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Los obispos aseguran que el Papa omitió hablar de los abusos en su reunión de más de dos horas: “No ha sido un tirón de orejas”

La Conferencia Episcopal Española al completo había sido convocada a la Santa Sede, pero el Pontífice ha limitado el tema de la reunión al estado de los seminarios en España y al problema que presenta la falta de vocaciones

El papa Francisco junto a los obispos de la Conferencia Episcopal Española, este martes en el Vaticano. Foto: VATICAN MEDIA/EP | Vídeo: EPV
Daniel Verdú

EL PAÍS puso en marcha en 2018 una investigación de la pederastia en la Iglesia española y tiene una base de datos actualizada con todos los casos conocidos. Si conoce algún caso que no haya visto la luz, nos puede escribir a: abusos@elpais.es. Si es un caso en América Latina, la dirección es: abusosamerica@elpais.es.

El Papa se ha reunido la mañana de este martes con la Conferencia Episcopal Española (CEE) al completo. Unos 80 obispos se desplazaron hasta el Vaticano, convocados oficialmente para tratar el estado de los seminarios en España. Sin embargo, visto el carácter completamente excepcional de la convocatoria y la coincidencia en el tiempo con la publicación del informe del Defensor del Pueblo sobre los abusos sexuales a menores en la Iglesia española, todo hacía pensar que Francisco querría también conocer este tema. Nada más lejos de la realidad. El Papa no ha mencionado en ningún momento este asunto ni ha pedido información sobre el estado de la cuestión, según los obispos. No se ha referido al informe del Defensor del Pueblo, que estima que el 1,13% de la población adulta española ha sufrido abusos en su infancia en ámbitos religiosos, porcentaje equivalente a más de 440.000 personas. Tampoco ha preguntado, también según los prelados, sobre el informe que la CEE ha encargado al despacho Cremades & Calvo-Sotelo. “Ha sido un diálogo cordial y no un tirón de orejas”, ha resumido el presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Juan José Omella. “Hemos salido todos encantados” ha añadido.

El clima era muy tenso. Los obispos, tal y como algunos de ellos confesaban estos días, estaban algo inquietos con la convocatoria. No había apenas precedentes de una visita de este tipo. Y los que había tenían que ver siempre con abusos sexuales y con la necesidad de hacer limpieza en determinadas conferencias episcopales, como sucedió en 2018 con la chilena. Omella, arzobispo de Barcelona, ha admitido que cundía una sensación que se disipó cuando comenzaron a hablar con el Pontífice. “El Papa ha dicho que podía haber ido él a España y no hacernos venir a nosotros. Pero para él es una complicación, imaginen, sería una visita de Estado. Y eso ha relajado mucho [el ambiente] porque ya no había ese peligro, que decían algunos, de que nos fueran a tirar de las orejas. Ha sido un diálogo cordial. No era para condenar a nadie, sino para hablar. Se ha deshinchado el globo ese que decía que nos iban a reñir por algo muy grave que había pasado en España”, ha señalado Omella con cierto alivio.

Nuevo presidente obispos
El presidente de la Conferencia Episcopal Española, Juan José Omella, en una rueda de prensa en el Pontificio Colegio Español tras reunirse con el papa Francisco, esta mañana.Alessandra Tarantino (AP)

La jornada comenzó con dos elementos que añadían gravedad a la solemnidad de la convocatoria. El Papa, que arrastraba un proceso gripal que le había impedido celebrar las últimas audiencias, no quiso perderse ni un minuto de la visita y ha estado más de dos horas con los obispos. Pero, además, la oración de apertura se la encargó al cardenal Cantalamesa, el predicador de la Casa Pontificia que suele guiar los retiros espirituales más peliagudos e importantes. En 2019, de hecho, Francisco le encargó que acompañase a los obispos estadounidenses cuando les mandó reflexionar sobre las negligencias en la lucha contra los abusos que terminaron con una remodelación de la Conferencia Episcopal norteamericana. Cantalamesa es toda una autoridad espiritual de peso a quien se confían los retiros y, cuando toca, también algunos toques de atención que pueden leerse entre líneas.

Los obispos han asegurado a la salida que no ha sido el caso. “No ha habido ninguna mención a los abusos”, han explicado en rueda de prensa. Ni siquiera se ha tocado el asunto de forma colateral como consecuencia de los problemas de formación en los seminarios, según los prelados. La cuestión, han explicado, se ha centrado en la organización de dichos centros, en los problemas de gestión derivados de la caída de vocaciones.

86 seminarios en España

El Vaticano encargó a comienzos de año una auditoría sobre el estado de los 86 seminarios que hay en España. Los uruguayos Milton Luis Tróccoli, obispo de Maldonado-Punta del Este-Minas, y Arturo Eduardo Fajardo, obispo de Salto, los recorrieron entre los meses de febrero y marzo de 2023 con el encargo del papa Francisco de analizar su estado. Tras la larga auditoría, confeccionaron un amplio documento con las líneas de mejora y recomendaciones que entregaron al prefecto para el Clero, el surcoreano Lazzaro You Heung-Sik. El resultado preocupaba al Papa, según fuentes vaticanas, y por eso quiso estar presente en la reunión.

El problema es que sigue pareciendo extraño que el Papa convoque a toda la Conferencia Episcopal de un país como España solo para hablar de seminarios. Especialmente cuando los propios obispos aseguran que no hay ningún problema específico español en estos centros formativos. Algunas fuentes apuntan a que se trataba de una lucha interna de los obispos por la necesidad de agrupar seminarios ante la falta de estudiantes, algo que defiende su presidente, el cardenal Omella, frente a algunas voces discordantes. Algunos obipos no quieren perder seminarios asociados a sus diócesis y el presidente de la CEE buscaba también el respaldo del Papa en esta cuestión. Además, se quería también subrayar la necesidad de que los 15 seminarios del Camino Neocatecumenal se rija por los mismos criterios que el resto. En cualquier caso, no hay precedentes de una convocatoria de esta magnitud para un asunto de esta relevancia.

En cambio, el Papa sí se reunió por la tarde en su residencia de Santa Marta -dentro del Vaticano- con víctimas de abusos francesas que sufrieron las agresiones por parte de clérigos de la diócesis de Nantes. Por la mañana entregó un mensaje a la Comisión para la Tutela de Menores donde recordaba que “el abuso es una traición de nuestra humanidad, concedida por Dios”. “He pedido a la comisión que escuchen vuestros testimonios para que puedan reforzar e inspirar nuestro compromiso común para erradicar los abusos de nuestra Iglesia y de nuestra comunidad”.

En la conferencia de prensa, el secretario general ha avanzado que los obispos han pospuesto su decisión de si finalmente aceptan el informe sobre la auditoría de los abusos del bufete Cremades & Calvo-Sotelo a diciembre, en la próxima asamblea de la comisión permanente. La semana pasada, el obispo auxiliar de Toledo, García-Magán, informó de que Cremades había entregado un borrador del documento de 800 páginas con un índice diferente al que se había comprometido a llevar a cabo por contrato, aunque el secretario general no ha matizado cuáles eran las diferencias.

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Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona pero aprendió el oficio en la sección de Madrid de EL PAÍS. Pasó por Cultura y Reportajes, cubrió atentados islamistas en Francia y la catástrofe de Fukushima. Fue corresponsal siete años en Italia y el Vaticano, donde vio caer cinco gobiernos y convivir a dos papas. Corresponsal en París. Los martes firma una columna en Deportes

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