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Los primeros estudios en Sudáfrica apuntan que ómicron se contagia más rápido, pero con síntomas más leves

Médicos y científicos del país que fue epicentro de la variante señalan la capacidad del virus mutado para burlar las vacunas

Ómicron covid
Inyección de la vacuna contra la covid en Pretoria el 8 de diciembre.PHILL MAGAKOE (AFP)
Pretoria (Sudáfrica) -

Sudáfrica, el país que lanzó la primera advertencia de la variante ómicron, que se está propagando a toda velocidad por el planeta, ya está obteniendo los primeros resultados sobre esta mutación del coronavirus. Los estudios preliminares de varios hospitales de la provincia de Gauteng, epicentro de la nueva variante, y del Ministerio de Sanidad sudafricano concluyen que ómicron es “probablemente más contagiosa que la variante delta”. Además, las admisiones en hospitales han aumentado un 200%, pero no hay datos concluyentes para confirmar que la enfermedad sea más grave con ómicron que con las anteriores mutaciones del virus, porque el aumento de hospitalizaciones se debe a la alta transmisión y no a su gravedad y el porcentaje de pacientes con síntomas graves por ómicron es muy pequeño —se estudia si debido a las vacunas, aunque en Sudáfrica solo un tercio de la población adulta está vacunada—.

No hay suficientes datos para conocer las consecuencias de los síntomas leves que está sufriendo la mayor parte de la población vacunada que se está contagiando. Respecto a la hospitalización de menores hasta cinco años, del 25% inicial (en las primeras semanas) se ha pasado a un 8%, y la mayoría ingresaron no por síntomas relacionados con la covid-19, sino por otras dolencias (como ictericia, malaria o fractura de huesos) y dieron positivo al realizarles la prueba obligatoria que se hace a cualquier persona que accede a un hospital en Sudáfrica.

Epicentro del brote ómicron

“Durante los últimos 18 meses, cuando entrabas en la zona covid del hospital podías escuchar el oxígeno de las máquinas conectadas a los pacientes, el pitido de los respiradores, pero ahora la mayoría de los pacientes están como en cualquier otra zona del hospital”, explicó Fareed Abdullah, director del Consejo de Investigación Médica de Sudáfrica (SAMRC, en sus siglas en inglés) y médico de enfermedades contagiosas en el Hospital Steve Biko de Pretoria. Eran palabras contenidamente esperanzadoras y optimistas al compartir los datos de hospitalización y el estado de las personas admitidas con covid-19, en comparación con la grave situación en la que se encontraban en julio de este año, durante el pico de la tercera ola.

Abdullah informó de que entre el 14 y el 29 de noviembre se admitieron en el Complejo de Hospitales del Distrito de Tshwane y en la Academia Steve Biko a 166 pacientes, de los que la mayoría no precisaron oxígeno. “Un dato significativo es que se ha acortado mucho la estancia hospitalaria, de 8,5 a 2,8 días, una apreciación que también confirma el Instituto Nacional de Enfermedades Contagiosas (NICD, en sus siglas en inglés). Y el 2 de diciembre, de 38 adultos en la zona covid, seis estaban vacunados, 24 no, y de ocho se desconocía su estado de vacunación. De los nueve que presentaban neumonía covid, ocho no estaban vacunados y uno era un menor. Solo un paciente que precisó oxígeno estaba inmunizado, pero la razón por la que se le dio ese apoyo es que tenía una enfermedad pulmonar obstructiva crónica”, añade el informe.

Al comparar el mismo momento de la variante delta con la ómicron, los científicos señalan que los ingresados en la UCI han pasado de 23% a 8% y los que precisan respiradores, de un 11% a un 2%.

En la línea de lo que de forma informal avanzaban los médicos, tanto de consultas privadas como públicas, el 80% de los ingresos hospitalarios son de menores de 50 años —el 28% de entre 30 y 39 años, y el 19% niños menores de nueve años—, y la mayoría supieron que padecían la enfermedad al dar positivo en el hospital cuando fueron a curarse de otras dolencias o para dar a luz. El informe concluye que el 2 de diciembre “el 70% de los pacientes covid no necesitaba oxígeno ni presentaba síntomas de dificultad respiratoria, solo 13 necesitaban la ayuda de oxígeno, y de estos, nueve tenían covid-19″.

Vacunación en Sudáfrica el 10 de septiembre.
Vacunación en Sudáfrica el 10 de septiembre. SIPHIWE SIBEKO (Reuters)

Actualizando esos datos una semana después, Freddy Kgongwana, jefe de servicios hospitalarios del Departamento de Sanidad de Gauteng, explicaba en la radio pública SAFM que de 943 personas ingresadas por covid, 665 respiraban por sí mismos, 234 necesitaban apoyo de oxígeno y 54 estaban conectados a un aparato de ventilación por ser incapaces de respirar por sí mismos. “Con ómicron no se necesita tanto oxígeno como con delta, pero no nos fiamos, estamos solo en el comienzo de la cuarta ola”, apuntaba Kgongwana.

Inmunidad cuestionada

“Al haber más gente haciéndose el test de la covid se están registrando más positivos, lo que nos indica que ómicron se está extendiendo muy rápido. El porcentaje de personas que dan positivo es mayor, y estamos observando que personas que habían pasado la covid vuelven a contagiarse”, apuntó Kgongwana.

Mia Malan, redactora jefe de Bhekisisa, una publicación especializada en periodismo de salud, asegura que “es raro que las personas vacunadas acaben en el hospital”, pero el índice de reinfección, tras haber obtenido la inmunidad tanto con la vacuna o de forma natural contagiándose previamente, es tres veces mayor que con las variantes delta y beta. “En Gauteng la variante dominante ya es ómicron y según los datos aportados por los hospitales durante las dos primeras semanas de la variante una cuarta parte de los test eran positivos, la duración de los ingresos se ha reducido (de ocho a dos días), se ha necesitado menos oxígenos para estabilizarles y la cifra de muertos ha bajado considerablemente”, apunta Malan sin desestimar que es pronto para que nada de lo que se diga sea concluyente porque “la gente necesita tiempo para contagiarse y morir, por lo que es posible que en unas semanas estemos hablando de un perfil de enfermo de la variante ómicron diferente”.

En Sudáfrica solo un tercio de los adultos está completamente vacunado, y la franja de los mayores de 50 años —el objetivo es que a finales de diciembre tengan al menos una dosis el 70%, aumentar un 10% más— es la que más preocupa por su vulnerabilidad y la posibilidad de padecer ya otras enfermedades. La Autoridad Reguladora de Productos de Salud de Sudáfrica (SAHHPRA, en sus siglas en inglés) aprobó la administración de la dosis de refuerzo “bajo algunas condiciones” para los que ya han recibido dos dosis de la vacuna.

Según las conclusiones científicas y médicas preliminares, ómicron logra reducir 41 veces los anticuerpos generados por las vacunas o el contagio previo en comparación con la cepa original detectada en Wuhan hace casi dos años. Dos dosis de la vacuna significan una protección parcial que aleja la hospitalización y los síntomas severos, pero con una tercera dosis se recupera la inmunidad.

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