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El 40% de los infectados de viruela del mono necesitan tratamiento médico para los dolores

Un estudio observacional en España refuerza la hipótesis del contacto directo de la piel como principal vía de transmisión de la enfermedad

Cola de personas para recibir la vacuna de la viruela del mono en Brooklyn, Nueva York. Foto: KENA BETANCUR (AFP) | Vídeo: EPV

Pústulas en la zona genital y anal, inflamación del glande y del recto, amigdalitis... La viruela del mono es una enfermedad que en la gran mayoría de los casos se está manifestando de forma leve, pero a menudo dolorosa. Cuatro de cada 10 pacientes necesitan tratamiento médico para manejar complicaciones como las descritas, según un estudio español publicado este martes en la revista The Lancet, que también refuerza la hipótesis del contacto directo de la piel como principal vía de transmisión de la enfermedad.

El estudio observacional viene a reforzar el conocimiento que había sobre las manifestaciones de la viruela del mono y añade algunos matices que hasta ahora no habían salido a la luz, gracias a su amplia muestra: 181 casos confirmados. “Hay un mayor impacto clínico del que se estaba asumiendo”, dice Oriol Mitjà, coordinador del estudio. Más allá del dolor que pueden causar las propias pústulas, el estudio ha observado que la inflamación del recto, provocada por el sexo anal receptivo, produce grandes dolores al defecar. La amigdalitis, ocasionada por el sexo oral, grandes problemas para tragar. “Tanto es así que uno de los hospitalizados estudiados tuvo que ingresar porque no podía ingerir alimentos”, señala Mitjà, experto en enfermedades infecciosas del Hospital Germans Trias.

Las hospitalizaciones, no obstante, no son frecuentes en este brote de viruela del mono, que en España suma un total de 5.162 afectados, según los últimos datos del Ministerio de Sanidad. En la investigación de The Lancet, en la que ha participado el Hospital Universitario 12 de Octubre, el Hospital Universitario Germans Trias, la Fundación Lucha contra las Infecciones y el Hospital Universitario Vall d’Hebron, contaron tres ingresos. Según Sanidad, en torno a un 3% de todos los contagiados requieren cuidados hospitalarios. Por el momento en España han fallecido dos personas por la enfermedad.

Los datos de las PCR de los pacientes estudiados indican que la carga viral es mayor en las lesiones que en las muestras extraídas de la faringe. De ahí se deduce que la vía aérea es menos relevante para el contagio que el contacto directo, lo que explicaría por qué los encuentros sexuales están siendo la principal vía de transmisión: el 80% de los casos, según las estadísticas del ministerio.

En los brotes anteriores de viruela del mono, explica Mitjà, se asumía que las gotitas de la saliva eran la forma de contagio más habitual, algo que también se había visto en modelos animales. “Los nuevos datos nos hacen presumir que las infecciones a través de las vías respiratorias son muy bajas. Ahora hay una inoculación local y seguramente una replicación también local [en los alrededores de la zona que entra en contacto con el virus]”, explica el investigador.

La baja carga viral en las vías respiratorias lleva a los autores del estudio a proponer más investigación para conocer la posibilidad de transmisión por este medio. “Los aislamientos domiciliarios tan prolongados podrían no ser necesarios”, asegura Eloy Tarín, otro de los autores de la investigación realizada entre pacientes de Madrid y Barcelona, que acumulan la mayor parte de los casos de España.

Investigar mutaciones del virus

¿Qué ha cambiado en el virus para que ahora modifique su forma de propagación? Por un lado, explica Tarín, habrá que estudiar si el patógeno ha sufrido mutaciones que facilitan el mecanismo del contacto directo por encima del respiratorio. “Es posible que haya encontrado un nuevo nicho de población [los hombres que practican sexo con hombres, que suman el 98% de los casos en el mundo y más del 80% en España] y en la vía sexual una nueva forma de transmisión”, añade.

Otro de los datos que viene a confirmar este estudio es el periodo de incubación del virus, que se sitúa en torno a los siete días y no entre los 15 y los 22 que se le suponía a los anteriores brotes de viruela del mono en la República Democrática del Congo. Una semana es, según los investigadores, demasiado poco tiempo para que la vacuna post exposición a los contactos de los casos confirmados haga efecto. Por el momento, sigue siendo uno de los grupos a los que se está vacunando ahora en España, algo que los investigadores consideran innecesario con sus datos en la mano. “Tiene más sentido centrarse en la inoculación preexposición de los grupos de riesgo [algo que ya se hace en paralelo a los anteriores]”, subraya Tarín.

Lo cierto es que las dosis que han llegado a España son todavía insuficientes para vacunar a los grupos de riesgo, entendidos como los de hombres que tienen varias parejas sexuales masculinas. Por el momento han llegado a España 5.300 vacunas, que se han repartido entre las comunidades, especialmente entre Cataluña y Madrid. Sanidad anunció que la semana pasada llegarían otras 7.000, pero todavía no se han recibido. Esto está provocando grandes dificultades para conseguir cita para la vacunación. Y eso para la primera dosis, que se calcula que tiene una eficacia de en torno a un 30%. Para alcanzar el 80% que se estima para estas inyecciones hace falta recibir un segundo pinchazo unas semanas después.

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Sobre la firma

Pablo Linde
Escribe en EL PAÍS desde 2007 y está especializado en temas sanitarios y de salud. Ha cubierto la pandemia del coronavirus, escrito dos libros y ganado algunos premios en su área. Antes se dedicó varios años al periodismo local en Andalucía.

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