El director de Salud Pública: “Hay presiones de la industria a todos los niveles para que no se apruebe el plan antitabaco”
Pedro Gullón ha capitaneado las últimas negociaciones entre Sanidad y las comunidades para aprobar una estrategia que ha recibido críticas de las autonomías
El Ministerio de Sanidad aprobará este viernes un plan contra el tabaquismo que llevaba más de dos años en un cajón. Ha encontrado la oposición de algunas comunidades autónomas (especialmente del PP), que afean al departamento de Mónica García falta de tiempo, imposiciones y rechazan algunas medidas concretas del documento.
Entre el nivel puramente técnico y el más político, los directores de Salud Pública de las autonomías y el Gobierno central llevan semanas negociando cambios. Según Pedro Gullón (Madrid, 35 años), director de Salud Pública del Ministerio de Sanidad, ninguno de ellos debería ser motivo para no prestar el respaldo al plan, ya que ninguno colisiona con los cinco objetivos fundamentales que se marca la estrategia: prevenir el inicio del consumo de tabaco y de productos relacionados, fomentar el abandono del tabaquismo y facilitar la ayuda para dejar de fumar, reducir la exposición ambiental a las emisiones de tabaco y productos relacionados, promover la investigación aplicada y la monitorización en el control del tabaquismo y potenciar la coordinación y el establecimiento de alianzas.
Pregunta. ¿Por qué es tan importante aprobar el Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2024-2027?
Respuesta. La idea del plan en sí mismo es que todas las medidas contra el tabaco funcionan mejor cuando las aplicas conjuntamente. Hay mucha evidencia científica sobre ello. Nosotros, como ministerio, podríamos aprobar algo sobre espacios sin humos, y ya está. Pero lo bueno del plan es que nos permite tener un marco completo de lo que queremos hacer los próximos años y nos da además la posibilidad de evaluar los indicadores comunes, ver qué se está haciendo, cómo eso está influyendo en el tabaquismo. Pero no hay que olvidar que no es una ley, sino una hoja de ruta. España tiene un retraso legislativo muy importante en asuntos como el paquete neutro, en lo que estamos por detrás de 22 países, incluidos muchísimos europeos que han aplicado esta medida. Estamos hablando de avanzar en espacios libres de humo, recuperar un poco ese espacio del liderazgo en la lucha contra el tabaquismo que España tuvo en algún momento.
P. Este viernes, en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) que reúne a la ministra y los consejeros autonómicos, es muy probable que muchos se muestren en contra, incluso la mayoría. ¿Saldrá el plan adelante, en cualquier caso?
Respuesta. Mañana [por este viernes] el plan irá por acuerdo de cooperación entre las comunidades autónomas, [una fórmula] que el CISNS utiliza para asuntos que tienen aspectos estatales y autonómicos. Las comunidades pueden decidir no adherirse a alguno de estos aspectos. Es la forma que creíamos más adecuada para que, si hay comunidades que no están de acuerdo con parte del texto que sea de sus competencias, puedan adherirse al plan en general, pero no a determinadas medidas. Las que son de competencia estatal, como las modificaciones legislativas, las podemos hacer igualmente.
P. El plan es nacional y cuando se apruebe estará en vigor para toda España. ¿Me puede poner un ejemplo de alguna medida que alguna comunidad pudiera no aplicar?
R. Por ejemplo, aumentar las inspecciones en lugares donde ya no se permite fumar.
P. Pero la hoja de ruta con los cinco grandes objetivos va adelante en cualquier caso.
R. Sí, sí. Yo creo que ya ha pasado tiempo suficiente desde 2021, cuando se redactó el [primer borrador del] plan. Después de pasar incluso por las enmiendas de las comunidades autónomas, no se han modificado sustancialmente en sus objetivos ni en sus metas.
P. Hay algunos reproches que les hacen tanto comunidades del PP como del PSOE, como que el plan no tenga memoria económica.
