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Bruselas abre el debate de la vacunación obligatoria en la UE

La Comisión respalda imponer una prueba PCR a las personas vacunadas que viajen dentro de la Unión para frenar la ómicron

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.Vídeo: DELMI ÁLVAREZ/ REUTERS

Ursula von der Leyen ha secundado este miércoles las iniciativas que se sopesan en varios países, incluida Alemania, para imponer la vacunación obligatoria en la Unión. La presidenta de la Comisión ha subrayado que el Ejecutivo comunitario no tiene competencias para introducir esa obligatoriedad, pero considera “entendible y apropiado liderar esta discusión ahora”. “Pensar en una potencial vacunación obligatoria en la UE es un debate necesario”, ha añadido Von der Leyen, tras aprobar nuevas directrices sobre las medidas para intentar contener la pandemia. Un día antes, el próximo canciller alemán, Olaf Scholz, se había mostrado dispuesto a imponer la vacunación obligatoria en su país, durante la reunión que el Gobierno federal mantuvo con los líderes de los länder.

La dirigente comunitaria ha recordado que aún hay un tercio de la población europea, es decir, unos 150 millones de personas, que siguen sin vacunar. “No todas esas personas pueden ser vacunadas, porque [muchos] son niños. Pero la gran mayoría podría hacerlo”, ha señalado Von der Leyen. La política alemana ha lamentado que a pesar de la disponibilidad de millones de dosis en Europa, las vacunas sigan sin utilizarse del todo. “Esto causa un enorme coste sanitario”, ha señalado en alusión al creciente número de hospitalizaciones y muertes por covid, “la mayoría entre personas no vacunadas”.

Von der Leyen también ha informado de que la Unión dispondrá un poco antes de lo previsto de vacunas adaptadas para niños a partir de cinco años, que ya han sido aprobadas por la Agencia Europea del Medicamento (EMA). “He hablado con BionTech-Pfizer y hay buenas noticias. Pueden acelerar y las vacunas para niños estarán disponibles a partir del 13 de diciembre”, ha dicho la presidenta de la Comisión.

Pruebas PCR a las personas vacunadas

La Comisión Europea ha respaldado la posibilidad de imponer pruebas PCR a todas las personas que se desplazan de un país de la UE a otro, incluso si están vacunadas. La medida ya ha sido anunciada por socios como Portugal o Irlanda y, según Bruselas, puede resultar efectiva para frenar la propagación de la nueva variante del virus. “Todavía no sabemos todo sobre la variante ómicron, pero lo que sabemos ya es suficiente para estar preocupados”, ha señalado.

Ante el avance de la nueva mutación, de la que ya se han detectado 13 casos sospechosos en territorio francés, el país va a exigir un test negativo realizado como máximo 48 horas antes a todo viajero procedente de un país fuera de la Unión Europea, esté vacunado o no, ha anunciado este miércoles el portavoz del Gobierno, Gabriel Attal, informa Silvia Ayuso. Además, los viajeros dentro del espacio europeo que no estén vacunados deberán presentar un test negativo de menos de 24 horas para poder entrar en Francia.

Los ministros europeos de Sanidad, que se reúnen en Bruselas el martes en una cita ya prevista de antemano, analizarán la evolución de la pandemia tras la llegada de la ómicron. Las nuevas directrices anunciadas este miércoles llegan solo una semana después de que la Comisión aprobase el pasado miércoles un proyecto de Recomendación que proponía eximir de pruebas a todas las personas que acreditasen estar vacunadas, salvo que procedieran de zonas de la UE con una tasa de incidencia muy alta y con una ratio de vacunación muy bajo.

Coordinación

“Hace una semana no sabíamos nada de la ómicron”, ha señalado Von der Leyen. La alerta llegó el jueves pasado, procedente de Sudáfrica. “Y el viernes a medianoche, los 27 países de la UE ya estaban coordinados”, ha celebrado la presidenta de la Comisión.

La coordinación se tradujo en la cancelación de todos los vuelos procedentes de Sudáfrica y otros seis países africanos. Pero a nivel interno, la respuesta fue diversa. Portugal fue el primer territorio en endurecer las condiciones para los viajeros procedentes de otros lugares de la UE. Y desde 1 de diciembre exige la presentación de un test negativo a los pasajeros que llegan en avión, incluso si disponen de un certificado covid que acredite haber recibido la pauta completa de la vacuna.

Las directrices aprobadas este miércoles por la Comisión en forma de comunicación señalan que “basándose en las últimas evidencias científicas disponibles y en línea con el principio de precaución, para responder al riesgo actual de la variante ómicron el requisito de una prueba PCR previa a la llegada puede ser un instrumento adecuado”. El documento precisa que el requisito del PCR es adecuado “en particular para viajes hacia la UE, así como para viajar dentro de la UE”.

La imposición de requisitos adicionales a las personas vacunadas podría poner en cuestión la utilidad del certificado o, incluso, alentar la dudas de las personas que por diversos motivos se resisten al pinchazo o prefieren retrasarlo lo más posible. La Comisión, por si acaso, recomienda prudencia a las autoridades nacionales. Y la comunicación señala que los posibles requisitos adicionales “deben introducirse por un período de tiempo necesario lo más corto posible, ser proporcionados, no discriminatorios y sujetos a constante revisión”.

La Comisión también pide a los Estados que elaboren “planes de contingencia” ante la posible expansión de la ómicron. Los planes deben permitir, según Bruselas, “tener un control rápido y decisivo de los brotes de la variante donde sean identificados”.

Bruselas también insiste en la necesidad de poner en marcha “inmediatamente” campañas de vacunación para administrar una dosis de refuerzo a toda la población. Según el documento presentado por Von der Leyen y la comisaria europea de Sanidad, Stella Kyriakides, esa nueva dosis es “un paso indispensable para aumentar la protección frente las variantes”.

Las autoridades nacionales, según la Comisión, también “deben aumentar la capacidad de secuenciación genómica y de vigilancia de la ómicron o cualquier otra variante preocupante”. Bruselas vuelve a la idea, ya planteada en fases anteriores de la pandemia, de impulsar los test de aguas residuales para rastrear la expansión del virus. La Comisión se compromete a garantizar que las muestras y los resultados se comparte de inmediato entre los 27 países para mejorar la lucha contra la pandemia.

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