares más concurridos de Ámsterdam, tal vez incluso de Países Bajos”, dice.

En 2022, la policía neerlandesa utilizó un montaje de vídeo hiperrealista creado por medio de la inteligencia artificial (deepfake), para intentar resolver el asesinato de Sedar Soares, un adolescente de 14 años que murió a tiros en 2003 cuando lanzaba bolas de nieve a sus amigos en Róterdam. Con permiso de la familia, se presentó una filmación donde el propio chico aparecía en escena como si estuviese vivo. Su hermana, Janet, pide ayuda mientras él camina con un balón de fútbol en la mano. En aquel momento, los investigadores calificaron el trabajo de primicia mundial y la recompensa era de 40.000 euros. No descartaban que el chico hubiera sido la víctima inocente de una bala perdida en un asunto de drogas. Los hechos sucedieron en la zona del aparcamiento donde jugaba.

Al Barrio Rojo de Ámsterdam acude gente de todo el mundo, y Dreijer-Heemskerk espera “que los testigos que antes tenían miedo o permanecían en silencio por otros motivos, ahora se atrevan a presentarse”. Es posible que el monto de la recompensa, que ahora es de 30.000 euros, “también les ayude en esto”, concluye. Con el holograma, la policía aborda el “último intento”, para resolver el caso y poder cerrarlo.

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