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Las denuncias de abusos en la Iglesia y las apostasías se disparan en Bélgica

En el último año, se han recibido más de 200 denuncias y 14.000 peticiones de apostasía, algo que la Conferencia Episcopal atribuye a la difusión de un documental sobre pederastia en la Iglesia flamenca y las palabras del Papa contra el aborto durante su visita en septiembre

Abusos sexuales en la Iglesia
El papa Francisco rodeado de los reyes de los belgas, Matilde y Felipe, durante su visita a Bruselas a finales de septiembre.OLIVIER HOSLET / POOL (EFE)
Silvia Ayuso

Liberar la palabra, hablar abiertamente de la pederastia en la Iglesia, surte efecto: las denuncias de abusos en el seno de la Iglesia católica belga casi se quintuplicaron el año pasado, hasta superar las 200. Un fenómeno que la Conferencia Episcopal nacional, que lleva haciendo un informe anual de pederastia desde hace más de una década, atribuye sobre todo a la emisión en la televisión flamenca, a finales de 2023, de un documental sobre los abusos de religiosos a menores.

Las denuncias han tenido otro efecto secundario: también se han disparado las demandas de apostasía, más de 14.000 en 12 meses. Un fenómeno que incluso amenaza con acelerarse, ya que las peticiones para darse de baja del registro bautismal se han vuelto a multiplicar tras la reciente visita del papa Francisco al país y sus controvertidas palabras en contra del aborto y sobre la función de la mujer.

Según el último informe anual sobre abusos en el seno de la Iglesia belga, entre julio de 2023 y junio de 2024 se registraron 218 denuncias, una cifra casi cinco veces más alta que en los 12 meses anteriores (47 denuncias) y “significativamente superior a los años precedentes”, reconocen los obispos.

Bélgica fue uno de los primeros países europeos en abrir la caja de Pandora de la pederastia en la Iglesia católica. Lo hizo a raíz de que, en 2010, el entonces obispo de Brujas, Roger Vangheluwe, reconociera que había abusado de uno de sus sobrinos durante años y que la Iglesia silenció el caso, al que luego se fueron añadiendo más denuncias. Dos años más tarde, la Iglesia creó una serie de “puntos de contacto” —primero diez, actualmente dos, uno para las diócesis y congregaciones francófonas y otro para las de habla neerlandesa— para que las víctimas de abusos sexuales cuando eran menores en el marco de una “relación pastoral” pudieran presentar una denuncia. Las oficinas reciben también denuncias de otras “formas de abuso de poder” entre adultos en el seno de la Iglesia. Desde 2013, cada otoño la Conferencia Episcopal publica las cifras anuales de las denuncias recogidas en esos puestos. En total, la Iglesia belga ha recibido 1.532 denuncias de pederastia por estas vías.

En los últimos 12 meses, las denuncias se produjeron, en su mayoría (126 casos, 76%), en la región de Flandes, algo que la Iglesia atribuye a la emisión el pasado otoño de Godvergeten (Los olvidados de Dios), un documental en el que 11 víctimas de abusos “relatan, de forma conmovedora, los graves crímenes sufridos en un contexto pastoral que destruyeron sus vidas”, como reconoce el propio informe eclesiástico.

Este saluda el “efecto muy positivo” de este tipo de acciones, así como el éxito de los puntos de denuncia creados, para abordar abiertamente esta cuestión durante décadas barrida bajo la alfombra: “Es comprensible que las víctimas quieran ser reconocidas por representantes de la institución en cuyo seno tuvieron lugar los abusos y los puntos de contacto facilitan este proceso”, señalan al respecto los obispos belgas. “Los informes precedentes ya han destacado que algunas víctimas necesitan un impulso para presentar una denuncia. No hay que subestimar la fuerza que necesitan las víctimas para hablar de su sufrimiento”, subrayan.

En general, en la década larga de informes anuales, la mayor parte de las denuncias ha llegado de la zona neerlandesa, algo que se explica, indican los obispos, “por la cifra más importante de sacerdotes que trabajaban en las escuelas y de los movimientos juveniles en la parte neerlandófona del país”.

