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Todo sobre la viruela del mono: ¿a qué se deben las muertes? ¿Quién se puede vacunar?

El virus ya ha sumado dos fallecimientos en España: hombres jóvenes con una encefalitis causada por la infección

Viruela del mono
Una técnico de laboratorio recoge un cubo con muestras sospechosas de viruela del mono para analizarlas en Madrid.Pablo Blazquez (Getty Images)
Pablo Linde

La viruela del mono está sumando sus primeras muertes en Europa y América. En solo dos días, España ha reportado dos fallecimientos y Brasil uno, que se añaden a los cinco que ya habían sido notificados en África. Aunque en principio estos decesos no significan una mayor gravedad de la enfermedad, el Instituto de Salud Carlos III está estudiando las muestras de los cadáveres para tratar de sacar conclusiones. Esto es lo que se sabe hasta ahora, tanto de las víctimas, como de la enfermedad.

¿Cómo de grave es la viruela del mono?

En general, se trata de una enfermedad leve. De los 4.298 casos que se han detectado en España, solo 120 (un 2,8%) han requerido atención hospitalaria, normalmente para manejar los dolores y las infecciones que causan las pústulas. En la inmensa mayoría de casos no pasa de ahí, pero se puede complicar en personas que sufren comorbilidades, en niños (sobre todo en zonas con pocos recursos sanitarios) o en quienes tienen debilitado el sistema inmunitario.

¿A qué se deben las muertes?

Existe poca información sobre las muertes ocurridas en España. En ambos casos los fallecidos padecían una encefalitis producida por la infección. Del primer fallecido, en la Comunidad Valenciana, no ha trascendido la edad, aunque se trata de un “hombre joven”, según Sanidad; el segundo, en Córdoba, tenía 31 años. El Instituto de Salud Carlos III está estudiando muestras de los cadáveres para tratar de averiguar si es una mera casualidad o el virus está causando una afección concreta. En el caso de Brasil, el fallecido fue un hombre de 41 años que sufría una enfermedad oncológica.

¿Cuáles son los síntomas más frecuentes?

Según el último boletín del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, los síntomas más frecuentes son pústulas en la zona ano-genital (60,3%), fiebre (56,6%), pústulas en otras localizaciones distintas a la ano-genital y a la bucal (52,8%), inflamación de los ganglios (52,2%), dificultad para respirar (33,8%), dolor de cabeza (24%), dolor muscular (21,3%), pústulas orales (20,7%) y dolor de garganta (13%).

¿Cómo se transmite?

Aunque hay que estudiar más el mecanismo concreto de transmisión, se sabe que se produce por una interacción muy estrecha. De manera similar a la viruela, se ha descrito a través de gotas respiratorias grandes durante el contacto cara a cara directo y prolongado. Además, la viruela del mono puede transmitirse por contacto directo con fluidos corporales de una persona infectada o con objetos contaminados, como sábanas o ropa. Se han documentado otras vías de transmisión, como la de madre a hijo.

¿Es una enfermedad de transmisión sexual?

No es propiamente lo que se define como una infección de transmisión sexual, aunque también está estudiándose si a través de los fluidos sexuales puede contagiarse. En cualquier caso, el modo más frecuente de infección en este brote es la transmisión entre parejas sexuales, debido al contacto íntimo. Sanidad cuantifica por este medio el 82,1% de los casos de los que hay información suficiente para determinar la vía.

¿Por qué hay más casos entre hombres que tienen sexo con hombres?

El virus puede transmitirse a cualquier persona en contacto directo con él. Otros brotes que ha habido a lo largo de pasadas décadas no había llegado a grupos de hombres que tenían sexo con hombres, pero, casualmente, este lo ha hecho, y es ahí donde más está creciendo. Eso no quiere decir que no pueda pasar a otros. De hecho, aunque la Organización Mundial de la Salud cuantifica en un 98% los casos detectados en hombres que tienen sexo con hombres, los datos de España reducen esta cifra al 83,3%.

¿Es muy contagioso?

