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Cuatro asesinatos por violencia machista en cinco días

Desde el miércoles, cuatro hombres han sido detenidos tras matar a sus parejas o exparejas en Móstoles, Salou, Pamplona y Alcalá de Henares

Parlamentarios forales, junto con representantes del Gobierno de Navarra, y del Ayuntamiento de Pamplona, durante una concentración el lunes a las puertas del Legislativo navarro en señal de repulsa por el asesinato por violencia machista cometido el sábado en la capital navarra.
Parlamentarios forales, junto con representantes del Gobierno de Navarra, y del Ayuntamiento de Pamplona, durante una concentración el lunes a las puertas del Legislativo navarro en señal de repulsa por el asesinato por violencia machista cometido el sábado en la capital navarra.Iñaki Porto (EFE)
Isabel Valdés

A las ocho menos cuarto de la tarde del miércoles, un hombre de 46 años presuntamente apuñaló a su expareja en Móstoles, en el cuello y en el pecho; ella tenía 36 años y murió al día siguiente en el hospital 12 de Octubre. El sábado, un hombre de 51 se entregó a la Policía Municipal de Pamplona después de matar a su pareja, de 48, en el bar que llevaban ambos en la calle Francisco Alesón; tenían tres hijos. 24 horas después, en Salou (Tarragona), los Mossos d’Esquadra recibieron una llamada desde un hotel avisando de que había una mujer herida de gravedad: una irlandesa a la que su pareja, de 30 años, presuntamente acababa de asesinar. Y la medianoche del domingo al lunes, un hombre de 25 años llamó a la Policía para confesar que acababa de asfixiar a una mujer de 53 con la que mantenía “relaciones esporádicas”, en la casa de ella, en Alcalá de Henares (Madrid). Cuatro asesinatos en cinco días. Y a ellos se suma el aparente suicidio de una mujer de 20 años en Burgos en el que la policía ha detenido su pareja por los “traumatismos previos”, y no compatibles con la muerte, que presentaba el cuerpo.

Esa concentración es lo que se conoce como clúster: la sucesión de tres a cinco feminicidios en periodos de entre dos y cinco días. Entre los de los últimos años estuvo el que se dio en febrero de 2017, cuando cinco mujeres fueron asesinadas en cuatro días. En septiembre de 2018 fueron tres mujeres y dos menores en 48 horas. En mayo de 2021, otros cinco hombres quitaron la vida a sus parejas o exparejas en poco más de 72 horas. Y el último ocurrió en diciembre: fue el más extendido en el tiempo.

A finales de aquel mes se produjo un asesinato machista cada 20 horas, seis asesinatos en cinco días, y tres de ellos ocurrieron en 24 horas. La mitad de todos los que se produjeron aquel mes, 11, contaban con una denuncia previa. Aquello generó una alarma institucional que acabó con la convocatoria de la primera reunión del comité de crisis sobre violencia machista, en el que se reúnen los ministerios del Interior, Justicia, Igualdad y las autonomías donde se producen los feminicidios.

“Lo más importante es este mensaje de alerta no solo para las instituciones, sino para la ciudadanía. [Ante] cualquier mínima situación, por muy leve que nos parezca, es mejor llamar. Llamemos al 016, al 112, descargad Alertcops [una app que envía una señal a las fuerzas de seguridad con geolocalización], es la única manera de llegar a tiempo”, dijo entonces durante una rueda de prensa la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez. Un mensaje que repitieron también Grande-Marlaska, la ministra de Igualdad, Irene Montero, o el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Una de las publicaciones que Igualdad emite periódicamente es esa petición: “Alertar, informar y denunciar la violencia de género es un asunto público y un deber ciudadano que salva vidas”. Este lunes, ha sido la consejera de Igualdad y Feminismos de la Generalitat, Tània Verge, quien advertía en redes sociales después de que se conociera el asesinato en un hotel de Salou: “El machismo no hace vacaciones. Al contrario, cuando aumenta la convivencia, se incrementa el riesgo de sufrir violencia”.

Históricamente, julio es el mes en el que más hombres han asesinado a sus parejas o exparejas. Desde 2003, cuando comenzó la estadística oficial, ese mes registra 119, seguido de enero (110), junio (108), agosto (107), diciembre (106), y mayo (105).