La gran mayoría de las víctimas tenían 40 o más años en el momento de la denuncia (el 64% incluso superan los 60 años) y son, también de forma abrumadora, hombres: 110 frente a 55 mujeres (de las 218 nuevas denuncias, solo 165 han sido ya completadas, mientras que 53 están aún en vías de ser procesadas, por lo que no han sido incluidas en el desglose de víctimas). La mayor parte de los abusos se cometieron además hace décadas. Apenas 15 denuncias se remiten a casos posteriores al año 2000 y, de ellas, solo dos fueron presuntamente cometidas contra menores. Esos dos casos “ya han sido remitidos a la justicia y están siendo investigados de forma más profunda”, destaca el informe.

Las nuevas cifras se conocen justo un mes después de la primera visita de un papa a Bélgica en décadas. Durante su estancia en el país, la pederastia fue uno de los asuntos más espinosos que tuvo que abordar: desde el rey Felipe a, sobre todo, el primer ministro, Alexander De Croo, le confrontaron desde el principio con el asunto. El jefe de Gobierno en funciones llegó incluso a instar a la Iglesia a actuar de forma decidida ante estas “atrocidades” silenciadas durante demasiado tiempo porque, recalcó, “las palabras no bastan” y se requieren “medidas concretas” de cara a las víctimas.

El papa Francisco respondió reconociendo que la Iglesia debe “sentir vergüenza y pedir perdón” por estos casos de pederastia y reclamó que todos sean “denunciados” y “juzgados” a todos los niveles. “El mal no puede ser ocultado, debe ser revelado, conocido (…) Que se sepa. Y que el agresor sea juzgado, ya sea laico, sacerdote u obispo: que sea juzgado”, dijo antes de partir. Durante su estancia en Bruselas, también se reunió a puerta cerrada con 17 víctimas de abusos. “He escuchado su sufrimiento”, aseguró en su misa de despedida.

Más de 14.000 nuevos apóstatas

Más que las denuncias de abusos, lo que se ha disparado este año en Bélgica son las peticiones de apostasía: 14.251 personas pidieron darse de baja en la Iglesia católica en Bélgica en 2023, frente a una media de 1.200 en años precedentes, con la única excepción de un pico de 5.000 en 2021.

Casi todas las nuevas demandas de apostasía (98%) se han producido en la región de Flandes, lo que lleva a los obispos a deducir que es otro de los efectos de los casos de pederastia, sobre todo tras la emisión de Godvergeten. De hecho, señalan, “aunque no se pide ninguna justificación cuando se recibe una demanda de apostasía, muchos indicaron de manera espontánea que lo hacían por repugnancia ante los abusos sexuales de la Iglesia católica y la cultura de silencio en el pasado, como lo muestra la serie televisada Godvergeten”.

Los motivos para darse de baja de la Iglesia son, sin embargo, variados y podrían mantener esta tendencia al alza: según la prensa belga, más de 520 personas han escrito en el último mes a las autoridades católicas belgas demandando ser dadas de baja tras las duras palabras del papa Francisco durante su visita sobre la ley belga despenalizando el aborto, que calificó de “ley asesina”, y de “sicarios” a los médicos que lo practican. El Pontífice hizo estos comentarios durante su visita a la tumba del rey Balduino de Bélgica —que en 1992 abdicó durante 36 horas para no firmar la ley que legalizaba el aborto— el pasado 28 de septiembre, justo la fecha en que se celebra el día internacional del aborto seguro. Ese mismo día, Francisco sufrió una inusual recriminación de la Universidad Católica de Lovaina que, tras la visita papal, emitió un comunicado “deplorando las posturas conservadoras del papa Francisco sobre el lugar de la mujer en la sociedad”. Antes de abandonar Bélgica, el Papa anunció que iniciaría el proceso de beatificación de Balduino.

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Sobre la firma

Silvia Ayuso
Corresponsal en Bruselas, después de contar Francia durante un lustro desde París. Se incorporó al equipo de EL PAÍS en Washington en 2014. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, comenzó su carrera en la agencia Efe y continuó en la alemana Dpa, para la que fue corresponsal en Santiago de Chile, La Habana y Washington.
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