El agua embalsada cae al 42,2% al empezar agosto, un mes de alta demanda para el turismo

A comienzos de agosto, los pantanos españoles almacenan 23.637 hectómetros cúbicos, un 42,2% de su capacidad total, 1,8 puntos más que en 2022, el año en que menos llovió desde 2015, según el Boletín Hidrológico Semanal cerrado el 31 de julio. Las abundantes lluvias del final de primavera aliviaron algo las reservas, aunque estas siguen muy lejos de la media de los últimos 10 años (58,7%). La situación es especialmente dramática en las cuencas del Guadalquivir y el Guadiana, cuyos embalses están a apenas un cuarto de su capacidad, y en las del interior de Cataluña, que este miércoles ha declarado la situación de emergencia por sequía en 24 municipios. Las restricciones ya afectan a ciudades turísticas, precisamente en un mes de alta demanda por el turismo y el calor. De momento, las lluvias vuelven este jueves y viernes.

España está instalada en una situación de sequía de larga duración. La situación de los embalses es fiel reflejo de cómo fue la primavera meteorológica y cómo está evolucionando el verano. Esta primavera ha sido la más cálida de la serie histórica, además de la segunda más seca, con una temperatura media en la España peninsular de 1,8 grados por encima de lo normal, según Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

Los pantanos peninsulares bajaron la semana pasada 692 hectómetros cúbicos (el 1,2% de la capacidad total), con lo que se convierte en el segundo mayor descenso del año, tras el de la semana anterior (cayó 714 hectómetros del 18 al 25 de julio), según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico. Lo normal en estas fechas es que estén entre el 52% y el 58,7% de su capacidad, que es el porcentaje medio de los últimos cinco y diez años, respectivamente.

La situación es crítica en Andalucía, cuyas presas se encuentran al 22,5% de su capacidad, seis puntos menos que el año pasado, cuando la situación ya era crítica. Los embalses de la cuenca del Guadalquivir están solo al 21,1% (1.695 hectómetros cúbicos), mientras que la de la Cuenca Mediterránea Andaluza ha bajado otras siete décimas, hasta el 29,6% (348 hectómetros).

El descenso ha ido parejo a la práctica ausencia de lluvias, salvo en el mes de junio (y el norte peninsular), cuando se midieron 64,2 milímetros de precipitaciones en los pluviómetros peninsulares, cuando la media histórica (con datos de ese mes desde 1981 a 2010) es de 33,9 milímetros. No obstante, ya ha llovido más que el año pasado por estas fechas. Y va a volver a llover desde este mismo jueves.

La borrasca Patricia, que se dejará sentir en la costa norte de la Península, con vientos y oleaje intenso y una “brusca” bajada de las temperaturas, que dejarán un jueves y viernes más fríos de lo normal para la época en la mitad norte peninsular, según Aemet, que precisa que es “la primera vez” que se nombra una borrasca en el mes de agosto desde que se puso en marcha el programa de nombramiento en el año 2017. Por tanto, confirma que la temporada, que comenzó el 1 de septiembre de 2022 y terminará el 31 de agosto, ya es la de mayor número de borrascas de gran impacto nombradas, informa Europa Press.

Así, este jueves y viernes, los cielos estarán nubosos y con lluvias en el norte de Galicia y en las comunidades cantábricas. Las precipitaciones serán abundantes y se formarán tormentas en los entornos de los Pirineos, Sistema Ibérico, también en Baleares, así como en otras zonas aisladas del este de la Península. El capítulo frío terminará el fin de semana, ya que el sábado comenzarán a subir de manera generalizada. Además, prevé tormentas localmente intensas en puntos de Cataluña, la Comunidad Valenciana, zonas próximas de las provincias de Albacete y de Murcia y también en Baleares.