Guía de la EVAU: ¿Cómo se calcula la nota final? ¿Las materias optativas pueden penalizar?
Unos 250.000 bachilleres se enfrentan desde este lunes a las pruebas de Selectividad que marcarán su futuro académico
La Selectividad ha dejado de ser una prueba eliminatoria porque prácticamente todos los alumnos la superan. Tan es así que el pasado curso se presentaron en la convocatoria ordinaria 247.000 candidatos y aprobaron 233.000. Más que dejar a alumnos por el camino, lo que hace el examen es ordenarlos a la hora de echar la preinscripción a la carrera deseada. A la edición extraordinaria, de repesca, se presentaron 42.000 y pasaron 33.000. Este lunes las pruebas han comenzado en Madrid, Cantabria, Murcia y La Rioja; y el martes será el turno de Aragón, Navarra, Comunidad Valenciana, Extremadura, Galicia, Baleares y Asturias. Este año no hay cambios en su contenido (menos memorístico) ni en la corrección, los primeros llegarán el curso que viene por la implantación de la nueva ley orgánica de educación, la Lomloe. La siguiente guía intenta aclarar las dudas más habituales sobre el proceso.
¿Cómo se estructura la prueba?
Los estudiantes tienen que presentarse a cuatro asignaturas obligatorias: las comunes para todos los bachilleres en segundo curso (Lengua castellana, Historia de España e Idioma, para la mayoría, Inglés) y la principal de la especialidad que han elegido: Matemáticas II (en el itinerario de Ciencias); Matemáticas Aplicadas a las Ciencias Sociales (Ciencias Sociales); Latín (Humanidades) o Fundamentos del Arte (Artes). En las autonomías con idioma cooficial, deben examinarse además de esa lengua y su literatura.
Los aspirantes que pretenden entrar en una carrera que exige una nota de acceso altísima se pueden presentar hasta a cuatro exámenes más (elegidos entre el resto de materias troncales cursadas) para subir nota (hasta el 14). Los titulados de FP de Grado Superior y de Enseñanzas Artísticas Superiores que quieren dar el salto a la universidad no necesitan presentarse a la EVAU para entrar, pero si quieren mejorar su nota media de la titulación pueden presentarse a estas pruebas optativas. La EVAU se divide en tres días, salvo en Madrid y Canarias que es en cuatro.
¿Cómo se puntúan las pruebas?
Los exámenes se califican de 0 a 10. Para aprobar hay que lograr al menos un cuatro de media en los exámenes obligatorios. Esa nota hará media, a su vez, con la del Bachillerato: la primera cuenta un 40% de la calificación y la segunda, el 60%. Esa calificación (entre 5 y 10 puntos), puede elevarse hasta 14 gracias a los exámenes optativos. Un alumno puede hacer hasta cuatro pruebas para subir nota, pero solo se tiene en cuenta las dos mejores notas. La media general no baja si se suspenden estos exámenes optativos, el candidato mantiene la nota media de las cuatro asignaturas obligatorias.
El Ministerio de Educación y Formación Profesional establece una fecha máxima en la que se tiene que conocer la nota final de los aspirantes y cada comunidad decide dentro de ese período de días cómo organiza su calendario de reclamaciones y de preinscripción en la universidad. Ello ha desencadenado una epidemia de inflación de sobresalientes en los centros, para lograr que los alumnos ingresen en el grado deseado. En dos de cada tres casos la nota no vuelve a ser un sobresaliente (9 o 10) como en el centro, y eso que desde 2015 se han doblado las puntuaciones máximas en la EVAU.
El cómputo es complejo de entender y la Universidad de Zaragoza cuenta con un buscador para que uno haga sus propios cálculos. Es este. También nuestro compañero Antonio Nieto lo explica en este vídeo.
¿Cómo se sabe si la nota es suficiente para entrar en la carrera deseada?
Cuando termina el proceso de prematriculación, los candidatos se ordenan en función de la nota de acceso, de mayor a menor, hasta cubrir todos los puestos. Si la nota está en el puesto 45 y hay 35 plazas, el aspirante se queda fuera. Como todavía no se sabe cuánta gente y con qué nota van a pedir cada carrera, no se puede saber de antemano qué calificación hará falta, pero sirven para orientarse buscadores como el de EL PAÍS, con el que se conocen las notas de corte de todos los grados de las universidades públicas y sus centros adscritos del curso anterior.
Pero esa puntuación no es la definitiva, hay estudiantes que renuncian porque optan por otra carrera o consiguen finalmente plaza en el mismo grado en una universidad que les conviene más, y eso provoca que invariablemente la nota de acceso termine bajando algunas décimas en siguientes llamamientos que se prolongan hasta septiembre en muchos casos, incluso en la demandada Medicina hay alumnos que llegan con el curso empezado.
Por eso, los rectores reclaman que, al igual que la nota de la EVAU vale para ingresar en cualquier universidad española, exista un registro de matriculación único para todos los campus públicos. Las universidades privadas exigen tener aprobada la Selectividad, pero no una nota específica, y las más competitivas hacen sus propios exámenes de acceso para las carreras más demandadas.
¿Quién redacta y corrige los exámenes?
El Ministerio de Educación y FP marca los criterios generales de cada examen, su duración, los tipos de preguntas posibles (de respuesta abierta, semiabierta o cerrada), las partes del mismo, qué contenidos corresponden a cada uno y qué porción de la nota final del examen representan. Por ejemplo, en el ejercicio de Lengua, tiene que haber tres partes, que deben valer un 40%, un 30% y otro 30% de la nota, respectivamente.
La mayoría de las comunidades deja en manos de sus universidades públicas la organización y diseño de las pruebas. Estas nombran, entre sus especialistas, comisiones con coordinadores responsables de cada materia, y en muchas ocasiones participan también profesores de Bachillerato, aunque el responsable de la redacción final sea el docente universitario. Son estos especialistas quienes fijan, junto a cada propuesta de examen, los criterios de corrección, que son consensuados con los profesores de Bachillerato. La Universidad Nacional a Distancia (UNED) ha elaborado este curso, con ayuda de ChatGPT, el examen de Alemán y van a ver cómo funciona en la corrección, aunque la nota final la ponga el evaluador.
Profesores de institutos públicos, y en algunos casos también de universidad, conforman los tribunales de corrección y son los encargados de custodiar los exámenes, vigilar las pruebas y corregirlos. Los ejercicios están codificados, son anónimos para evitar el fraude, pues los correctores no saben a quién están corrigiendo.
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