Varios estudios han mostrado una tasa de contagio (conocida como R0) de entre un 1,6 y 1,8. Esto quiere decir que sin intervenciones de mitigación, como promedio, cada infectado transmite la enfermedad a entre una y media y casi dos personas. Cuando el número es inferior a uno, el brote tiende a remitir por sí mismo, que es lo que ha sucedido con otros que han surgido en las últimas décadas. Como advierte Maria Van Kerkhove, portavoz de la OMS, se trata de una media, que en función del colectivo y el lugar puede ser mayor o menor. “Se ha estimado que las comunidades de hombres que tienen sexo con hombres es donde supera a 1. Eso significa que el brote se está expandiendo y que hay oportunidades para llevar ese número de reproducción por debajo de 1 dando a esas comunidades la información correcta y empoderándolas”, dijo en una rueda de prensa esta semana.

¿Son efectivas las vacunas?

Las vacunas que se están usando contra la viruela del mono no son específicas de esta enfermedad, sino que están diseñadas para la viruela tradicional. Aunque parece que arrojan una alta efectividad, es necesario estudiarlo mejor. En España se está inoculando la de última generación de la farmacéutica Bavarian Nordic, que requiere dos dosis y hace efecto completo dos semanas después del segundo pinchazo.

¿Quién se puede vacunar?

En principio, las vacunas se indicaron solamente para los contactos directos de los infectados. Más tarde, también para todas las personas con prácticas de riesgo: hombres que tuvieran diversas parejas sexuales masculinas. Sin embargo, no hay dosis suficientes para todos. A España han llegado 5.300, lo que ni siquiera sería suficiente para los contactos directos de los infectados. La semana que viene llegarán 7.000 más, que siguen siendo insuficientes. Tanto Madrid como Cataluña han habilitado servicios de vacunación con cita previa para este colectivo, pero, debido a esta escasez, está resultando muy complicado acceder a una, como retrataba un reportaje de El Confidencial este mismo sábado.

¿Cómo se puede proteger una persona?

Más allá de la vacuna, que no está a disposición de todo el mundo, la OMS recomienda estar muy atento a los síntomas descritos antes para detectar la enfermedad cuanto antes y pide a las personas que muestren signos de la enfermedad que se aíslen para no propagar el virus. También ha aconsejado a los hombres que tienen sexo con hombres que reduzcan el número de sus parejas sexuales. Esto ha indignado al colectivo LGTBI en España, que se siente señalado. La Coordinadora estatal de VIH y sida (Cesida) también cree que se trata de un mensaje equivocado. Lo adecuado, explican a EL PAÍS, es hacer una advertencia general a toda la población, indicándole que un alto número de parejas sexuales puede aumentar el riesgo de contagio, sin centrarse en un colectivo concreto, lo que puede conducir “a un estigma similar al que surgió hace tres décadas con el VIH”.

¿Cuántos casos se han detectado?

En todo el mundo se han notificado hasta la fecha 21.699 casos, de los que 4.298 se han detectado en España, el segundo país con más diagnósticos tras Estados Unidos (4.907), según las cifras ofrecidas por el CCAES. Los casos notificados en España proceden de las 17 comunidades autónomas: Madrid, 1.656; Cataluña, 1.406; Andalucía, 498; Comunidad Valenciana, 213; Canarias, 102; el País Vasco, 98; Baleares, 89; Aragón, 45 y Galicia, 37. Les siguen Asturias, 36; Castilla y León, 31; Castilla-La Mancha, 23; Extremadura, 20; Murcia, 19; Cantabria, 15; Navarra, 8 y La Rioja, 2.

¿Por qué la OMS ha declarado el brote una emergencia sanitaria internacional?

El mensaje de la OMS es que el virus se puede controlar con vigilancia, trazando los contagios y rompiendo las cadenas de transmisión. Pero esto no es lo que está sucediendo. Aunque el virus no está mostrando una explosión exponencial, como sí lo hizo la covid, no para de crecer. Es complicado localizar a los contactos, precisamente por el estigma que puede suponer y por el anonimato que se da en muchas relaciones de riesgo. A pesar de que los asesores de la OMS no eran mayoritariamente favorables a declarar la emergencia, su director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, decidió hacerlo ante la inacción que veía en algunos países. Una de las medidas que recomienda el organismo es limitar los viajes internacionales a personas con síntomas de la enfermedad, que ya se ha expandido por más de 75 países.

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Sobre la firma

Pablo Linde
Escribe en EL PAÍS desde 2007 y está especializado en temas sanitarios y de salud. Ha cubierto la pandemia del coronavirus, escrito dos libros y ganado algunos premios en su área. Antes se dedicó varios años al periodismo local en Andalucía.

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