Tras la concentración de diciembre —que convirtió ese mes en el más negro en cuanto a feminicidios junto a diciembre de 2008, también con 11 asesinatos, y en el que el 75% de los feminicidios se concentraron en días festivos—, Victoria Rosell, la delegada del Gobierno contra la violencia de género, y Rodríguez, la secretaria de Estado, aludieron a esa tendencia para hacer una llamada a la sociedad: “Estar especialmente en alarma en los días festivos, ya que anualmente desde 2003 destacan los meses de julio, agosto y junio, y diciembre y enero de una manera muy evidente. Los domingos y los días festivos, en general, pero incluso a nivel local, son periodos de mayor convivencia. Días en los que vecinos y toda la sociedad tiene un papel que cumplir”.

No son solo los feminicidios. En la estadística, el mayor número de llamadas al 016 se contabilizan en mayo (106.731), agosto (104.119), y diciembre (101.175); y un estudio de esas llamadas y los informes policiales en Madrid entre 2008 y 2015, mostraron que estos últimos crecían en Navidad y los fines de semana, mientras que el contacto con el 016 aumentaba los lunes. Además, julio, agosto y septiembre, suponen el trimestre con más denuncias por violencia de género (547.352), y también en el que se otorgan más órdenes de protección (138.467).

La violencia se da cualquier día y en cualquier momento, y no existe una explicación científica ni un motivo único por el que, cada cierto tiempo, se produzcan esos clústeres de feminicidios que, además, no responden a un patrón: tanto víctimas como agresores son hombres de distintas edades, nacionalidades, trabajos y circunstancias socioeconómicas y las relaciones estaban en distintos puntos. Lo que sí existen son factores facilitadores de la violencia.

Hay algunos muy analizados y asentados, como el momento de la ruptura, un divorcio o cuando hay hijos e hijas y se están dando procesos judiciales relacionados con la custodia. Y hay también otros que tienen que ver con cuestiones estacionales, como el tiempo de convivencia, que aumenta durante los fines de semana, los festivos y los periodos vacacionales; los momentos en los que se intensifican las relaciones sociales, que pueden disparar la necesidad de control de los agresores; o las olas de calor, analizadas en diversos estudios que han reflejado cómo, tras estos episodios, se produce un aumento de la violencia machista.

Condiciones para la violencia

Ninguno es determinante ni explica por sí solo un asesinato, pero los especialistas advierten que conocerlos y tenerlos en cuenta ayuda a comprender mejor cómo se estructura la violencia y, por lo tanto, a prevenirla y activar las medidas y protocolos necesarios para atajarla. Decía el pasado diciembre el experto Miguel Lorente, exdelegado del Gobierno contra la violencia de género, que esos factores son “como cuando llueve o nieva hay más posibilidad de que se produzcan más accidentes de tráfico. ¿Significa que si llueve o nieva va a haber más siniestralidad? No. Significa que se dan condiciones que hacen más posibles los accidentes y es importante a la hora de la prevención”.

En lo que va de año, las cifras oficiales registran 24 mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas; 1.209 desde que arrancó la estadística oficial, en 2003. Frente a esas cifras, expertas y especialistas llevan semanas advirtiendo sobre los discursos negacionistas de la violencia machista. Lo han hecho, sobre todo, después de las elecciones del 28 de mayo, tras las que decenas de administraciones van a ser gobernadas por acuerdos entre el PP y Vox.

En la lucha contra esta violencia que la OMS define desde hace años como un problema de salud pública, las instituciones juegan un papel crucial. Si quienes están al frente de esas instituciones niegan su existencia, la red que España lleva creando y haciendo evolucionar desde hace dos décadas, y que la ha posicionado como el país con algunos de los protocolos y leyes más avanzadas del mundo, puede peligrar.

El teléfono 016 atiende a las víctimas de violencia machista, a sus familias y a su entorno las 24 horas del día, todos los días del año, en 52 idiomas diferentes. El número no queda registrado en la factura telefónica, pero hay que borrar la llamada del dispositivo. También se puede contactar a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y por WhatsApp en el número 600 000 016. Los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10. Si es una situación de emergencia, se puede llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062). Y en caso de no poder llamar, se puede recurrir a la aplicación ALERTCOPS, desde la que se envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.

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Sobre la firma

Isabel Valdés
Corresponsal de género de EL PAÍS, antes pasó por Sanidad en Madrid, donde cubrió la pandemia. Está especializada en feminismo y violencia sexual y escribió 'Violadas o muertas', sobre el caso de La Manada y el movimiento feminista. Es licenciada en Periodismo por la Complutense y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS. Su segundo apellido es Aragonés.

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