R. Solo hay que ver cualquier plan que ha sido aprobado en los últimos años en el CISNS para comprobar que no es común que tengan memoria económica. Y lo es porque hay que entender que el plan incluye acciones con competencias diferentes, diferentes agentes y muchas de las cuales implican cambios en la legislación cuyo resultado definitivo desconocemos. Es imposible hacer una estimación económica. Por ejemplo, los espacios libres de humo: cuando empiece su trámite legislativo, no es lo mismo que se limite solo a las terrazas de los bares o que incluya también playas o parques infantiles. El impacto presupuestario es muy diferente. Cada legislación llevará una memoria económica y, a partir de ahí, se establecerán los mecanismos de financiación.
P. Algunas comunidades se quejan de que, tras presentar las enmiendas, no han tenido suficiente tiempo para revisar el texto final.
R. También cuando se lo mandamos hace tres semanas dijeron que había poco tiempo, y en el año 2021. Les hemos entregado un excel donde cada comunidad autónoma tenía su enmienda, su respuesta y los cambios en el texto que conlleva. Es prácticamente imposible que una comunidad tarde más de 15 minutos en ver si hemos aceptado sus enmiendas o no. Como querían revisar las enmiendas de otros, les hemos dado 24 horas más. Dudo que ningún plan haya estado sometido a este escrutinio en los últimos años.
P. ¿Por qué cree que sucede?
R. Porque es un tema muy complicado y que toca muchos intereses. Muchas comunidades autónomas del PP no quieren que esto se haga como si fuera cosa del Gobierno, un argumento bastante falaz, porque es bueno para la salud pública y es mucho mejor ir de la mano en estos éxitos. También hay personas de la industria que están ejerciendo mucha presión a muchos niveles, también en las comunidades autónomas, para que algunos temas no salgan. Ha habido mucha oposición al empaquetado genérico en las enmiendas, y también se ha hablado de que sea voluntaria la adhesión de la hostelería en los espacios libres de humo, algo que con la experiencia de salud pública, desde los cinturones de seguridad, sabemos que no funciona.
P. Menciona la hostelería, que es una de las grandes polémicas, a pesar de no aparecer en el plan. Una vez aprobado, tendrán que trabajar en aumentar los espacios libres de humo con una ley. ¿Hasta dónde llegarán?
R. Cada legislación lleva su ritmo. Están los reales decretos y los cambios de leyes, entre los que se incluyen los espacios libres de humos. En el plan algunas comunidades nos pedían explicitar los espacios que se van a regular, pero es que no lo sabemos. Nosotros iremos con una propuesta, habrá una consulta pública, habrá enmiendas. No puedo decir qué va a terminar regulado. La intención es que los espacios de uso colectivo, sobre todo donde hay más personas vulnerables, estén en el debate. Y ahí está la hostelería, pero no son solo terrazas, también hay que explorar la posibilidad con parques infantiles, playas, lugares con más afluencia de personas…
P. ¿En lugares privados, como vehículos o viviendas, se planteará alguna prohibición?
R. Son lugares donde es más difícil regular, pero también pueden entrar en el debate parlamentario.
P. ¿Cuándo podremos ver las primeras medidas derivadas de este plan?
R. Lo primero que vamos a empezar son las partes de competencia estatal. Durante los próximos meses iremos lanzando consultas públicas para cambios de legislación. El plan es hasta 2027, así que la parte legislativa se irá distribuyendo hasta ese año.
P. ¿Este mismo año veremos algún cambio en la normativa contra el tabaco?
R. Lo que tiene que ver con reales decretos, que necesitan menos trámites, como el empaquetado genérico, sí podría estar este año.
P. ¿Si se encuentran con un rechazo mayoritario al plan será un fracaso del ministerio?
R. Será un fracaso de las comunidades autónomas que no se sumen, que tendrán que explicar por qué no sale un plan que llevamos elaborando desde 2021, en el que hay un acuerdo enorme entre las sociedades científicas, donde organizaciones como el Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo o la Asociación Española Contra el Cáncer han escrito a las comunidades pidiendo por favor que apoyen el plan. Las que voten en contra tendrán que explicar muy bien por qué no quiere avanzar.
P. ¿Hay mucha tensión entre los directores de salud pública?
R. El plan del tabaco ha generado mucha tensión. Tenemos una mayoría de comunidades autónomas del PP que están adoptando actitudes muy agresivas para intentar paralizar los proyectos. Pero si bajamos el nivel de intromisión política, creo que tenemos margen para sacar muchos consensos.
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